CRÓNICAS
DE MELCHIZEDECH.
EL
MASCULINO SAGRADO
Las
Aguas del Misterio
Saludo
en vosotros, vuestra Presencia y vuestra Eternidad.
Mi
nombre fue Swedenborg. Vengo a vosotros en tanto que Melchizedech del Agua. No
veáis en ello solo una referencia al elemento “Agua”, sino a algo más que eso.
Vengo
a llevar hasta vuestra morada, el sentido y claridad de las experiencias
vividas de las Aguas de arriba. Las Aguas de arriba son las Aguas del Misterio,
las Aguas del Bautismo que acompañan, no a vuestro nacimiento sino a vuestra
Resurrección.
Me
situaré, por tanto, en mis palabras y en mi presencia, en vuestra escucha y en
vuestra lectura, al nivel de las Aguas del Misterio. Al ser un misterio para la
persona, no puede haber una explicación. Se me pide que, dentro de las Crónicas
de los Melchizedech, os lo trasmita simplemente, a través de mi Presencia, para
que lo viváis y os acerquéis a su sentido sagrado despojado de intención, de
forma, de historia.
Vengo
a hacer resonar en vosotros, el misterio de la verdadera Vida.
Yo
aplaco la sed. Humedezco y lubrifico todos los engranajes y los mecanismos del
Misterio para permitiros, si aceptáis, acercaros al gran umbral, allí donde
está para la persona, el último misterio. En este Bautismo del Espíritu, llevo
a vuestro ser, la conjunción del Coro de los Ángeles, del Espíritu del Sol, del
Cristo y de María, el Agua de la trascendencia que, a imagen de la Luz, llena
todos los intersticios y humedece toda la vida en cualquier dimensión.
Soy
el soporte y el anclaje de la Vida y la manifestación de la Vida Eterna.
El
Agua de arriba, de la que os hablo y que hago resonar en vosotros, es el Agua
primordial e inmortal.
Soy
el primer soporte de la vida donde puede brotar toda vida emanada de la Fuente.
El Agua de arriba hoy, se une al Agua de abajo, manifestando la primera fase
del Génesis donde se dice que Espíritu de la Fuente, flotaba sobre las aguas,
previa a toda creación. Esto no es solamente el elemento Agua, no es solamente
el femenino sagrado sino su conjunción y maridaje con el Agua de arriba, el
Agua del Misterio del masculino sagrado.
Vuelvo
a resonar en vosotros, la fusión de las Aguas. El Agua de arriba reencuentra al
Agua de abajo, bautizándoos en el Espíritu de la verdad. En este reencuentro,
en esta resonancia y en esta vibración, es donde viven plenamente el misterio
de la carne y el misterio de la vida. No hay lugar para otra cosa que todos los
conceptos, todas las vibraciones que se os han explicado a lo largo de estas
Crónicas de los Melchizedech. No vengo, por tanto, a hacer discursos ni a dar
explicaciones, sino simplemente a aproximaros a la evidencia de la
Resurrección.
Soy
tanto el Espíritu Santo, como el Fuego que habita el Agua de abajo.
Soy
el femenino sagrado que ha desposado al masculino sagrado.
Soy
el Agua del Misterio del Andrógino Primordial.
Soy
el agua de la Juventud que os hace renacer de nuevo
Vengo
a resonar y vibrar en vosotros, la futilidad y lo efímero de la persona, para
facilitaros el último paso.
…Silencio…
Soy
el arquetipo de toda manifestación y a la vez el soporte y la esencia de la
expresión de la conciencia que vive y se despierta en vuestro cuerpo de
Eternidad.
Yo
soy el que alimenta la alquimia de la Resurrección y del Misterio.
…Silencio…
Soy
la aceptación incondicional de la Verdad. No veáis en mis frases y en mi “yo”,
otra cosa que lo que nace en vosotros en este mismo momento.
…Silencio…
Soy
la Fuente de la Alegría y de la Paz.
…Silencio…
Soy
también la sangre del cordero que lava vuestras ropas.
…Silencio…
Soy
el suaviza lo que pueda pareceros duro.
Soy
el que ve lo que está más allá de lo que pueda ser visto.
Soy
el que alimenta el Fuego del Corazón
Soy
la onda de Éter que quizá os recorre.
