MARÍA
La Teofanía Solar
18 mayo 2017
Soy María,
Reina de los Cielos y de la Tierra. Saludo a cada uno de mis hijos que tenga su
corazón vuelto hacia mí o se vuelva hacia mí, con la misma intensidad, la misma
Verdad y el mismo Amor.
…Silencio…
Os he pedido a
todos que me acojáis en vuestro Corazón, en esta mañana, justo una semana antes
del día de la Ascensión, según vuestro calendario terrestre.
Vengo también
en nombre de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, para instaros
a que seáis lo que sois. Ahora, en este día, se trata de una oración dirigida a
vuestro Corazón, más allá de todo personaje y de toda forma.
Muchos de
vosotros habéis respondido a mi llamada y estáis presentes este día, para
instalaros en vuestra eternidad y acoger la felicidad y la Paz. Pero me dirijo
también a aquellos de mis hijos que se apartaron de mi presencia y de mi
corazón, para seguir algo distinto que la verdad inefable del Amor. A todos os
digo que ha llegado el momento de encontraros, no en los juegos que jugáis en
la Tierra, sean los que sean.
Vengo para
aligeraros de toda carga para que podáis pasar por el ojo de la aguja, con elegancia,
con gracia, con majestad.
…Silencio…
Los tiempos
actuales de la Tierra, como sabéis, y os lo hemos anunciado desde hace más de
dos meses, muestran que la Liberación de la Tierra y de su Ascensión a su nueva
dimensión de vida ha comenzado y se intensifica cada día más, desde ahora. Lo
que acaece en vosotros como en la superficie de este mundo, en definitiva, es
solo el resultado de vuestro lugar, vuestro emplazamiento en el corazón o en
otra parte; no hay otra alternativa. Es eso lo que vengo a hacer resonar en
vosotros, es eso lo que vengo a poner a vuestros pies, para que cada vez seáis
más los que encontréis lo que sois, ese Amor que no puede describir ninguna
palabra, que no puede dilucidar ningún concepto. Entonces, mi corazón se vierte
a cada uno de vosotros para que alcancéis la libertad, para que logréis vuestra
autonomía y, sobre todo, vuestra gracia.
El tiempo se
ha cumplido, os lo hemos dicho, y ahora llega el momento de vivir este pasaje a
través del ojo de la aguja con el corazón ligero, con el corazón lleno, sin
volveros a mirar lo que ha sido este mundo, sus privaciones, sus sufrimientos,
pero también sus alegrías, para que nunca más la muerte aparezca en vuestra
Presencia.
Así pues, os
invito a una última gracia antes que mi Llamada sea colectiva -y que nadie podrá
ignorar-, vengo a pediros, con todo el Amor de una Madre, que no tengáis miedo
de estar en vuestro Corazón, allí donde nada puede ser alterado y donde nada de
lo efímero, en vuestra vida y en vuestro cuerpo, pueda ser tocado en esa
Eternidad y en esa joya.
Entonces, os
he pedido que realicéis conmigo, estéis donde estéis, esta Teofanía con mi
corazón, para que pueda dirigirme en este día a una cantidad mayor de mis
hijos, de mis hermanos y hermanas en Eternidad.
…Silencio…
La
organización de la vida que he asumido en este mundo hace mucho tiempo, lleva
en ella la semilla de vuestra Resurrección dentro de esta materia y de esta
Ilusión. Hoy, la Luz adamantina va a tocaros de manera cada vez más profunda,
de manera cada vez más evidente tanto en la Teofanía que realicéis, después de
mi intervención, con el Sol, como en las Teofanías de la tarde de los jueves.
Como sabéis, os queda a algunos, que las viváis, las experimentéis y las probéis
para forjaros en la Eternidad, en la Paz, en el Amor. Buscad el Reino de los
Cielos que está dentro de vosotros; lo demás se desvanecerá por la Gracia del
Amor.
Recordad que
mi Hijo os decía hace más de dos mil años: “El que quiera salvar la vida la
perderá. El que quiera dejarla en las manos del Padre, la encontrará”. Estáis
en el umbral de ese día, en el umbral de mi anuncio; estáis en el umbral de la
explosión de la Verdad donde ninguna farsa, donde ninguna ilusión podrán
mantenerse, donde ninguna ilusión podrá oponerse o presentarse frente a la Luz.
