EL IMPERSONAL
Parte 6
Septiembre 2016
De nuevo saludo tu llama, y en verdad te digo, pregunta, porque tus
preguntas sólo son las mías, lo mismo que las respuestas son las mías y las
tuyas; no hay diferencia. Así que, te invito ahora a preguntarte, no sobre tu
persona, sino sobre lo esencial. Lo que te plantea un problema, lo que te
preguntas en ti, debes en lo sucesivo, encontrar una respuesta inmediata e
instantánea, demostrándote así a ti mismo, que lo esencial es tu Esencia y no
tu persona.
Así, te bendigo por tu Presencia y mi Presencia. Así, el Fuego está
presente en nosotros, en nuestro Corazón. En este espacio, escuchamos lo que tu
Corazón pregunta, lo que tu Corazón responde. Entonces, escuchemos lo que él
tiene a decirte.
...Silencio …
Así, escuchamos las preguntas en el Corazón, allí donde sólo puede
encontrarse la respuesta justa y verídica.
...Silencio …
Pregunta: siempre
tengo una profunda tristeza en el fondo del corazón. Accedo a momentos de paz,
de serenidad pero no a la Dicha eterna. ¿Puede ayudarme?
En verdad, querida, todo lo que va y viene sólo está ahí para permitirte de
observarlo. Así compruebas lo que se celebra en ti, lo que llamo
“oscilaciones”. Esto sólo traduce los ajustes en curso, dándote a ver y a vivir
lo que describes. No obstante, pongo tu atención sobre el hecho en que la pena
del corazón o la tristeza del corazón sólo concierne a la persona.
Así que, aprovecha los instantes y los momentos en que la dicha está aquí
para cultivarla, alimentarla. ¿De qué modo? me preguntarás. Simplemente fijando
tu conciencia en la inmovilidad de este instante, percibiendo y sintiendo lo
que se despliega en ti en estos momentos. En lo esencial, no hay causa que haya
que buscar, incluso si por supuesto ésta puede existir, puede tener numerosas
explicaciones y justificaciones. Como tal vez lo percibes, cualquiera que sea la
intensidad de la tristeza, esos momentos, no representan nada frente a la
alegría, incluso efímera, que viene ella, fuera de todo concepto, de toda causa
y de toda función.
Cultiva estos instantes. Cuando la alegría es probada y sentida, instálate
en ella. En los momentos en que, a la inversa, es la tristeza la que aparece y
se manifiesta a tu conciencia, usa el recuerdo, no del pasado sino de la alegría
presente, que ha sido sin embargo vivida en un momento dado, pasado, pero que
sin embargo, como dije, siempre está presente, hasta si la tristeza toma la
delantera. Entonces en este caso, piensa, sírvete de tus herramientas en el
seno de la persona, no para alimentar la tristeza, sino para recordar la alegría,
y ésta vendrá a tomar el lugar de la tristeza. Piensa en el Fuego, aquel que te
doy ahora y quien viene a quemar lo que no es esencial, lo que no es
indispensable y lo que no es justo.
Recuerda también que en estos tiempos particulares efímeros de la Tierra,
hay, cualesquiera que sean los momentos de alegría o Dicha eterna, el recuerdo
de lo que fue este mundo, de lo que fue tu vida, con sus alegrías y sus penas.
Existe pues un duelo que realizar concretamente de lo que se celebra en este
momento. El duelo, por supuesto, no es el duelo de las alegrías, sino el duelo
de las penas, y de las tristezas. Fíjate, en estos momentos de dureza, en la
dulzura de tu Corazón, en la dulzura del recuerdo de esos momentos de alegría
que sólo eran efímeros y volverán a ser efímeros, y luego eternos por un tiempo
muy corto, en cuanto no procuras resolver la tristeza en una causa, en una
explicación, en una razón, sino más bien, en estos momentos duros, de recordar
lo que es la dicha, a fin de hacerla revivir en el instante del Aquí y Ahora.
Pregunta: Le
solicito una ayuda y un consejo, para ampliar cada día más el Fuego del
Corazón.
En cuanto a mi ayuda, es esta:
… Efusión…
En cuanto a mi consejo: en cuanto ha sido vivido, en cualquier duración que
sea, este Fuego del Corazón, cualquiera que sea su intensidad, éste nunca puede
desaparecer. Puede efectivamente oscilar, reavivarse, y parecer apagarse, pero
las brasas nunca se apagan. Entonces, en lo que te concierne, dejar crecer el
Fuego del Corazón, consiste simplemente en nutrirte a ti mismo, por tu Atención
e Intención, por tu observación y capacidad en desaparecer de ti mismo en estos
momentos. Entonces este Fuego se instalará en perennidad y en la Eternidad.
