ERIANE
Noviembre 2017
Soy Eriane, Reina de
los Elfos del pueblo de Eridan.
Saludo, a través de
vosotros, a toda la comunidad humana. Si queréis, antes de nada, en este
momento en que me escucháis, en que me leéis, os propongo hacer silencio, y
comulgar en este silencio antes de daros una serie de elementos.
…Silencio…
El Alto Consejo de los
Elfos –no instalados en la Tierra, y que están en una relación más íntima que
nosotros, con lo que llamáis las Estrellas-, me ha pedido que venga, no para
contaros historias sino para mostraros a través de analogías de nuestra
experiencia como seres élficos aquí en la Tierra, lo que sucederá en vosotros,
cuando regreséis a la Eternidad, que ya muchos de vosotros, como veo aquí y en
otros lugares, estáis listos para vivirla.
Nosotros los Elfos
–como sabéis y como he tenido ocasión de deciros en muchas ocasiones-, no
estamos sometidos a los vectores del encierro que son los vuestros. Somos
islotes, de algún modo, protegidos por todas partes, en esta tierra donde el
confinamiento de este sistema solar no ha podido bloquear, como a vosotros, lo
que sois en Verdad. Así que me han pedido que a través de la analogía de lo que
vivimos nosotros, los Elfos, de manera cotidiana, os hable de este proceso
misterioso que está muy próximo. Teniendo en cuenta lo que está sucediendo en
nuestros pueblos, notamos también la cercanía de ciertos acontecimientos que
conducen a que toda la Tierra encuentre su Quinta dimensión, allí donde
nosotros evolucionamos únicamente en ciertos lugares, de momento.
Primero, os recuerdo
que el elemento dominante en nuestra constitución de Quinta dimensión etérica,
está vinculado esencialmente al “aire”. De la misma forma que los gnomos tienen
como predominante, en su constitución y manifestación, el elemento “tierra”. Lo
mismo que las ondinas, están afiliadas al “agua” y los dragones, aunque son de
la tierra, están afiliados, en resonancia con el “fuego”.
Como os acabo de decir,
nosotros, los pueblos de la naturaleza, a diferencia de vosotros, no hemos
estado encerrados, simplemente porque siempre hemos estado en esta dimensión
que os es prometida durante la Ascensión de la Tierra. Como sabéis, solo
vuestra estructura, en la apariencia de este cuerpo que habitáis, está sometida
al confinamiento. La materia etérea
que es la nuestra, en cierto modo, no puede ser afectada por las fuerzas
electromagnéticas que os han aislado del resto de la creación.
No obstante,
percibimos muy claramente –e incluso fuera de nuestros pueblos, a través de
nuestros elfos viajeros que nos cuentan un poco lo que está sucediendo-, que la
Tierra ahora está lista para deshacerse de su dimensión cristalizada y
encontrarse en una dimensión más aérea, de alguna manera. Eso lo sabéis.
Lo que me han
solicitado que os explique, no es la forma en que vivimos (ya os lo hemos explicado),
sino los mecanismos íntimos de nuestros vehículos y de nuestra conciencia, que
nos permiten no estar encerrados y, por tanto, ser libres.
Eso quiere decir
que, en tanto que Eriane, no estoy separada de ningún elfo. En tanto que
Eriane, no estoy separada de nada. Todo lo que podéis haber experimentado desde
hace muchos años, de la naturaleza que sea, os
ha permitido acercaros al momento en que imperativamente, la
Inteligencia de la Luz os permita volver a perder ese apego al cuerpo al que
estáis vinculados, y, especifico que, incluso cuando estáis liberados. Porque
la costumbre de funcionar dentro de vuestra densidad, está acompañada siempre
–sobre todo para vosotros, los humanos-, de un sentimiento incompleto,
ciertamente, pero de tal densidad que a pesar de la presencia de la conciencia
y del Absoluto en cada uno de nosotros, no como una experiencia, sino como un
estado, incluso a través de una forma Élfica, siempre ha estado presente.
Creo que se os ha
ido exponiendo, durante muchos años, la dinámica de vuestra alma que se supone
es intermediaria entre vuestra forma en este mundo y el Espíritu que anima cada
conciencia y cada vida, en la dimensión que sea. Por supuesto, ya sea en nuestros
pueblos, ya sea cerca de los gnomos o los dragones o las ondinas, o incluso, de
los pueblos intergalácticos, se os ha facilitado de diferentes maneras, cómo
acercaros a la Eternidad para ver ya los efectos, a través de lo que llamáis
Estrellas, Puertas y ese Noveno cuerpo que os ha sido restituido.
Hasta ahora –y como
han insistido en estos últimos tiempos muchos de los que intervienen entre
vosotros-, se os ha pedido que continuéis, lo más cerca posible, con vuestra
vida ordinaria, según lo que permita la Inteligencia de la Luz. Eso significa
que muy pronto, la Inteligencia de la Luz no os llamará más, ya no se emitirán
más mandatos sino que tomará todo el lugar. Y desde vuestro punto de vista
dentro de esta densidad, aunque vuestra conciencia esté ya liberada, para
vuestro cuerpo de carne, el mandato final de la Luz –que creo lo habéis
denominado “estasis” y que debe devolveros la totalidad de vuestro Espíritu para
la Resurrección-, comienza a manifestarse.
Debido al hecho de
vuestra estructura de carbono –y lo sabéis porque se os ha explicado-, el
retorno a la Eternidad o a la Luz, o a la Verdad, no puede hacerse en un santiamén.