Ha llegado el momento de revelar vuestra Luz a la superficie de este mundo, a la
vista de este mundo, no con palabras, no con representaciones teatrales, sino
como la verdad esencial de vuestro corazón, la que emerge cada día un poco más
y os incita a soltar lo que pensáis mantener, lo que pensáis poseer dentro de
este mundo, haciendo que se aligere vuestra conciencia de forma gradual o
abruptamente.
El cuerpo,
este cuerpo físico, solo puede ser una pantalla para la Luz, no puede estar en
resistencia a la Luz. Vuestro mismo cuerpo os pide, en cada una de sus células,
como dentro de vuestra conciencia ordinaria, que os reconozcáis, que asumáis
vuestra libertad, que la reivindiquéis, que la manifestéis. Esta libertad del
corazón, como ya sabéis, no es para dar cabida a ningún engaño de este mundo
-ya que él mismo es un engaño. Tanto las alegrías que habéis vivido, como las
pruebas y los sufrimientos que hayáis podido atravesar, recientemente o en el
pasado, serán disueltos por la Gracia del Amor. Contentaos con observar eso,
atravesadlo y permaneced en vuestra Morada de Eternidad, allí donde nada puede
oponerse, allí donde nada puede confrontarse, allí donde nada puede resistir.
Os invito hoy a realizar eso, por nuestra comunión común, unos con otros.
Abandonando
toda vuestra voluntad, la voluntad de la Luz surgirá en vosotros, de manera
clara, visible y de manera sensible.
Cada día de
vuestro calendario, hasta la Ascensión, os pido que seáis humildes, que estéis
en la fuerza de vuestro corazón y del Amor que sois. Ese Amor que viene a
iluminar, a magnificar y a solucionar lo que creáis que quede por resolver en
vosotros. Os invito a la felicidad eterna desde este instante, desde hoy y diariamente
durante estos siete días que nos quedan, a vosotros como a nosotros, de esa
fecha (la Ascensión) del calendario.
Yo os pido que
a diario “veléis y oréis intensamente”, que alimentéis a vuestro corazón más
que a vuestro cuerpo, de todas las maneras posibles. Tanto a través del ayuno,
como por alineamiento, comunión o Teofanía perpetua, llamo a cada uno de
vosotros a manifestar su divinidad, a difundir a los ojos del mundo que hoy se considera
liberado del Amor y que, de hecho, está encerrado en el miedo, en las
concepciones, en las ideas y en el olvido de la Verdad esencial que no depende
de ninguna sociedad, de ningún hombre, de ninguna mujer, sino del Corazón Uno,
del Corazón único de la Verdad, del corazón Sagrado. En verdad, hoy, el Corazón
Sagrado, los corazones unidos de mi Hijo y el mío, vienen a vuestro encuentro
para cantar con vosotros el canto de vuestra Resurrección. No hay ninguna
demora, no hay ninguna coartada para evitar que seáis vosotros mismos; todo se
derrumba alrededor de vosotros y en vosotros. Vividlo, vedlo, observadlo.
Sed
simplemente humildes, estad simplemente presentes en vosotros mismos. Cread
momentos de Teofanía con el Sol, conmigo, con alguien que pisa la Tierra
todavía, tanto abierto a mi corazón y a su eternidad como si está en oposición
frontal a eso. No necesitáis palabras, solo ser vosotros mismos, cada vez más y
dejar que eso ocupe el lugar de vuestro efímero. Repito, no hay más plazos ni
más coartadas que mantener. No hay pretextos ni nada que dejar para más tarde,
solo estar ahí con nosotros, toda la Confederación
Intergaláctica reunida alrededor de la Tierra -que aparece cada vez más en
vuestros cielos y en vuestras ciudades-, el Arcángel Mikaël que surca las
tierras y siembra los mares, el Arcángel Uriel que se pone a vuestra
disposición para vivir este último basculamiento, si no lo tenéis hecho
todavía.
Vengo a
instaros, en nombre de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, a
que no pongáis ningún freno al Amor, ningún límite y dejéis actuar, sobre todo,
a la Luz siendo vosotros mismos, estando presentes más que nunca, en vuestro
corazón, en vuestra eternidad, en el Amor. Ese Amor que no necesita palabras,
que no necesita postura que no necesita coartadas, que está ahí situándoos en
la Gracia, en la
felicidad y en la Verdad.