Apóyate en lo que eres. No busques apoyarte en cualquier elemento o razón de la
persona, cualquiera que sea, comprueba simplemente estas fluctuaciones, ahí
también, y déjate llevar a los momentos de Gracia que acabarán, estate seguro
de ello, en el estado de Gracia y beatitud.
El aprendizaje de la beatitud necesita en cierto modo, de una forma de
deshabituación de lo que constituye a lo efímero, de lo que constituye las
costumbres en encarnación, las costumbres de la materia, y sobre todo de las
consecuencias directas del encierro.
Lo que dije anteriormente es aplicable en ti. Ve la inspiración y la
creatividad porque es en esto, cuando tú mismo desapareces – como fue tu caso
durante mi escucha –, que el Corazón se despierta, que el Corazón arde y
mantiene su llama. Aprovecha estos momentos que te son concedidos para
alimentar esta llama, para alimentarla, simplemente siendo dulce y tolerante
contigo. Portándote así, llegarás a tu propio Amor incondicionado, no a través
de tu forma, no a través de tu historia, sino aquí también, a través de tu
esencia.
He aquí la respuesta del Fuego, para cada uno de ti:
…Efusión…
Pregunta: Vuestras
intervenciones me hicieron atravesar el temor de morir a mí mismo, luego una
forma de desaparición, con la mente estando siempre presente, y de vivir por
fin el Fuego del Corazón. ¿Cómo ir más hacia el Silencio, ya que la mente está
aquí, y desaparecer totalmente a mí mismo en este Fuego de Amor?
Bien amado, en realidad no hay nada que hacer, pues ya está aquí. Es lo que
debe ser devuelto a la conciencia: la Certeza, no como creencia, sino como
Evidencia, de que este Fuego del Corazón siempre estuvo ahí. La mente, como
dices, en el estado actual de tu conciencia, como de la conciencia colectiva de
la Tierra, no puede refrenar lo que sea respecto a este Fuego. Es simplemente
el hecho de desviarte de él, lo que parece atenuarlo. No olvides tampoco de que
no puede haber búsqueda, que no puede haber otra cosa que la intención,
absoluta, hacia esto. No pienses en tus miedos, no pienses en tus dudas, no son
lo que eres. Es sólo la manifestación de tu propio efímero, que no quiere
borrarse, digas lo que digas y hagas lo que hagas.
Entonces, alimentaros por el Fuego del Corazón cuando éste está aquí, y que
aflora a veces. No olvides tampoco que la Inteligencia de la Luz encuentra en
ti, en este período del Cara a Cara último, el camino más directo y más corto
hacia tu Eternidad, que crees poder encontrar o buscar. Porque esto ya está
aquí, no tienes que reencontrarlo, no tienes que buscarlo, sólo tienes que
soltar lo que se manifiesta en el seno de tu conciencia, porque tus dudas y
temores no te pertenecen personalmente. No son tuyos, están simplemente
presentes, en algunos momentos y en algunas resistencias, sobre las cuales no
tienes medios directos de acción, sino de inclinarte únicamente, ahí también,
hacia la dulzura.
No busques desaparecer, porque buscándolo se aleja de ti, como a aquél que niega la Luz. Conténtate pues con apoyarte en
tu respiración, inspirando y expirando de manera profunda, en los momentos de
duda y de temor, a fin de liberar tu Corazón de lo que le duele.
Haz bajar el soplo a nivel de lo que es llamado el «Hara», en tu vientre.
En estos momentos, el Corazón encontrará su vía de expresión por sí mismo y en
sí mismo, sin dudas ni miedos, y ahí también sin preguntas, y el mismo mental
se borrará, en esos momentos, de sí mismo. Déjate absorber por el Fuego, en los
momentos en que está presente.
No busques, cuando la dureza se presenta, de resolverla. Déjate atravesar y
dirige tu respiración hacia abajo en tu cuerpo. En ese momento comprobarás que
la vibración del Fuego ha renacido en ti, viniendo de algunas Puertas y convergiendo
hacia tu Corazón, devolviéndote y haciéndote entonces pasar a tu conciencia de
Eternidad, a tu esencia. Inclínate por la intención de la conciencia sobre las
Puertas llamadas Atracción y Visión sucesivamente, y luego las Puertas AL y
Unidad, a fin de favorecer el último paso – definitivo – de la Puerta Estrecha
OD.