Eso requiere una preparación, una transformación lenta que permita al Fuego
Ígneo, llegado el momento, no provocar inconvenientes ni ningún elemento que
denomináis “miedo”, es decir, la retracción del alma cuando existe. Porque
cuando hay retracción del alma, hay pesadez en todos los sentidos del término.
El alma girada hacia la materia se retracta todavía más y puede, en ciertas
ocasiones, tratar de huir de la materia. No para abandonar o dejar el cuerpo,
sino para considerar alternativas donde el miedo no esté presente y donde la
retracción no bloquee la vida. Y además, vosotros sabéis que todo eso
corresponde a los objetivos de las fuerzas opuestas a la Luz, pero que
afortunadamente, nunca podrán realizarse.
Por eso, el proceso
de la liberación del encierro, lleva cierto tiempo y debe esperar a que las
circunstancias especiales de las diferentes radiaciones accesibles para
vosotros, sean sincrónicas, como fue el caso hace muchos años con las llamadas
“Bodas Celestiales”. Lo que percibimos dentro de nuestros pueblos y a través de
lo que nos dicen nuestros elfos viajeros, nos confirma ampliamente que todos
los marcadores de vuestra liberación y de la Ascensión de la Tierra, están
ahora presentes al mismo tiempo.
Así que volvemos
ahora a lo que debo explicaros, sobre nuestra experiencia, nuestra vida. En
primer lugar, nosotros no conocemos la muerte aunque sí podemos conocer los
“nacimientos”, pero incluso esos nacimientos son, de hecho, la devolución de un
cuerpo desgastado que ya no existe. Por eso, incluso un nacimiento para
nosotros, no redunda en un crecimiento demográfico como para vosotros. Nuestro
número de habitantes ha permanecido inmutable desde el comienzo de los tiempos
en esta tierra. Aunque, por supuesto, nosotros tenemos la posibilidad, a través
de las líneas élficas, de reunirnos en diferentes lugares de este planeta, pero
también en cualquier lugar que nos agrade, y eso por múltiples razones que se
derivan de nuestra libertad de forma.
Como sabéis, somos
Elfos con características de constitución especiales. Generalmente vivimos
cerca de los bosques. Pero en otros lugares, vivimos también, donde no hay
árboles. Y, en ese momento, estamos cerca de tierras volcánicas, junto a rocas,
o de fuentes de aguas termales como es el caso en un país que creo llamáis
“Islandia”, donde nuestra presencia está perfectamente reconocida e integrada. Somos
dos comunidades: humana y Élfica, que evolucionan en armonía, pero en cualquier
caso, a sabiendas. Habéis tenido la suerte de que un número cada vez mayor, haya
establecido contactos con nuestros pueblos, en sus límites, y sobre todo, beneficiaros
más allá de un contacto con nuestras conciencias, de la atmósfera de Quinta
dimensión que prevalece en los confines de nuestros pueblos y especialmente en
los árboles maestros.
Habéis podido
comprobar que más allá de las percepciones que habéis tenido de nuestras
presencias o de nuestras ceremonias, ante todo reina en estos lugares, un
sentimiento de paz a nada parecido y también
de una palabra –que me han dicho habéis empleado hace poco tiempo-, que
es la “vacuidad”. Efectivamente, incluso nosotros los elfos liberados, desde el
momento en que celebramos las ceremonias, desde el momento en que descansamos, se
realiza a cada instante la sanación en el Espíritu, pero preferiblemente en
esos momentos. Porque es entonces cuando olvidamos que somos Elfos y que somos
como vosotros, Espíritus puros. Y, como veis, el hecho de vivir el Espíritu
puro, no impide habitar una forma, tal y como la conocéis en este mundo, que es
la nuestra.
Nuestra
constitución elemental al nivel de nuestra dimensión, como sabéis, no
corresponde exactamente a lo que llamáis, los elementos presentes en la Tierra,
aunque sea lo mismo. Pero lo que nos constituye no está hecho de carbono como en
vosotros, sino que corresponde al sílice y, sobre todo a la Luz. En efecto, la
sílice tiene la particularidad de no ser tan densa como el carbono en su
funcionamiento dentro de una forma dada. La sílice de la que hablo, no es la
que conocéis en la tierra, porque está recubierta de partículas adamantinas, y
por tanto, su resonancia no es en absoluto la del carbono. Es lo mismo en cada
dimensión.
El hecho de estar
permanentemente vivificados por el Espíritu y de manera más directa en el
momento de nuestras ceremonias, de nuestras oraciones e incluso, dentro de lo
que llamáis, creo, relaciones sexuales, nos permite comulgar, en innumerables
circunstancias, con nuestra Eternidad y de no olvidar nunca que incluso jugando
el juego de la conciencia, dentro de la forma Élfica que tenemos, somos ante
todo el mismo Espíritu. Este conocimiento no es algo como una memoria, un
recuerdo o una información, es un contacto real que nos vivifica a cada
instante y no permite que olvidemos que el otro es nosotros. Eso es para todos
nosotros, pero también para todos los pueblos de la naturaleza o de los humanos
que nos encontramos.
Vosotros sabéis que
en el encierro vivido por la tierra, ha habido tiempos muy antiguos para
vosotros que se han reflejado en la rarefacción del Espíritu, debido a la
presencia de cuerpos carbonosos. Y sabéis además, dentro de la historia
particular de la Tierra, que hace mucho tiempo, nosotros estábamos muy cerca de
los que vinieron a la Tierra para explorar el plano de densidad, de manera muy
libre, justamente antes del encierro por los que llamáis Arcontes.