Vosotros sois
el Camino, la Verdad y la Vida; todo lo que mi Hijo hizo, es ahora el momento
de hacerlo y mucho más, para la Eternidad y no para este mundo; estad de pie,
el corazón en llamas, olvidando todo lo relacionado con la historia, todo lo
relacionado con los acontecimientos que están en curso, para instalaros en vuestra
morada de Eternidad, en la belleza del Amor, en la belleza de lo que sois
derribando toda la fealdad de este mundo, todas las ilusiones y todas las
creencias que muchos de mis hijos mantienen todavía por miedo, por necesidad de
dominar, por necesidad de depredación, por necesidad de ascendencia y de
satisfacción de cualquier tipo de deseo pasajero.
Hoy, os invito
a esta comunión, a esta Teofanía que he llamado “perpetua”. Sed eso; todas las
satisfacciones provienen de ahí. No hay ningún obstáculo a la Verdad, ninguna
reticencia que pueda manifestarse.
Os invito a la
comunión en este instante, en cualquier lugar de la Tierra y desde ahora, cada
día, en el Corazón del Corazón, de manera cada vez más evidente. Veréis con
claridad que lo que es verdad, no concierne a nada de este mundo; no es más que
el reflejo del miedo y de la ausencia de Amor que se os ha impuesto, que ha
orientado vuestra vida, vuestras creencias hacia algo distinto que la Verdad.
Por tanto, sí;
servid al Amor, servid a la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres,
servid a cada uno de vuestros hermanos y de vuestras hermanas, no como un acto
caritativo, incluso el más noble. No es momento ahora para esas menudencias,
esos sucedáneos de verdad, de esos engaños. Es momento de ser Verdad, aquí, en
este Corazón donde nunca más tendréis sed, donde nunca más tendréis hambre,
donde nunca más los deseos de lo efímero pueden conformarse con nada. Comulgad
diariamente, aunque vuestra vida esté muy ocupada; encontrad tiempo para la
Eternidad, para vosotros, para la Verdad que emerge en este mundo.
Ahora, los
Jinetes van a pasar a una etapa suplementaria, en su acción de disolución. Toda
la Confederación Intergaláctica
y diversos pueblos de la naturaleza, están con vosotros para magnificar y
preservar vuestra autenticidad, de los acontecimientos ilusorios de este mundo,
Instalaos allí donde no pueda emerger ningún sufrimiento, ninguna duda. Ningún
consejo podrá venir de vuestra cabeza, de vuestra historia, de vuestro
personaje. El mejor consejo, desde ahora, es vuestro Corazón que es vuestro
salvoconducto, vuestra guía y vuestro faro en la noche oscura del alma que
alguno de mis hijos, de vuestros hermanos y hermanas, viven y vivirán en estos
tiempos para ser liberados de todas las ilusiones de la depredación, de la
esclavitud, del control de los demás, del mantenimiento de la Ilusión en la
superficie de este mundo.
Invito hoy como portavoz de la
Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, a todos mis hijos, a dejar
que se eleve su Corazón a la Verdad, a tomar su vehículo ascensional para
comprobar su eternidad, para asentarla y manifestarla sin esfuerzo, con
ligereza y con intensidad, renovada y más fuerte cada día.
Recordad que, en el Corazón del Corazón,
todos estamos conectados, unidos y libres. Ningún
beneficio que pueda aportaros este mundo, no será más que una ínfima parte de
eso. Ved la Verdad, vividla. No pongáis ningún freno, ningún límite a los
requerimientos de la Luz durante esta semana. Diga lo que os diga vuestro
Corazón, hacedlo; pida lo que os pida vuestro Corazón, cumplidlo. Estad
presentes en este Amor, en la Eternidad: estad presentes cada día, con más intensidad:
estad presentes a la Vida, la que nunca pasa, donde la muerte no puede existir.
…Silencio…
El Espíritu de
la Verdad actúa en cada uno de vosotros y todos vosotros tenéis la misma
finalidad, sin ninguna excepción, la de saber que vosotros no debéis ser arrastrados
por ningún sufrimiento, por ningún límite de este mundo.
Muchos de
vosotros, hijos míos, descubrís ahora la fatuidad de cualquier propósito, de
cualquier deseo de este mundo; eso pertenece a la persona y no tiene nada que
ver con los que sois.