No hay culpabilidad, ni responsabilidad, porque en cuanto hay culpabilidad
o sentimiento de responsabilidad – al igual que en la búsqueda de lo que deseas
–, sólo te alejas de lo que Eres.
Reenvía las dudas y miedos al nivel de donde salieron, no por la voluntad,
ni por el pensamiento, sino únicamente por tu soplo. Déjalos apaciguarse y
descender a su lugar de elección. El Corazón entonces, en su Fuego, se
manifestará y participará del mismo movimiento de descenso, para acabar con la
dureza, las dudas y temores.
He aquí la respuesta del Fuego:
…Efusión…
Pregunta: En
un sueño, Anaël vino a decirme: «¿Qué haces? Estamos en los preparativos y
listos para partir. ¿A qué esperas?». Al despertarme, me quede atrapada por el
sopor, pues no me sentía preparada.
Querida, ninguna persona estará nunca preparada para el final de la
persona, Liberado Viviente o no. Abandona pues la pretensión de tener todavía
una distancia que recorrer para estar preparada: siempre estuviste preparada,
cualesquiera que sean tus caminos, cualesquiera que sean tus vibraciones. No
estar preparado es una creencia, y estar listo es una verdad. No hay otra
alternativa.
Esto te invita también a acoger lo que te dijo el Arcángel, sin
remordimiento y sin culpabilidad, y aún menos con el sentimiento o creencia de
no estar preparada. La dicha, en el momento de la Llamada de María, será tal,
que no podrá haber allí la menor duda sobre la ligereza de lo que sucede. No se
trata de apegos, se trata simplemente de creencias, nada más, y ahí también de
una falta de Amor incondicional hacia tu esencia. No hay nada que creer, hay
solo que estar conforme. No hay nada que soltar, solo a ser la Verdad. La
distancia sólo existe para la persona. Para lo que Eres, nunca hubo la menor
distancia.
Así como él te lo dijo, no hay nada a preparar ya que todo está ya listo.
Los equipajes están listos. No hay ni
retraso ni adelanto, sólo hay el reloj de los tiempos últimos, para cada uno.
La persona siempre dirá que no está lista, porque la duda forma parte de la
persona. Necesita de apoyarse en esta duda, nacida de la persona, en lo efímero
y la probabilidad, mientras que estar listo, es una certeza y una verdad
absoluta, que no tiene nada que hacer de la menor duda.
La persona misma no tiene nada que preparar. Lo que fue preparatorio es la
integración de la Luz a través de todo lo que ha sido vivido durante numerosos
años. El resto es sólo quimera, y allí también creencia, inducida por la duda y
por la persona misma. Cambia aquí también de mirada, cambia de perspectiva, y
te darás cuenta de que en definitiva siempre estuviste preparada, incluso si tu
equipaje no está listo, lo que evidentemente, no tiene ninguna importancia,
porque no te llevas ningún equipaje ni nada. Serás libre de todo peso, tanto para
ti como para cada uno.
…Silencio…
A cada muerte en este mundo, no en estos tiempos tan particulares, sino en
cada vida por las que pasasteis, recordad que nunca os lleváis nada. Los únicos
equipajes embarazosos son los de las creencias, de los sentimientos de no haber
llevado hasta su término, cualquier misión, rol o conducta que sea. Pero esto
nunca dura, porque desde el instante en que la materia no está más, encuentras
en tu alma una ligereza, incluso si no es la Libertad. Hoy, en la Llamada de
María, el alma no podrá interferir, será neutralizada para dejar la potencia
del Espíritu actuar en lo que es necesario.
Entonces no te preocupes de un cualquier equipaje. Sé verdadero. Vive el
instante lo más posible que te sea concedido, más allá de las obligaciones, más
allá de las responsabilidades. Aprovecha cada momento de libertad de la persona
para ser libre en esencia y en Verdad. Es así que el Cara a Cara concluye, de
manera inexorable e ineluctable, que sea en estos días, o bien en el preciso
momento de la Llamada de María.