Así pues, hace más
de 300.000 años, nosotros estábamos en simbiosis con los que llamáis hoy los
“Nefilims”, los gigantes. Nosotros estábamos muy próximos porque ellos estaban
de manera privilegiada, en las cumbres y, sobre todo, en los picos donde había
árboles y rocas. Los Nefilims eran talladores de piedra y concretaban sus
sueños a través de representaciones en piedras. Eso no seguía solamente un
orden estético, sino también la voluntad de experimentación de los Nefilims que
estando en estas llamadas decoraciones carbonadas, en ese momento se vieron
obligados a acercarse a las fuerzas arcónticas y, para no ser atrapados en esta
matriz que se cerraría, renunciaron a su forma y fueron evacuados, regresaron,
a su mundo de origen.
Lo que se os ha
ocultado, es que muchos esqueletos de esos Nefilims, idénticos a los humanos,
han sido encontrados desde tiempos antiguos. Como os podéis imaginar, el tamaño
de un cuerpo, independientemente de la dimensión, excepto más allá del
antropomorfismo, revela siempre las condiciones de vida, dentro de un sistema
solar, vinculado a la dimensión y también a la composición de las moléculas
sutiles que constituyen ese sistema solar o el lugar de vida al nivel
intraterrestre.
El carbono –cuando
muchos intervinientes os hablan de disolución o de desaparición-, el término
más preciso, por lo que vemos, sería una transmutación del llamado carbono, en
sílice. Pero debido al hecho mismo del encierro y de la privación del Espíritu,
no es posible encarar la solución de continuidad entre vuestro cuerpo carbonado
y vuestra conciencia que está inscrita en él, aunque estéis liberados, y de
alguna manera encontrar la misma morfología a través de una estructura que
sería depurada y convertida en sílice. Por eso, vuestro cuerpo de Eternidad,
incluso muy cercano a vosotros, lleva ahora vuestro cuerpo físico. Porque
vuestra conciencia, como se os ha explicado, se transfiere ahora, en ciertas
circunstancias, desde vuestro cuerpo físico a vuestro cuerpo de Eternidad, provocando
una serie de signos, de síntomas y de manifestaciones que creo, ya han sido
desarrolladas.
Ahora, vuelvo a
nosotros, los Elfos, porque el proceso será enteramente superponible al
vuestro. La única diferencia estará en la duración. Nosotros cuando realizamos
ceremonias, cuando reposamos… -cuando digo “reposo”, nosotros no dormimos
nunca, porque cuando reposamos, el Espíritu está ahí y nuestra conciencia está
siempre despierta, aunque el cuerpo repose. Eso, me parece, es difícilmente
vuestro caso-. En esos momentos de reposo es cuando la vivificación de nuestra
forma se hace a través del Espíritu. Por supuesto, los procesos que se han
puesto en funcionamiento por las diferentes radiaciones que habéis
experimentado y el establecimiento del reino de la Luz, os ha permitido
acercaros, paso a paso, a ese estado en que estáis ahora, muchos de vosotros.
Es decir, vosotros
lleváis al mismo tiempo, el cuerpo físico con una conciencia, incluso libre,
ordinaria, que está obligada a estar presente para permitiros aunque solo sea, para
mover este cuerpo; y sabéis que tenéis un cuerpo de Eternidad, sean cuales sean
vuestras percepciones, las tengáis o no, que de alguna manera, como un doble o
una vestimenta, recubre vuestro cuerpo de carne. Todos vosotros sabéis que a
través de las experiencias que habéis vivido con nosotros, por ejemplo, en los
límites de nuestros pueblos, vosotros sentís esa paz, esa armonía, ese
sentimiento de liviandad. Es lo mismo cuando vais por ejemplo, a los lugares de
los gnomos y os tratan o cuando cambiáis la mirada por el fuego del Amor con
los dragones. Es el mismo proceso a través de formas y elementos diferentes,
así de simple.
Así que, en
vosotros, la diferencia es que estáis obligados a hacer callar la conciencia
ordinaria y el cuerpo, para sentir el Espíritu. Sentir y vivir el Espíritu, os
ha sido también propuesto de diferentes formas. Ya sea a través de lo Vibral,
al nivel de los pies, o a través de la comunicación que se establece entre
vosotros y otros planos o incluso, entre vuestra conciencia ordinaria y la
conciencia vinculada al Espíritu. Pero el Espíritu no es una conciencia, es un
Soplo. Y vuestra conciencia está nutrida por ese Soplo y vivificada
permanentemente por la Verdad del Espíritu.
Ahora, hay una
especie –diría que de manera general-, de aclimatación a la Luz, incluso de
vuestro cuerpo de carne. No obstante, todos los intervinientes así como
nosotros, os hemos comprometido a manteneros
lo más posible, en vuestra vida ordinaria tal y como es, para que no
escape de vosotros antes de que llegue el momento. Aunque a veces se os ofrezca
experimentar ciertos procesos de conciencia que ya no están vinculados a este
cuerpo de manifestación carbonosa.
Las cosas van a
presentarse algo diferentes y creo que eso ha sido explicado en parte y es
donde mi grano de sal Élfico, puede seros útil.