En este mundo,
el poder de la seducción y el miedo, toca a su fin. No habrá ni plazos ni
demoras; todo se juega y todo se actualiza ahora. Y, por supuesto, sabéis que
nadie sabe la fecha, pero nosotros podemos aseguraros -y cada vez sois más los
que lo vivís, lo sentís, lo manifestáis- que no solo hay un cambio, una
conmoción, sino la emergencia final de la Verdad eterna, cumpliendo las
palabras de los profetas en un lapso de tiempo que permite, a partir de ahora,
que no seáis afectados, si lo deseáis, por las circunstancias del ajetreo de
este mundo. El único refugio es el Corazón, no necesitáis protegeros en
absoluto. Además, ¿por qué protegerse de la Luz, si solo aquellos que han
permanecido en la sombra demasiado tiempo, piensan que no pueden soportar la
claridad y la Verdad? Todo eso no son más que trampas destinadas a manteneros
dentro del encerramiento de este mundo que no puede existir más; ya lo sabéis.
Desde el mes
de agosto de vuestro año 2009, no existe posibilidad de encerramiento, como
sabéis; lo habéis podido experimentar desde esa época. Os queda hoy, a algunos
de vosotros, ser crucificados, vivir el sacrificio último; volveros hacia
vosotros mismos, allí donde todo está presente en abundancia, allí donde ni el
hambre ni la sed puede afectaros en las necesidades del cuerpo y de este mundo
para daros cuenta que estáis en este mundo pero que no sois de este mundo,
aunque vuestro cuerpo esté aquí. Os recuerdo que mis hermanas genetistas y yo
misma, hemos traído, hace veinte millones de años, los códigos de vida de la
libertad en los mundos carbonados. No volveré sobre la historia porque esta
historia no es más que un paréntesis oscuro que se aleja de vosotros en la
verdad del Amor.
Vengo a
pediros hoy, como Madre, que consagréis todo el tiempo que os sea posible,
dependiendo de vuestra vida y de los requerimientos de la Luz, para estar
conmigo. Y estando conmigo, en vuestro corazón, estaréis con cada hermano y
hermana de la Tierra, con cada uno de mis hijos, de la misma forma. Y así, de
ser a ser, se propagará la buena nueva; no necesita palabras, no necesita
vuestros medios modernos o antiguos, necesita que esta “nueva” se propague de
corazón a corazón.
Vais a anunciar
la buena nueva, no con palabras, no interpretando un rol o un personaje, sino
siendo espontáneamente vosotros mismos con la mayor frecuencia posible. Independientemente
de los elementos de vuestra vida que quieren ataros a este mundo y a su ilusión,
a su estructura, a sus vínculos no dejéis que eso os detenga ni os aleje de lo
que sois. Os espero y toda la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres
os espera en vuestra eternidad; el Arcángel Uriel espera en el último umbral,
el establecimiento definitivo en vuestro Corazón alumbrando, como sabéis, el
Corazón Ascensional, para haceros llegar a vuestro MerKaBah Interdimensional
-poco importa que sea el personal o el colectivo.
Venimos ahora
a cantar en la Tierra con vosotros, con la Luz, a cada minuto. Estéis donde
estéis, sea cual sea vuestra edad y vuestros límites, sean cuales sean vuestras
ilusiones, eso no representa ninguna carga y todo eso se disuelve en la Gracia
del Amor. Lo que vivís en este momento,
a veces, ciertas luces, a veces ciertas resistencias de vuestro cuerpo, no hay
que juzgarlas ni condenarlas, sino simplemente dejar que se aleje de vosotros.
No estáis
atados a nada de este mundo. La Luz trasciende toda moral, toda ley, todo
condicionamiento de este mundo. Entonces, ¿qué esperáis para reuniros conmigo?,
¿qué esperáis para uniros con el impulso sin igual, durante esta semana? Y cada
día con más ardor y más intensidad, vivid la Alegría. Lo demás, no es nada
comparado con esta Alegría, sean las que sean las alegrías que hayáis podido
experimentar en este mundo, sea la que sea la felicidad que hayáis conocido o
vuestros intereses que serán barridos, si no está hecho ya, durante esta
semana.