Cuando el Coro de los Ángeles, a través de las Trompetas y los Jinetes del
Apocalipsis se manifiesten, no quedará nada a lo que agarrarse. Quedará solo a
vivir lo esencial, que esto sea en la perpetuación de este cuerpo por un tiempo
limitado, o que sea en el abandono de este cuerpo.
He aquí mi respuesta que, te lo recuerdo, es tu respuesta:
...Efusión…
Pregunta: Mi persona tiene ganas de disfrutar hasta el final del recreo en 3ª
dimensión, y se regocija de participar a un espectáculo poco frecuente. ¿Hay
egoísmo en eso?
Bien amado, hay libertad total de tu conciencia. Esto no quiere decir que
haya un apego a tu persona, esto quiere decir simplemente que no hay vivencia
de la Eternidad, de la Última Presencia o del Absoluto, que están más allá del
velo. Si no, ninguna palabra podría salir de tu persona. Hay solo desconocimiento,
y no vivencia de la Dicha Eterna que te espera. Entonces no es egoísmo, hay
únicamente lo que llamé desconocimiento, de lo que todavía no se ha
experimentado.
Aquel que experimenta y se instala más allá de todo estado, incluso en la
Infinita Presencia, y hoy del Sí, y a priori de manera todavía más evidente en
el Absoluto, Es. En ese momento, nada más puede impedir a la vida de fluir, que
sea el disfrute de la persona en cualquiera sector que sea. No hay pues ni
culpabilidad ni resistencia, te lo repito por tercera vez, es simplemente un
elemento que todavía no ha sido vivido. Entonces conténtate de vivir como lo
haces, con gusto, a lo que te ofrece la vida en este mundo.
No lo dudes.
No hay culpabilidad que tener, hay simplemente algo que todavía no se ha
vivido. Pero en la Ley de Gracia y de la Inteligencia de la Luz, nunca hay
error, y si llegaste hasta ahí, es que tal vez tu Corazón te permite justamente
de vivir el disfrute de lo efímero. Es totalmente posible de vivir el disfrute
de lo efímero, sin estar atado a él, a pesar de una forma de avidez.
Entonces
vive, y no te preocupes de otra cosa. Sé simple y espontáneo. Vive lo que la
vida te da a vivir, ni más ni menos. El estado de Gracia llegará en el momento
oportuno, ya que la Liberación, te lo recuerdo, es colectiva. Simplemente, ves
por ti mismo si gozas de la vida o si estas atado a la vida. El apego a la vida
no es un goce, es pesadez, es dureza. Mientras que el disfrute de la vida,
incluso si está inscrita en la persona, desde el instante en que existe en ti
una tensión hacia el Absoluto, que ni percibes ni vives de momento, esto basta
para probar de que no hay apego, que no hay resistencia, sino tal vez un lado
excesivo de los goces de la materia. Esto forma parte de la libre experiencia
de la conciencia en cualquier mundo que sea, excepto por supuesto en los mundos
encerrados que os privaron de la reconexión real y efectiva con la Eternidad.
Pero esto está en resolución, en estos momentos.
He aquí mi
respuesta:
...Efusión…
Te repito la
frase del Comendador: «Ama y haz lo que más te gusta», porque en el Amor,
incluso si la experiencia del Absoluto, del estado más allá de todo estado es
vivido, hay Gracia y ligereza. El apego lleva al dolor. El disfrute de la
materia no es egoísmo, sino encarnación completa de tu esencia en este mundo.
No hay ni error, ni falta de posicionamiento, ni de observación, la
Inteligencia de la Luz te lo mostrará muy pronto.
El disfrute
de esta materia no es posesión, sino simplemente un punto de vista de la conciencia.
Te es fácil además de ver en tu vida, en su anamnesis, en su vivencia, si hay
predación, si hay posesión o si hay simplemente, a la inversa, el principio de
goce y de disfrute que no ejerce ningún control, sobre lo que sea.
… Silencio…
Pregunta: Muchos bebés nacen pareciéndose a Ángeles.
¿Tienen alguna utilidad en estos tiempos?
Las llamas y
esencias que nacen en estos momentos, no de manera exclusiva pero importante,
son efectivamente ángeles, porque desde donde estaban, vieron, evidentemente,
por la proximidad de los acontecimientos, lo que se iba a celebrar. Entonces
son efectivamente ángeles. Fueron ávidos de vivir este momento en la carne,
porque no hay dicha más grande, que la de vivir la Liberación en la carne.