Recordad bien esta
diferencia: vosotros debéis pasar, para encontrar la totalidad de vuestro
Espíritu incluso siendo Liberado viviente, por lo que se ha llamado la
“estasis” o aun, la crucifixión y resurrección. Vosotros lo sabéis porque se os
ha dicho, pero no lo habéis vivido todavía, excepto algunos de vosotros con
experiencias en vuestro cuerpo carbonado que yo calificaría de extremas y que
vosotros llamáis: “desapariciones”. Esos procesos que se han producido durante
unos años, antes de ahora, os han permitido constatar que incluso
desapareciendo, vuestro cuerpo estaba a salvo y vosotros estabais siempre aquí.
Sabéis que este cuerpo de carbono, así como la conciencia ordinaria, están
limitados por una serie de elementos constitutivos: la materia en sí misma;
pero también vuestras estructuras que reflejan la conciencia, es decir, lo que
llamáis cerebro. No volveré sobre eso, porque no es mi dominio. Pero
simplemente me han pedido que os resitúe en lo que todavía no he empezado a
expresar. Permitidme, que este preámbulo sea algo más amplio para que podáis
establecer correlaciones con lo que os va a llegar y que se está produciendo de
diferentes modos y con diferentes signos.
Este contacto con
el Espíritu es permanente en nosotros, los Elfos. Pero, por supuesto, en
momentos privilegiados, la sanación que vivimos por nuestra propia Fuente de
Cristal, nos conduce a no olvidar nunca el Aliento del Espíritu que nos une
absolutamente a todos en cualquier forma o dimensión en la que estemos. Eso es
muy difícil para vosotros, como sabéis, a pesar de vuestros contactos, porque
¿quién de vosotros recordáis a la Fuente?, ¿quién de vosotros puede visitar
libremente a Metatrón? Para nosotros, eso no plantea ningún problema porque
sabemos y vivimos el mismo Soplo, el mismo Espíritu, la misma Unidad y, por
tanto, esa sanación se realiza a cada instante. Realmente, estamos llenos de
Espíritu en nuestras ceremonias, en nuestros contactos y trabajo con los
árboles y también cuando veníais a vernos. Pero sobre todo en los momentos de
reposo que podemos tener en cualquier momento.
Nosotros no somos
tributarios como vosotros, de los ciclos: día / noche. Esos momentos de reposo
podrían ser para vosotros, momentos de alineamiento, pero más intensos que
vuestras desapariciones o vuestras visiones. Porque en ese momento
revivificamos la totalidad de nuestro vehículo etérico de Quinta dimensión. Lo
que explica que nosotros no tenemos necesidad de morir, pero a veces, podemos
decidir regresar al cuerpo de un niño, aunque sin perder lo que siempre hemos
sido. Como veis, no tenemos problemas, a diferencia de vosotros, con la
educación de nuestros hijos. Estos nacen sabios, porque este nacimiento no es
un corte, como ocurre con vosotros.
Finalmente, vuelvo
a lo que quería deciros, relativo al proceso de revitalización para vosotros y
que ha sido denominado, “los tres día de estasis”. Durante esos tres días,
desapareceréis totalmente de vuestro cuerpo físico para dejar que la Luz tome
todo el lugar, esté donde esté vuestra conciencia. Ya decidáis dejar este
cuerpo e ir a otra dimensión; ya rechacéis vivir el proceso que vuestro cuerpo
va a vivir, no cambia nada. Porque lo importante a ese nivel es obviamente que
vuestro cuerpo y la conciencia ordinaria que está todavía vinculada a él,
aunque estéis liberados, permita de alguna manera a la Supraconciencia y al
cuerpo de Eternidad trasmitir, como vehículo primero, vuestro cuerpo y vuestra
conciencia, si mantenéis vuestro cuerpo o al menos, vuestra conciencia
reencontrada.
La duración, por
supuesto, no es anodina. Lo que para nosotros, se hace en un tiempo de reposo
que podríais calificar de muy corto, para vosotros va a necesitar 72 horas,
durante las cuales se desarrollará una alquimia que será peculiar para cada
uno, pero que dará como resultado de forma sistemática, la recuperación y el
recuerdo de lo que sois, lo aceptéis o no. Podéis imaginar que algunos cuerpos
físicos, no podrán literalmente absorber esta carga de Luz, especialmente si
existen resistencias significativas. Y creo que habéis tenido la oportunidad de
verificar algunos que estuvisteis aquí, durante la última visita conjunta a los
límites de nuestro pueblo, a una especie de estallido particular del árbol
maestro.
Esto corresponde, a
lo que ocurre de manera general en toda la materia carbonada, disociada que
recibe la Luz. Porque ciertamente podríais preguntaros por qué la tierra no puede
pasar simplemente de una Tercera dimensión disociada a una Tercera dimensión
unificada, manteniendo los vehículos de carbono. ¡No!, ¡eso no es posible!, sea
cual sea vuestra apertura y sea cual sea vuestro estado de liberado viviente. Porque
esta materia está muy afectada incluso en la estructura del manto de la tierra,
de donde procede vuestro cuerpo, os recuerdo –a pesar de que vosotros no sois
de este mundo como nosotros-, que no podréis soportar esa diferencia de
potencial, porque se trata también de un fenómeno eléctrico.
Como sabéis
perfectamente, por haber leído en ciertos libros sagrados y, en particular,
sobre Cristo, que después de su resurrección, no podía ser tocado e incluso lo
decía antes de su resurrección, al preguntar quién le había tocado. Porque el
cuerpo Ígneo, el cuerpo de Êtreté o de Eternidad en su forma primera, es el que
encontraréis en la tierra antes de regresar a vuestra configuración original.
