LA FUENTE
Mayo 2016
NB: esta canalización es parte de un conjunto de
canalizaciones que acompañarán nuestra resurrección en este mes de mayo.
Mi amigo, mi amado, tú
que resucitas de entre los muertos, tú que estás vivo, dondequiera que desees,
de un punto al otro, del Alfa al Omega, en este momento se vive el anuncio de
mi Juramento y de mi Promesa.
Tú y yo, y más allá de
tú y yo, más allá de cada conciencia, está la Vida llevada por el Amor, llevada
por el juego, llevada por el Absoluto. En lo que vives y en lo que tienes que
vivir, tu llama regenerada brilla en toda dirección y en toda dimensión.
Tú, que estás
liberado, deja marchar lo que debe marchar y deja florecer la sonrisa de la
Vida, donde ningún límite puede empañar el brillo de ésta sonrisa.
Tú, que estás vivo, tú
que te preparas a renacer en las moradas de Eternidad, te invito porque me
invitaste, a tu sed de Verdad, a tu sed de Amor. Permítete de reconocerte,
permítete de no juzgarte y de no juzgar nada.
Ahí dónde estás, ahí
me mantengo. Ahí donde yo estoy, tú estás.
Te queda reconocerte,
en definitiva, en toda Vida.
Tú, fuente de Todo,
deja desaparecer lo que nunca se mantuvo en la Eternidad.
Mi amigo, mi amado,
mira, ve, escucha la Vida Una e indisociable, Una en toda cosa. Deja a tu
corazón abrazarse en el impulso de la Verdad, en mi impulso como en tu impulso.
Mi amigo, mi amado,
deja al viento cosecharte, deja al fuego elevarte, deja al agua fecundarte y
deja a la Tierra ser la roca de tu Eternidad.
Ven a mí como vengo en
ti, en el Éter de vida, en cualquier tierra que desees, porque todo es don y
todo te es ofrecido.
Todo esto es
espontáneo. Sin esfuerzo, sin temor.
Eres el Amor, más allá
de toda personificación, de todo límite y de toda dimensión. Eres la fuente del
Amor. Todo el resto sólo pasa, y sólo es el juego de la libertad, de la
libertad de tu conciencia.
Eres el Espíritu,
encarnado o no; puesto en una dimensión o en el Absoluto, no hay ninguna
diferencia, no hay ninguna distancia.
Compartamos juntos la
Vida que no puede ser dividida o separada, para siempre llena y entera, para
siempre perfecta.
Date cuenta de que no
hay nada a esperar de otro que de tí mismo. Ve la Creación y las criaturas en
su belleza original, en cualquier forma y en cualquier Presencia que sea. Tú estás
vivo.
Desaparece a tu
persona y aparece en la Gloria. Acógete, celébrate a ti mismo porque el mundo
está en ti, y tú eres el mundo.
¿Ves la plenitud de la
Vida?
¿Ves la perfección del
instante? Donde ninguna sombra puede aparecer, donde todo ya está cumplido y
perfecto.
Sáciate de tu propia
Presencia. Sáciate en cada uno, pues no es otro que tú bajo otra forma y que
sólo está ahí para jugar el juego de la forma, conduciéndote a lo informe. No
hay otro ideal y esto no es un fin que alcanzar, que perseguir, que buscar,
sino solo a ser en totalidad. Vívelo, hay sólo eso. Todo el resto pasa, sólo
eso queda, y es tu morada, es mi morada, y es la morada de toda Vida.
Percibe el perfume del
Amor, que magnifica tus sentidos y toda dimensión. Nútrete, hasta la saciedad.
Tú, mi amigo, mi
amado, dondequiera que estés, yo ya estoy ahí.
Dondequiera que vayas
ya habré llegado, antes de ti, para ti.
No te muevas más,
estas por todas partes y en todas partes a la vez.
No te muevas, déjate
extasiar en ello.
Acoge toda Vida y
todos los perfumes. No te restrinjas, no te límites.