Soy
el soporte de la vida, el soporte de la energía y el soporte de la vibración.
Soy
el receptáculo y el contenido.
…Silencio…
Yo
me mantengo al lado de Uriel
Soy
la Unidad realizada y superada
…Silencio…
Soy
el Silencio.
Soy
el reflejo del espejo sin mancha que refleja hasta el infinito y que se deja
atravesar por entero.
…Silencio…
Soy
el médium que no necesita ver lo que sea ni a quien sea.
…Silencio…
Yo
acompaño al Verbo y soy su receptáculo, su creación. Lo que se mantiene inmóvil
y, por tanto, lo que se mueve por todas partes.
Soy
el que nada bloquea y donde nada resiste.
Soy
la claridad y la visión de nuestras hermanas Estrellas.
Soy
también el Agua matricial donde se imprime la matriz de la vida de Cristo.
…Silencio…
Soy
el Corazón Ascensional y la MerKaBah en movimiento.
Soy
la Fuente de Cristal.
…Silencio…
Soy
el que es cuando ya no es, todo lo que pertenece al orden de tu persona.
…Silencio…
Soy
la quintaesencia del agua de tu cuerpo y de tus células.
Soy
el que apacigua; soy la Paz.
…Silencio…
Soy
la tranquilidad eterna.
…Silencio…
Soy
el Silencio que lleva el Verbo.
…Silencio…
Soy
el que lleva el Agua de Vida.
Yo
soy el acuario y el principio del cambio
Soy
la simpatía y la empatía, el soporte del Amor, su receptáculo y su fertilidad.
…Silencio…
Soy
la escucha y “el que” o “la que” escucha y entiende.
Yo
te devuelvo a ti mismo
…Silencio…
Yo
soy el lugar y el tiempo en el que todo está claro, donde todo es nítido y
donde todo es transparente.
…Silencio…
Soy
el agua que fluye por tu cuerpo cuando el Fuego del Espíritu te habita y te
nutre.
No
soy nadie porque estoy en todas partes.
Soy
tu Agua de Vida que te sacia para siempre y que te quita la sed.
…Silencio…
Soy
tanto el Amor en acción como el Amor en reposo, el Amor que no conoce reservas
ni fricciones.
…Silencio…
Soy
el testigo del Camino, la Verdad y la Vida.
Te
conduzco al umbral de ti mismo, allí donde todos los antagonismos y todos los
complementarios se anulan el uno al otro.
…Silencio…
Soy
en ti lo que ve y lo que es visto.
…Silencio…
Soy
la densidad y la ligereza de la Luz.
…Silencio…
Soy
el tiempo que pasa y el fin del tiempo.
…Silencio…
Soy
el que siembra y el que recoge
Soy
la celebración de la Gracia y la unión mística con el Cristo y con todos.
…Silencio…
He
venido a decirte que estoy aquí que todo está aquí.
…Silencio…
Vengo
a mostrarte y a demostrarte tu verdad si tú eres la verdad.
…Silencio…
Soy
la vibración donde no hay ni inspiración ni expiración. Soy la vibración donde
no hay ni dentro ni fuera.
Estoy
en medio y en el centro de tu Corazón, allí donde está tu misterio, allí donde
fluye la vida Eterna.
…Silencio…
Soy
sin nombre y soy, por tanto, tu nombre de Eternidad.
…Silencio…
Llevo
tus linajes y tu origen.
Soy
el final de lo que debe terminar y el comienzo de lo que nunca debe parar.
…Silencio…
Y
aquí, después de haber acogido mis palabras y mi vibración, se revelan todos
los posibles y lo imposible, también puede ser revelado.
…Silencio…
Yo
soy ese Silencio que crece y que resuena en tus oídos.
…Silencio…
Mi
nombre era Swedenborg y soy también tu nombre, lleves el nombre que lleves.
Soy
el andrógino de tu cuerpo de Êtreté donde nada falta y doy gracias ahora a tu
acogida, a tu escucha y a tu vibración y saludo tu llama de agua viva que
desciende a tu Fuego.
Te
saludo en el Amor Uno y en el Único.
Regreso
a la morada de tu corazón que es mi morada.
…Silencio…
Adiós