Por ejemplo, aunque no lo sepáis, si sois de Altair, vuestra primera forma no
tiene nada que ver con la forma humana, es una forma de águila. Si vuestra
forma original es la de un delfín, podéis imaginar que vuestra forma humana no
tiene nada que ver con ella cuando hayáis encontrado el Espíritu de vuestra
forma originaria.
Y no obstante todos
sabéis que en la tierra, no es probable que encontréis después de este
mecanismo de la estasis, a estos seres específicos de otras dimensiones, ya
tengáis un cuerpo de carne o no y, sobre todo, si tenéis un cuerpo de carne.
Pero vuestro cuerpo de Êtreté no podrá tomar la configuración vinculada a
vuestros linajes y a vuestro origen estelar. El objetivo es despertar o revelar
el Éter de la Eternidad en vosotros. Y sabéis que el punto de Éter de la
Eternidad corresponde al punto ER de vuestra cabeza y tiene una conexión
también con lo que habéis denominado –ved como he aprendido mi curso-, con el
noveno cuerpo que está en el pecho y que también se llama ER. A través de estos
dos puntos es por donde encontráis que emana el Espíritu. Por supuesto ha habido
diferentes impulsos, a nivel de las diferentes estructuras vibratorias que
gradualmente habéis encontrado durante estos años. No insistiré sobre ello
porque no sé mucho al respecto.
Lo que quiero decir
con ello es que vuestro cuerpo de carbono, que surge de la materia de la
tierra, ha vivido el mismo encierro que vosotros, excepto donde se encuentran
nuestros pueblos, y estáis constituidos de ese material que tiene una
particularidad. No entraré en los datos físicos, porque no son de mi dominio.
Pero simplemente, si os fijáis en lo que llamamos el “carbono” y la “sílice”,
veréis que en la composición de esos átomos existe una diferencia. La
diferencia es electrónica y no concierne al núcleo, al menos al principio.
Porque desde el instante en que el núcleo encuentra el mismo número de protones
que de electrones, entonces, la sílice no puede estar presente en la Tierra.
Eso ha sido llamado, “la liberación final”.
No he perdido de
vista lo que os estoy diciendo, pero debo aclararos que todo desaparecerá en el
“asa planeta final”. Además se os ha dicho que esta tierra se convertirá en un
desierto y que, por el contrario, en su nueva dimensión, todo será…, no como
antes, pero será muy bello y libre sobre todo. Incluso el manto de la tierra en
su nueva dimensión, os recuerdo que el núcleo de la tierra y la corteza,
contiene una gran cantidad de sílice, mucho más que carbono.
El proceso de
liberación final, y no de la estasis, va a manifestarse de la misma forma que
lo que viviréis vosotros durante la estasis. Es decir, que habrá, no una
pérdida de conciencia ordinaria en un primer momento sino una iluminación total
de la conciencia ordinaria cara a cara con la Luz de la Eternidad. Eso dará
como resultado diferentes mecanismos, según cada uno, según las capacidades que
hayáis tenido o no, de liberar vuestro corazón incluso sin pasar por las
vibraciones, o bien pasando por las vibraciones, o también de manera natural y
espontánea. Pero en muchos casos, habrá resistencias vinculadas al apego a vuestra
estructura, que a su vez hoy, vinculáis a vuestra conciencia.
Por eso hay, como
he dicho, una especie de superposición entre vuestro cuerpo de Eternidad y
vuestro cuerpo físico, desde ahora, y para algunos de vosotros, después de la
resurrección. Lo que pasará durante la resurrección, es el regreso de vuestra
memoria de Eternidad. Aunque vuestro cuerpo físico permanezca y todavía haya un
recuerdo de esta vida y de este mundo, para daros cuenta de lo que vais a vivir
y jugar durante un poco más de 132 días.
El proceso de
desaparición real, no donde solo hay conciencia, sino la instalación del Juramento
y la Promesa no concierne al ParaBrahman como decís, sino que afecta
exclusivamente al hecho de comprender y vivir que no sois ninguna forma, que
venís de la Luz y que sois la Luz antes incluso de que estéis manifestados en
la forma que sea. La forma inicial, como sabéis, es vuestro origen estelar.
Nos alegramos
además, y lo digo de pasada, porque aunque pocos, entre vosotros hay algunos
que tenéis linajes élficos. Desgraciadamente, no encontraréis vuestro cuerpo
Élfico original, pero vuestro cuerpo de Eternidad llevará el recuerdo de la
Eternidad de vuestro origen, de vuestro primer nacimiento como forma. Y también
nos alegramos de invitar a vuestra nueva conciencia y a vuestro vehículo de
Eternidad a permanecer con nosotros, de una manera privilegiada, especialmente
para aquellos que tenéis precisamente este linaje Élfico, porque en realidad no
necesitaréis recibir nada más, por ejemplo, en los Círculos de Fuego, ni
incluso abandonar vuestro cuerpo físico, para estableros con nosotros durante
esos 132 días. Hemos preparado todo para vuestra llegada que sabemos es
inminente.
Así pues, durante
la estasis, vais a encontrar delante, no la muerte en un primer momento, sino
lo que se derivará de eso que será efectivamente la muerte y la resurrección.