He aquí mi
respuesta:
…Efusión…
Pregunta: Desde hace más de un año, me duermo
durante casi la totalidad de vuestras intervenciones. ¿Se debe vincular eso a
los grilletes en los tobillos?
Querida, si
te duermes en las intervenciones, es que desapareces a ti misma, y no en las
demás dimensiones. Ahí está la única verdad, y lo esencial de lo que tiene a
vivir tu esencia y tu llama.
Los
grilletes en los tobillos os impiden de marchar a otro estado, pero no os
impiden de ninguna manera, de vivir la disolución y la desaparición.
La aptitud a
la desaparición, a la disolución, o al adormecimiento si prefieres, prueba la
finalidad, de que no hay más nada a preparar, cualesquiera que sean las durezas
de tu vida, cualesquiera que sean los grilletes en tus tobillos. No hay mejor
marcador, pienses lo que pienses y vivas lo que vivas o no, que esta
desaparición cuando estamos en Presencia.
En la
escucha, los hay que escuchan, los hay que pesan y sopesan las palabras y se
instalan en la mente, y los hay que finalmente desaparecen.
He aquí mi
respuesta:
...Efusión …
Pregunta: ¿Cómo superar las iras y emociones que me
volvieron a aparecer, y que me sumergen?
Querida, en
verdad lo que reapareció, a veces con intensidad y exuberancia, no es ni una
recaída, ni un castigo, ni una regresión. Se trata simplemente de decir adiós
también a estas iras, de verlas por lo que son, y lo que fueron. Déjalas
atravesar. Allí también, no te vincules. Vivas lo que vivas, y que estés
afectada o no, no tiene ninguna incidencia.
La ira es el
Fuego que se eleva. Deja al Fuego descender. El Fuego del Espíritu pone fin al fuego vital y a las emociones, y
en particular a la ira. La tristeza perjudica al Corazón; la ira no perjudica al
Corazón, perjudica a la persona, y esta ira es incluso a veces un elemento que
viene a consumir lo que quedaba de efímero. Entonces, en cierto modo, ahí
tampoco busques sobreponerla, al contrario, mira las cosas a la inversa. Rinde
gracia y agradece a tus iras, cualesquiera que sea su intensidad, porque están
aquí para quemar lo que debe ser quemado.
Este fuego
de la ira no necesita de tu intervención, ni necesita de tu conciencia. Acepta
de vivirlas, aunque sean atronadoras. Déjalas evacuarse completamente. No
retengas nada, no refrenes nada, para no perjudicar a otros evacua tu ira en la
naturaleza, hacia un árbol o un vórtice, y déjala salir definitivamente. Esto
sólo puede quemar lo que hay a quemar.
He aquí mi
respuesta:
… Efusión…
Pregunta: Sintiéndome bien, en mi mismo siento una
frustración frente a los que se expresan con facilidad, entonces a menudo me
quedo en silencio. ¿Qué tengo que comprender o entender de eso? ¿Qué lección
sacar?
Querida, en
verdad te lo digo, felices los simples, felices los que guardan silencio, cualquiera que sea su frustración,
porque ellos permanecen mirando hacia el Corazón del Corazón, cualquiera que
sea la frustración de no expresarse, o de no vivirlo. Quédate dónde estás,
estás en tu justo lugar. La frustración no pertenece a tu Corazón, sino a tu
cuerpo.
Conténtate con
quedarte así. Algunos se expresan, otros no; unos viven, otros no. Hay simplemente,
a pesar de la frustración, un movimiento de la energía y de la conciencia vuelta
hacia el silencio, y entonces hacia el Corazón del Corazón. Piensa en ello,
diga lo que diga tu cuerpo, o tu cabeza. El que queda en silencio puede ser
llamado bienaventurado, simple de espíritu. El esplendor, la emanación de tu
Corazón, no necesita de palabras, no necesita ser expresarlo, incluso si
efectivamente tu persona pueda sentir la frustración de no intercambiar, como
en este caso.
Es una
invitación de la Luz y de su Inteligencia a quedarse en este estado. El movimiento
de la energía y de la conciencia está mirando hacia dentro. La fase de
expansión que ha sido vivida, desde algún tiempo sobre la tierra no era ni una
obligación ni una justificación, sino simplemente una polaridad de la conciencia expresándose, no para vosotros, por cualquier
placer que sea, sino más bien para sentar la instalación de la Luz y su
densificación. El silencio permite una densificación mucho más rápida que la
propia emanación.