Por tanto, he
venido a pediros que seáis esta Teofanía, que seáis el signo de la Luz en este
mundo. No hay ningún pretexto que podáis tener para oponeros a eso; no hay
ninguna circunstancia desfavorable para eso, desde este instante. Llamad al
Arcángel Uriel, realizad una Teofanía conmigo y observad. Observad el
alejamiento de toda duda, el alejamiento de todo propósito dentro de este
mundo, mostrándoos la vanidad de querer mejorar un sistema encerrado, desde
hace tanto tiempo. Sed verdaderos, sed auténticos. Cada uno de
mis hijos tiene la misma dignidad y la misma autenticidad, a veces velada por
algún sufrimiento o alguna depredación; pero incluso eso, no representa ningún
obstáculo, es solo vanidad.
Entonces, no
seáis vanidosos, sed lo que sois. En cualquier posición que os mantengáis en
este mundo o en vuestra familia, superad todas esas contingencias, todos esos
vínculos, todas esas servidumbres que se revelan ante vuestros ojos, estallando
la verdad, llevándoos a decir: “sí”, “sí a la Eternidad”, “sí a la Vida”, “sí al
Amor” y “no”, al lado estrecho. Y recordad que eso se vive en vuestro cuerpo.
No tenéis que huir de nada, sólo tenéis que alejaros de las últimas ilusiones y
permanecer firmes en vuestra eternidad.
La Teofanía es
un don sin igual de la Gracia. Recordad que no hay necesidad de aprender, ni
ser teorizado; solo ser revelado y eso no depende de vosotros sino de que os
borréis, de vuestro sentido de sacrificio que os demostrará a vosotros mismos
que nada os ata a este mundo, ni marido, ni mujer, ni dinero, ni religión, ni
código moral, ni ley, porque vosotros sois los niños de la Ley de Uno, y la Ley
de Uno no necesita de ninguna otra ley para ser verdadera.
Las leyes de
vuestro mundo, no son más que el reflejo de la herejía, de la manipulación y
del encierro. Estáis invitados, no a oponeros a ninguna ley, sino a vivir la
Ley del Amor y la Ley de Uno. No juguéis a ningún juego de la dualidad, no os
opongáis; sed vosotros mismos.
Para aquellos
de vosotros que realizáis ya las Teofanías, que habéis alcanzado vuestra
eternidad, os prometo innumerables gracias, así como a cada uno de mis hijos
que se alejen de todo lo que es ilusión, en esta semana.
Os he
acompañado durante todo este mes de mayo y volveré tanto como sea necesario
para afirmar esta Verdad que surge en vosotros.
La
Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres va a posicionarse de manera
cada vez más evidente sobre vuestras ciudades preparando el “Choque de la
humanidad”, para suavizarlo. Los pueblos élficos están listos para acogeros, en
algún lugar de la Tierra donde vivís. El pueblo de los dragones ha acabado la
regulación de los volcanes, que permiten al Fuego de la Tierra, venir a poner
fin a toda ilusión a la vez que el Fuego del Cielo.
Os invito a
mirar siempre en vosotros. Os invito a volver, sin marcha atrás posible, a lo
que sois, a volver a la Verdad, a vuestro Corazón. No necesitáis ningún
conocimiento, no necesitáis ninguna cartera, no necesitáis ninguna ayuda para
ser vosotros mismos. Estamos aquí para acogeros en la gracia de vuestra
eternidad, pero recordad que ese último paso, solo podéis darlo vosotros. Es
vuestro libre albedrío tal y como es conocido en vuestro mundo por los
Arcontes, pero también al nivel de los elementos que nosotros, Madres
genetistas, hemos puesto para evitar que nunca pudiera desaparecer vuestra
eternidad. Eso está en vosotros y en ninguna otra parte. No os dejéis engañar
por las sirenas de este mundo, por las sirenas de las peticiones de vuestro
cuerpo y vuestra alma. Sed el Espíritu de la Verdad, la estrella llameante que
corta todo vínculo a la Ilusión con la misma gracia y la misma ligereza, sin
fallar. Sed verdaderos.
Todos los que
me habéis oído durante esta hora donde me expreso, habéis recibido la Gracia de
mi Presencia, tanto por el Canal Marial, como por la Onda de Vida bajo vuestros
pies. Me tenéis a vuestros pies como me mantengo en vuestro corazón, poniéndome
de rodillas ante vuestra eternidad, ante vuestra belleza también donde ningún
criterio de este mundo pueda ser aplicado o mencionado.