Antes que nada, sabéis que habrá ruidos: las trompetas del Cielo y de la
Tierra. Los ruidos sonarán tres días antes de la Llamada de María, y hará
resonar en vosotros vuestra filiación como hijos de esta tierra, pero no en
esta tierra. Es decir, que vuestra conciencia ordinaria está vinculada, por
supuesto, a la constitución de la materia de vuestro cuerpo, aunque esta
constitución haya sido privada, por supuesto, del Espíritu, queda en vuestro
ADN, un código particular que hace que María os haya repetido siempre que todos
erais sin excepción, sus hijos. Y eso corresponde exactamente a eso.
Entonces, por
supuesto, vuestros científicos podrían divertirse al encontrar cuál es el
elemento, en vuestra estructura genética (lo que llamáis el ADN) que está
vinculado a María. Pero eso hoy, solo sería un conocimiento estéril, aunque
algunos de vosotros tendrán acceso a esos conocimientos, en función de lo que
lleváis como memoria, especialmente los que tenéis linajes Arcturianos,
Vegalianos, Pleyadianos o también Andromedanos, que son de pueblos, os
recuerdo, que viven en la Tercera dimensión unificada.
En la Tercera
Dimensión unificada, la persistencia de la conciencia es posible porque las
capas electrónicas de los átomos de sílice, son algo diferentes de lo que se
han convertido en esta tierra, pero no para nosotros, los pueblos de la
naturaleza, sino en todo caso para vosotros que habéis tomado vuestros
elementos químicos a través de vuestra madre y no a través de lo que podría
pasar en nuestros pueblos. Dudo mucho que hayáis nacido en nuestros pueblos o
cerca de ellos.
Lo que quiero decir
es, que las experiencias que vais a vivir con intensidad ahora, os han sido
propuestas también por un Arcángel que no conozco, pero también por el propio
Metatrón que os ofrece vivir la desaparición de vuestro cuerpo y el nacimiento
dentro de la Luz, ahí donde no hay forma, ni conceptos, ni ideas y una
conciencia que no puede ser localizada. Porque la pérdida de la localización de
la conciencia, no como experiencia de deslocalización o comunión, sino la pérdida
de la conciencia ordinaria, no en el sueño, sino por la aparición de la Luz
Blanca y la conciencia ordinaria que experimenta eso, no tiene nada que ver con
un sueño reparador, sino más bien, con la actualización total del Juramento y
la Promesa.
Tendréis la
revelación de la filiación en vuestro ADN con María, reviviréis que sois
totalmente vuestra Fuente, antes incluso de la aparición de la primera forma;
recordaréis la primera forma aunque no recuperéis el cuerpo original que
teníais en la primera manifestación de la conciencia y, lo más importante, os desengancharéis
del hábito del cuerpo. No se trata de costumbres, comportamientos o
experiencias extensivas que habéis vivido sobre este mundo, sino simplemente el
hábito de una forma, el hábito de un cuerpo material y el hábito, sobre todo,
de nacer y morir. Porque a partir de este instante, aunque debáis morir en
vuestro cuerpo físico, nunca sabréis que lo que llamáis muerte es el olvido.
Aunque cambiéis de forma, como he explicado antes, con nuestros hijos. Me ha
sucedido durante muchas de mis peregrinaciones, tener como hijo a mi propio
abuelo. Como veis, os lo digo de forma humorística, tener un abuelo como hijo,
simplifica las cosas al nivel de la educación y nos instala también, no en una
forma de regularidad o hábito, sino en una libertad total del juego de la
conciencia en la forma que habitamos y siendo Espíritu puro.
Vais a encontrar la
totalidad del Espíritu. Y sabéis que para eso, la resonancia de la Llamada de María,
debe hacerse antes de que se pare la rotación de la Tierra y que se desarrollen
una serie de elementos impresionantes sobre la Tierra y que, por desgracia, no
conciernen a la locura humana sino a las resistencias vinculadas a la materia,
independientemente de la conciencia.
Esto sería, por
ejemplo, a través de monumentos milenarios que existen desde hace muchos,
muchos años sobre la tierra, y que son portadores de fuerzas de depredación.
Las líneas de depredación, como se os ha explicado, han sido reemplazadas, en
la medida de lo posible, por las líneas élficas de libertad. No insistiré sobre
ello. He tenido la oportunidad de explicároslo hace dos años.
En el proceso de
estasis, la desaparición de la forma y no de la conciencia ordinaria, es
necesaria y obligatoria. Y es este, el elemento inductor de la retracción, si
el alma existe todavía. Como sabéis, el alma está vuelta hacia la materia por
el hecho mismo del encierro. Nosotros estamos en la Quinta dimensión y no
tenemos problemas vinculados al alma. No sabemos incluso lo que es. Se me ha
dicho que simplemente era un medio que os da vuestro color cuando os vemos, lo
que llamáis “aura”, una parte del aura.
Resumiendo, no
importa, no voy a hablar de lo que no conozco. Pero simplemente tratad de imaginar,
no vuestra desaparición y un retorno allí donde estéis en felicidad. Tratad de
vivir esta Luz Blanca, como lo vivís algunos, en la Infinita Presencia y en la
felicidad, porque no desapareceréis. Estaréis
bien, aunque no lo percibáis, insertados como una conciencia ordinaria en el
cuerpo. La Supraconciencia está también activada, lo que explica la resíntesis
de vuestro cuerpo de Eternidad. Todo eso es experimentado, o al menos conocido,
por aquellos de vosotros que habéis seguido un poco esos datos sobre la
historia de la liberación de la Tierra.