No hay pues
un mejor sentido de la energía y de la conciencia, hay solo un sentido de la
conciencia, de la energía y de la vibración, que dependen de un cierto número
de elementos de tu esencia, pero también de tu persona. Lo introvertido no
puede volverse extrovertido. La Gracia de la Luz, te lo recuerdo, sigue las
líneas de menor resistencia, y permite simplemente a la persona de estar –
incluso frustrada – en acuerdo con la Esencia.
He aquí mi
respuesta:
...Efusión…
Pregunta: frente a las personas que necesitan
hablar mucho de sus sufrimientos, me pongo en el Corazón y el Silencio, pero
las palabras no salen, cuando éstas están a la espera de respuestas. ¿Es el
paso de la garganta, de la palabra al Verbo que no se hace o un bloqueo?
Querida, la
acogida del sufrimiento del otro en el silencio, es el servicio aportado al
otro en su más justa manifestación. La escucha permite justamente de hacer
callar la mente, no la tuya sino del que deposita el sufrimiento delante de ti.
Si esto se produce, no hay necesidad de palabras, hay solo esta necesidad de
acogida y escucha. Así es la Gracia del Corazón. No necesita de apoyarse en las
palabras, en las explicaciones, en un consuelo verbal, sino más bien de ser
acogida sin condición. El resto no es ni tu problema como persona, ni el
problema de la persona que viene a depositar este sufrimiento. El trabajo se
hace naturalmente, sin esfuerzo y espontáneamente.
No hay
necesidad de conocimientos, ni de elocuencia, hay solo que escuchar y de acoger
al otro sin condiciones, sin restricciones, sin juicio, y sobre todo sin
consejos. La acogida y la escucha traducen la capacidad real del Corazón, y
esto basta para resolver lo que tiene que ser resuelto, incluso si hay
insatisfacción de una u otra de las
personas en esta relación. Lo importante no tiene porque ser visible, ni
hablado, solo a ser, y lo importante es efectivamente más intenso en el
silencio. El consuelo dado por el Corazón frustra a la persona pero alumbra el
Corazón. ¿Acaso no es lo esencial. No es lo indispensable?
El que viene
a exponer un sufrimiento y hablarte, hasta si reivindica una petición de
solución, sobre todo necesita de evacuarlo, no para hacértelo llevar, sino
únicamente para permitirte de transmutarlo en el silencio de tu Corazón y de
tus palabras.
He aquí mi
respuesta:
...Efusión…
Pregunta: en una de sus
intervenciones, usted se zambulló en mi garganta, eso arrastró un tejido de mi
cuerpo que atravesó mi garganta con usted, provocando una fuerte tensión a este
nivel. Esto luego se calmo. Yo estaba en un estado de beatitud. ¿Cuál es el
significado?
Querida, la
simple descripción de lo que viviste se basta de por sí. No hay otra explicación
que la que ha sido vivida. Hubo paso, hubo instalación de la Luz y
manifestación del Amor. ¿Qué deseas además? La validación es tu propia vivencia
y experiencia de mi acción en ti. Te recuerdo que yo soy tú.
No hay nada
más que decir. Tu testimonio, tu vivencia, es la más bella de las
explicaciones. Ciertamente, no puede satisfacer a la persona, pero satisface tu
Corazón. Lo que expresaste no es una pregunta, sino una respuesta.
Entonces he
aquí mi respuesta a tu respuesta:
...Efusión…
Pregunta: Tengo un
fuerte dolor desde hace varios meses, ¿cómo saber si está ligado al trabajo de
la Luz o si es una causa médica?
En verdad,
querida, en el absoluto, poco importa. Que sea la Luz, o que sea lo que llamas
“un problema médico” tendrá de todos modos la misma finalidad: la resolución en
el Corazón. Entonces, por supuesto, es mucho más agradable de vivir este Cara a
Cara, sin ser molestado por un dolor, o una enfermedad, pero esta misma
perturbación es sólo el reflejo, incluso indirectamente, de la acción de la
Luz.
La Luz puede
sanar. La Luz también puede acompañar un sufrimiento o enfermedad y de permitirte, en estos casos,
de superarlo, no por una explicación médica, no por el acto terapéutico, que
hay de todos modos que contemplar, sino por lo que esto lleva, al nivel de lo
que sucede, a la capacidad de Abandono total a la Luz. Entonces busca
eventualmente, a nivel médico, de resolver un dolor, pero no lo busques a nivel
de los resultados. La acción es siempre del orden de la instalación de la Luz.