Así pues, os
invito a comulgar en la Puerta de las Estrellas, en el Sol, allí donde han sido
retenidos tanto tiempo, vuestros cuerpos de Êtreté. Es hora de volver a poneros
vuestro traje de gloria, vuestro traje de Luz, vuestro vehículo dentro de los
mundos libres.
Entonces, en
vuestras Teofanías y sé que muchos de mis hijos, hace una semana durante la
última Teofanía y la Radiación Arcangélica, han vivido la propagación de este
Fuego Ígneo en todos sus cuerpos que vienen a consumir este cuerpo de carne
para dejar aparecer el cuerpo de Eternidad. No, lo que viene no es la muerte,
lo que viene es la Resurrección. Solo el que mantiene lo que es la muerte, se
ve morir y vosotros estáis vivos, cada día un poco más. El Fuego Ígneo va a
propagarse, incluso entre aquellos de vosotros que no habéis vivido los
fenómenos descritos durante todos estos años y que llegan ahora a vuestro
corazón. No os inquietéis por este Fuego que viene a devorar, justamente, lo
que es pasajero para dejar aparecer y brillar, a pesar de vuestro cuerpo de
carne, vuestro cuerpo de Eternidad, allí donde no tendréis más sed, allí donde
ninguna sirena de este mundo pueda atraeros a sus redes.
Además, no hay
redes, solo hay costumbres, solo hay un sistema que está ya muerto, como
sabéis, desde el año 2011 y que sin embargo se cree omnipotente en sus últimos
estertores de agonía. Sean cuales sean los países, los pueblos de la Tierra, el
mismo cine llega a su fin. Pronto, no habrá película para grabar imágenes, ni
ningún escenario de vida; la Eternidad se muestra desnuda a vosotros. Por
consiguiente, estad en la Alegría. Instalaos en vuestra Eternidad, diga lo que
diga vuestro efímero.
Responderé a
cada petición, individual y colectiva, durante esta semana. Incluso, os es posible,
durante vuestras Teofanías, sin llamarme, sentir mi Presencia a vuestro lado,
que os viene a alentar en la Teofanía, no en relación con otra persona, ni
incluso a vuestra persona, sino dentro de la Teofanía realizada de corazón a
corazón que es donde el Corazón eterno se revela y la Luz se instala y se
manifiesta cada vez más.
Entonces, sí;
incluso aquellos que no han experimentado los procesos de expansión de la
conciencia a través de los mecanismos llamados “vibratorios”, que no han vivido
ni las Coronas Radiantes, ni la Onda de Vida, ni el Canal Marial, hoy
encontrarán las primeras acogidas a su Eternidad. En toda Teofanía, a partir de
ahora, yo, o una de mis hermanas, estaremos a vuestro lado para realizar la
TriUnidad del Femenino Sagrado para dejar emerger todo lo que representa la
Vida, inscrita en toda forma, incluso sin sexo, dentro de lo que se ha llamado
“feminidad”, que es un atributo más que una función.
Cuando el
Fuego Ígneo os toma, sois realmente trasladados más allá de todo límite, de
toda forma. Preparáis así, el Juramento y la Promesa y lo viviréis ya, tanto si
habéis sido liberados en el curso de esos años como si lo vivía solo ahora.
No tratéis de
pegarlo a ninguna historia de este mundo, aunque sea la más bella; no tratéis
de unir eso con lo que pertenece a lo efímero. Vosotros entráis de lleno en lo
desconocido donde nada de lo que era conocido antes, puede seros de ninguna
utilidad. Y así muchos de mis hijos entran ya, independientemente de la
persistencia de este cuerpo, en su forma. Ellos se convierten en portadores de
Luz o ancladores de Luz; ellos se vuelven en lo que son desde la Eternidad, los
niños de la Ley de Uno, los Cristos vivientes.
En este
momento, no os dejéis llevar por las coartadas espirituales de muchos falsos
profetas que quieren esclavizaros a su verdad religiosa y a su punto de vista.
Sed libres de toda autoridad, sed libres de todo condicionamiento, no por un
deseo, sino simplemente por la fuerza de la verdad de vuestro Corazón. No
tenéis nada que hacer, no tenéis nada que ser que no seáis desde la Eternidad.
Entonces,
hijos míos, voy a dejaros descansar para preparar -y cuando lo oigáis, eso
estará realizado- vuestra Teofanía con el Sol, que abrirá siempre más, la
Puerta de las Estrellas y os mostrará vuestro Sol cada vez más grande y
abierto, viviendo él también, su Liberación y su Ascensión por la vuelta del
astro desconocido.