El choque viene de
ahí. Porque la conciencia ordinaria, la vuestra, no puede existir sin el
cuerpo, porque no tiene ninguna referencia. Y es eso, la desaparición de la
forma y la concienciación de que no sois esta forma dentro de la conciencia
ordinaria, mientras se establece la Supraconciencia que podrá implicar una
especie de resistencia, que no viene de vuestra Supraconciencia sino
simplemente de los procesos del hábito a la forma. El hábito a la forma, en
este mundo, es desgraciadamente inviolable y el proceso de la estasis, así como
el proceso de efusión de las diferentes luces vibrales que se han producido
durante una generación, han permitido aclimatar lo más posible, a hermanos y
hermanas, para este momento.
La conciencia
ordinaria que vive la Luz Blanca, no es lo mismo que la conciencia ordinaria
superpuesta a la Supraconciencia que vive la Luz Blanca. Sabéis muy bien que
vosotros, despiertos, vibrantes, radiantes, de la forma que sea, cuando la Luz
Blanca llega, aunque como decís, sea intenso y poderoso, no hay miedo, al
contrario. Pero no es el caso en la estasis, porque la conciencia ordinaria no
se desvanece frente a la Supraconciencia. La Supraconciencia se desvanece en
ese momento para dejar que tenga lugar la transmutación del alma y la transmutación
de la materia independientemente de vuestro devenir, bajo la influencia y bajo
el Aliento del Espíritu. Por tanto, hay en la Llamada de María y en la estasis,
un proceso muy preciso, en el plano fisiológico, energético y de la conciencia.
Lo que os digo, no
está destinado a sobrecargar vuestro mental o a aportaros un conocimiento para
el placer. Es un proceso que vais a tener la suerte de vivir, al menos, hasta
la Llamada de María por un número muy elevado de vosotros y eso se os ha
explicado ya.
Durante la estasis,
suena la Llamada de María, os recuerdo, en vuestro oído izquierdo. Sabéis que
María está también vinculada al Triángulo de Agua, pero también al punto ER de
la zona superior de la cabeza en tanto que Creadora. El Canal Marial, está además
situado en esta estructura que está a vuestro lado izquierdo que yo veo cuando
venís a visitarme, será también conectado y fusionado con el Triángulo de Aire.
La Llamada de María que ocurre entonces, desbloqueará el Aire. Ese será el
primer elemento que se desencadenará. Y podéis imaginaros que el último
elemento que se manifestará, será al nivel del elemento Tierra, en lo que ha
sido llamado, el “asa planeta final”, por el Comendador de los Ancianos. Como
veis, he retenido bien mi lección.
Pero donde quiero
llegar es al período que se abre a vosotros, que está abierto a vosotros, y os
da la oportunidad, sobre todo, no en la meditación, en vuestros alineamientos o
en vuestras vibraciones, sino estando en la naturaleza, simplemente en vuestros
paseos. Aunque no haya pueblo Élfico, la comunidad de Dragones, en los parajes
de las Ondinas o en las proximidades de los Gnomos. La misma naturaleza –y lo sabéis
porque se os ha explicado-, está ¡llena de Luz! Así que, aunque está por todas
partes, la proporción es mucho menor en las concentraciones humanas que llamáis
pueblos, ciudades o comunidades. En efecto, la naturaleza os aparece también a
muchos de vosotros, allí donde moráis. Hoy,
la única posibilidad de curación, completa en Espíritu, está situada dentro de
la naturaleza. Y no solamente en los bosques, sino allí donde no hay presencia
humana, allí donde no hay estructuras organizadas por la sociedad humana.
Es en estos lugares
donde vais a poder comenzar a vivir –y también en vuestras noches, pero también
con algunos intervinientes y creo que será el caso con el interviniente que hay
después de mí-, donde tendréis la posibilidad de fundiros con el Blanco, incluso el portador de vuestra alma –sin que
se retracte a pesar de no haber ocurrido la Llamada de María. Simplemente,
porque el Canal Marial está presente y la unión del Canal Marial con el
Triángulo del Aire no puede estar ahora acompañado por un mecanismo de
retracción sino de expansión mucho mayor.
La conciencia
ordinaria va, por tanto, a aclimatarse al máximo, en tres días y tres noches,
en 72 horas, al vehículo de Eternidad. Lo que quiere decir es que al despertar
de la estasis, seréis siempre portadores de las memorias de esta conciencia
ordinaria aliviadas ciertamente por el cuerpo de Eternidad, la Llamada de María
y la Resurrección. Pero quedará, como todos sabéis, para aquellos que no dejen
este plano en el transcurso de la Llamada de María o durante los 132 días,
vivir el momento final de la Ascensión, el momento final de la liberación. Creo
que esto ha sido explicado durante todos estos años, especialmente en el
período de las Bodas Celestiales.
El proceso de la
estasis va a haceros visible todo lo que os habían ocultado en vosotros como al
exterior de vosotros. Además, algunos que comenzáis con la curiosidad de mirar
dentro de vosotros mismos, en vuestro cuerpo físico, podéis tener la sorpresa
de descubrir que hay cierto bestiario con
muchos animales coloreados.
Tened por seguro,
que eso no es un sueño, que es la estricta verdad. Y esta iluminación os permitirá,
ya estéis en los Círculos de Fuego o estéis en estasis, o seáis desencarnados
humanos ahora o estéis en la naturaleza con vuestro cuerpo de Êtreté y vuestro
cuerpo de carne, eso no cambiará nada. Estaréis hasta el final para vosotros,
salvo los que portan las memorias para ciertos pueblos de Tercera dimensión
unificada de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres. Pero eso
afecta, como sabéis, a muy pocas personas.