El ser
humano en encarnación sobre este mundo, encontrará siempre en él la resiliencia
necesaria a manifestar, y entonces a la condición de superación del mismo dolor
o enfermedad, a fin de que la primacía de la conciencia se establezca en la
persona.
Entonces,
que esto sea la Luz o bien sea médico, llama a dos comportamientos: de buscar a
nivel material, y de abandonar a nivel de la conciencia. Los dos van a la par,
lo más a menudo. No hay ni contradicción, ni oposición, hay simultaneidad del
procedimiento.
Todo dolor,
incluso si ha sido etiquetado resistencia, karma o falta, no es nada respecto a lo que eres, pero representa algo
que sería una ventaja para probar tu Corazón. Pero conviene poner fin al
sufrimiento de la persona, que esto sea por la Luz, o una terapia.
Pero te
recuerdo que la terapia más eficaz, en cuanto a la persona, será cada vez más
la Luz, privada de lógica y de interpretación humana, o de causalidad humana.
Esto os está abierto en grande. El Comendador de los Ancianos os ha hablado de
la posibilidad de auto-sanación. Hoy, esta misma auto-sanación actúa por sí
sola, incluso si hay persistencia de un elemento doloroso, en tal caso conviene
dirigirse a quién os convenga, para resolver el problema de la persona y del
cuerpo de carne. Pero recuerda que en definitiva, todo ataque a la integridad
de la persona es sólo una revelación de la Luz en potencia.
Hay a veces
efectivamente un desfase, una latencia. Entonces si esto te molesta, en el seno
de tu conciencia, o de tu Corazón, infórmate sobre la causalidad corporal
directa de lo que se celebra, pero guarda presente en espíritu, que es sólo la
Luz, que te muestra esto y que, en definitiva, te conduce ella misma a la
superación.
He aquí mi
respuesta:
...Efusión…
Pregunta, si
aún hay tiempo.
Pregunta: ¿qué hacer con
las faltas de sueño que tienden a aumentar a medida en que la Luz se
intensifica, y que resisten a todo tratamiento?
Bien amado,
en verdad, algunas llamas viven su desaparición; para otras llamas, la persona
se queda. No se trata ni de resistencia ni de oposición a la Luz, todo lo
contrario. ¿Pero en este caso, la Luz qué te pide? - De no pensar en tu sueño,
de velar y rezar, porque Él viene como un ladrón por la noche. Así, en tu
función, incluso de esta persona que todavía eres, existe una necesidad de
utilizar este momento – donde, como lo dices tú misma, nada proporciona sueño
–, para así poder velar y rezar, en el Silencio de tu Corazón, en el silencio
de tu noche, en las faltas del insomnio. Porque alimentarás entonces, no una
meta conocida, sino al conjunto de la Humanidad.
Es tal vez,
seguramente, en verdad, lo que te propone la Luz, de velar y de rezar.
Si velas y
rezas, no habrá ni fatiga ni repercusión de lo que la persona llama una falta
de sueño. Así como dices, cuanto más la Luz se instala, menos duermes. La
desaparición en el sueño, o la disolución, puede también manifestarse de este
modo, por la persistencia del despertar, llamando a una acción en el despertar,
no para encontrar el sueño, pero para difundir por la oración, por la conciencia
misma, lo que sea necesario. No para ti pero por la orientación misma de tu
vida, en el sentido del servicio al otro y de la ayuda llevada al otro.
Entonces, si
así lo quieres, procura de no luchar, de no oponerte a eso, no busques una
causa, sino aprovecha este estado particular de insomnio, y hasta si hay
cansancio, apóyate en el cansancio de la persona para manifestar tu Corazón.
Entonces vela y reza, porque el momento ha llegado, el ladrón en la noche
viene.
He aquí mi
respuesta Y he aquí el Fuego de mi bendición y de mi Amor:
...Efusión…
Sello en tu
Corazón el don de la Gracia, no para guardarlo, sino para instalarlo. Saludo tu
llama, saludo tu Eternidad, saludo a tu persona, en el mismo lance y en la
misma Luz.
...Silencio…
Hasta la
vista. Me quedo por siempre presente, porque yo soy tú.
...Silencio…
Te rindo
Gracia y agradezco.
Eres el que
soy, soy el que eres, porque entre “yo” y “tú”, no hay nada más que un convenio
y una forma.
* * *