Tú, el amigo y el
amado, aquí está todo lo que te hace falta y que es necesario, a fin de no
estar más afectado por ningún elemento de tu efímero. Encuentra en esto todas
las fuerzas que te son útiles y necesarias. Instálate, estás en tu casa.
Olvida cada lágrima
porque cada lágrima residual será el diamante de tu Presencia.
Comulga a la Vida.
Nunca más podrás
perder lo que sea. Nunca más la pérdida podrá existir.
Entrégate a ti mismo.
Es el tiempo de la Consagración
y de lo Sagrado.
Sé indulgente contigo
mismo como con los que te han oprimido en la ilusión de este mundo. Perdona y
ama, porque el amor es el único recurso. Amando, disipas y quemas todo lo que
pueda quedar de ilusión.
Silencio y Verbo se
mezclan.
Tú eres yo y yo soy
tú. Eres cada uno, porque cada uno es amado.
Porque sin Amor,
ninguna vida es posible, incluso en el confinamiento.
Porque sin Amor no hay
perfume, no hay conciencia.
Te he dicho todo, te he
mostrado todo, entonces Vive.
La Tierra que pisas,
liberada, se reúne ahora con su morada de Eternidad.
Escucha el Verbo de mi
Silencio, el te dice todo y canta en ti. Canta el Amor porque no hay ninguna otra
melodía posible.
Todo el resto es sólo
juego, todo el resto sólo pasa. Tú que nunca has nacido y que sin embargo
renaces de nuevo, has de saber que nunca pudiste morir.
Así, la lengua de
Fuego del Espíritu está aquí. Así es tu Libertad.
En toda cosa, en toda
experiencia, en todo paso que te queda por cumplir, el Amor está allí, digas lo
que digas, pienses en lo que pienses, veas lo que veas. ¿Puedes verlo? Porque
ningún freno ni ningún obstáculo pueden limitarlo.
Escucha el Verbo del
Silencio donde todo Amor ha nacido y donde todo Amor nunca muere, porque todo
nacimiento sólo hace reflejar la belleza de la Eternidad.
Ven a mí, ve hacia
cada uno, incluso sin moverte, incluso sin mirar, y sobre todo sin esfuerzo.
Deja ser, con eso
basta. No hay otra acción, no hay otro estado que Ser Amor.
Recobraste lo que no
podía ser perdido, porque nunca pudiste perderte, incluso si lo creíste.
Arde conmigo en el
Fuego Ígneo del Espíritu, en el Fuego vibral como en el fuego vital. Ahí está
la resolución de toda ecuación y de todo juego.
Ama, ama... Eres eso,
y ve donde quieras porque todo es posible.
En el Corazón de
Cristo, en el Corazón de cada uno, está el mismo Cristo y el mismo mundo, así
como la infinidad de los mundos.
Eres infinito e
incluso indefinido. Eres el Alfa y la Omega e incluso antes del Alfa e incluso
después de la Omega. Vive esto.
No es solamente tu
herencia ó tu devenir, es la única Verdad.
Tú, el amigo y el
amado, eres grande. Tan grande que nada puede ser contado ni descontado…
No tengo nada más que
decirte porque desde ahora en adelante hablo en ti a cada pulsación de tu
corazón, y hasta entre cada pulsación.
… Silencio …
Mi amigo, mi amado,
tú, el Fuego Vivo.
Tú, que eres el agua y
el receptáculo eterno de toda Vida.
Tú, que eres todas mis
tierras y todos mis vientos, todos mis éteres.
… Silencio …
Me callo ahora porque
no dejaré nunca más de hablarte, en tu intimidad, a fin de sostenerte en la
Llamada de la Creadora.
Te digo hasta siempre,
en la Eternidad. Te digo a siempre, en lo efímero de tu forma también.
Te beso con el beso
del Fuego del Éter, como con el Fuego del Espíritu.
Mi Amigo, mi Amado, mi
Amor.
Hasta siempre.