Mi Llamada se
oirá en el momento oportuno que no conozco, pero sabed que ahora estoy lista, a
cada minuto, con todos los pueblos de la naturaleza, con todos mis hijos que se
han vuelto a ellos mismos, hacia su eternidad, para llevar a cabo este pasaje. Y
recordad, que es una alegría inefable, es una verdadera resurrección, un cambio
como ningún otro cambio de este mundo que pueda evocarse, pensarse o incluso
vivirse, mientras que lo antiguo está aquí.
Lo antiguo
hoy, está para mis hijos, aquellos que os habéis girado hacia vuestro corazón,
hacia mí, hacia vuestros hermanos y hermanas a través de las Teofanías, a
través de las comuniones y os pido que seáis lo más espontáneos posible, no
para tratar de remitiros al intelecto en lo que se experimenta, ni interpretar,
ni proyectar, ni desear, sino simplemente ser, con toda la Confederación
Intergaláctica de los Mundos Libres, en vuestra Eternidad. Esto es lo que se
revela, esto es lo que toda la Confederación Intergaláctica os llama, como una
última gracia antes que la Gracia eterna se manifieste. El Fuego Ígneo va a
volverse cada vez más perceptible, incluso más allá de las Teofanías; vuestra
forma no parecerá ya impermeable como antes, no estaréis limitados a esta
forma, aunque esta forma permanezca antes o después de mi Llamada.
Entonces,
celebrad. Celebrad estas Teofanías para que vuestro cotidiano se vuelva
enteramente eterno y no sufra más de carencia, no sufra ya de fracaso,
independientemente de vuestro estado inicial, sea cual sea vuestra riqueza o
vuestra pobreza.
La Teofanía
con el Sol, está destinada obviamente, a magnificar el Fuego Ígneo, no solo en
el Corazón del Corazón sino en toda esta forma efímera. Dejaos consumir por la
Alegría, por el Amor. En cada uno de vosotros está actuando el mismo Fuego
Ígneo, el mismo corazón, la única Verdad.
…Silencio…
Yo soy María,
Reina de los Cielos y de la Tierra, portavoz de la Confederación Intergaláctica
de los Mundos Libres. Mi Corazón de Madre se derrama en todos vosotros. Mi
Corazón de Madre reconoce a cada uno de vosotros porque soy, efectivamente,
cada uno de vosotros desde la Eternidad.
…Silencio…
Que la Paz, el
Amor, la Verdad y la Luz sean vuestro reino, por los siglos de los siglos, en
la Eternidad. Os amo, entonces, amaos los unos a los otros como Él os ha amado.
…Silencio…
Yo soy María,
Reina de los Cielos y de la Tierra y honro a todos vosotros en este instante,
por el don de mi corazón a vuestro corazón.
…Silencio…
Y os abrazo a todos vosotros, en el Fuego
del Amor, en el Fuego Ígneo de la Verdad.
…Silencio…
Estoy aquí, como vosotros estáis aquí
…Silencio…
Estaré con vosotros a las 11:00 horas,
aquí donde estoy, en vuestra comunión con el Sol, en vuestros esponsales con
KI-RIS-TI, para haceros vivir el Paráclito, el Espíritu de la Verdad, para
mostraros que el Impersonal es la única Verdad.
Os amo y os bendigo en la Gracia
perpetua de la Teofanía.
…Silencio…
Dondequiera que estéis en la Tierra, en
cualquier lugar en que os mantengáis, ahora puedo tocaros y todos vosotros, en definitiva, no tendréis más que reconocerme, hacer un
acto de contrición y de redención. Así es la Gracia de la Luz.
Os amo. Vosotros sois el Amor. Amaos en
lo que sois.
Yo soy María, Reina de los Cielos y de
la Tierra. Yo soy la Gracia en acción con vosotros y entre vosotros y recordad
que estaré a vuestro lado en toda Teofanía que viváis, que viene a confortaros
en lo que sois, más allá de toda forma, incluso dentro de los mundos libres.
Entonces, yo deposito en cada uno de
vuestros corazones, la bendición de la Eternidad y digo: “Bendito sea el
Eterno, bendito sea el Eterno, bendito sea el Eterno”.
Id en Paz
…Silencio…
***