Eso quiere decir
que la Quinta dimensión –a través no de vuestros ojos de carne sino a través de
vuestros ojos de Eternidad, que es un sistema de información y no biológico-,
os mostrará todo lo que está oculto todavía hasta ahora. Es decir, que veréis
realmente, no por sensaciones o energía, sino por visión real y concreta, lo
que queda en vosotros, lo que queda, en cada uno, de oposición a la Luz, a
pesar de la reconexión y la vivencia del Amor. Es así como se realizará la
solución final y el advenimiento terminal de esta tierra.
Así
pues, las experiencias os conducirán o ya os han conducido –allí donde no
desaparecéis ya en la Supraconciencia-, donde hay memoria y la iluminación de
vuestra conciencia por la Luz Blanca. La Luz Blanca que está también vinculada
a la Unidad, al Arcángel Uriel, a una de las Estrellas, de la que he olvidado
el nombre, y también al que creo que no llamáis Arcángel sino “Lord Metatrón”.
El
Blanco es aquí fundamental porque está Él y no vuestra Supraconciencia que pone
fin al hábito del cuerpo. Por tanto, a partir de ese momento, notaréis en ciertas
experiencias –si tenéis la oportunidad antes de la estasis-, de lo que os han
dicho los intervinientes que el mantenimiento de vuestra vida efímera en sus
diferentes sectores, ya no podrá ser posible. Y creo que además, en relación
con el funcionamiento humano, que la Estrella de la que he olvidado su nombre
(Gemma Galgani), vendrá hoy y os desvelará de algún modo, ese proceso natural
que va a implicar, por la Inteligencia de la Luz, un giro total de vuestros
polos de interés y de vuestros polos de obligaciones en este mundo. Algunos de
vosotros lo vivís ya. Y lo notaréis simplemente por un desinterés y a veces un
sentimiento de no poder soportar este cuerpo, esta vida y todo, estando llenos
de Amor. Es exactamente este proceso el que se produce, incluso sin ver la Luz
Blanca.
Desde el
momento en que la atracción a la materia –y no hablo de la disolución del
alma-, no existe o dicha atracción no existe al nivel del alma, pero persiste,
como he dicho, al nivel de este cuerpo físico, la Libertad aparece. En ese
momento hay realmente una transustanciación, si vuestro cuerpo físico permanece
en la tierra, permitiendo la disolución total de todo lo que era de carbono,
pasando entonces por la Inteligencia de la Luz a vuestro cuerpo de Eternidad.
Pero no solamente por las partículas adamantinas, sino por la transmutación
directa de ciertos componentes de vuestro cuerpo de carne que son de carbono
–especialmente al nivel de muchas moléculas de vuestro cuerpo que no serán
útiles después de la estasis-, en particular lo que está vinculado al
funcionamiento del sistema digestivo. No esperéis hacer un banquete en vuestras
casas o incluso en los Círculos de Fuego, ni tampoco si os encontráis en plena
naturaleza durante los 132 días que debéis pasar.
Algunas
necesidades fisiológicas, han comenzado a modificarse fuertemente en muchos de
vosotros. Y llamo también vuestra atención sobre el hecho de que si hoy –porque
hablo, por ejemplo, del aparato digestivo-, existe en vosotros apetito, si
observáis que vuestro apetito toma proporciones a veces alarmantes, eso refleja
simplemente vuestro apego habitual a la materia y os impide aprovecharos de la
Libertad, incluso si sois vibrantes. Evidentemente no se trata de no comer, si
vuestro cuerpo os pide comer, ya sea por gula, por hábito o por necesidad
biológica.
Todo eso
será profundamente diferente si estáis en la tierra al despertar de la estasis
después de las 72 horas. Porque vuestro cuerpo de carbono, incluso estando
presente, no tendrá ya el mismo funcionamiento. No habrá necesidad ni de
dormir, ni de sustentarse, ni de alimentarse, ni de cualquier placer u
obligación, porque está duplicado, os recuerdo, por vuestro cuerpo de Eternidad.
Y una serie de funciones que os parecen hoy totalmente normales en vuestra
existencia, no existirán más dentro de este cuerpo si lo conserváis. Así que
veis que no hay nada que preparar en relación con la estasis, aunque ignoréis
vuestro devenir. Y, sobre todo, nada de comidas, nada de vestidos o cualquier
cosa que se crea pueda preservar vuestra corporeidad. Porque esta corporeidad
de carbono –aunque esté presente dependiendo de la misma fisonomía-, será, al
nivel de su fisiología, muy diferente. Lo que quiero decir –y es el apartado
que hacía en relación a la alimentación-, si hoy tenéis la impresión de comer
mucho más, si hoy tenéis la impresión de que la codicia de la vida es aún más
importante, es que vuestro hábito corporal es más fuerte que la disolución de
vuestra alma. No veáis en ello ninguna culpabilidad, sino simplemente sed
conscientes y lúcidos de lo que sucede en vosotros.
La
afluencia de la Luz –y lo habéis comprobado aquí mismo, los que habéis venido a
nuestros pueblos o después de ciertas intervenciones de los pueblos de la
naturaleza o de los que llamáis Ancianos o Estrellas-, os aligera, os hace
felices. Y paradójicamente, hay reflejos que se producen en ese momento en que
el cuerpo os llama para comer, haciéndoos poner los pies sobre la tierra.
Desengañaos, es simplemente el hábito corporal el que hace eso y el que os
impide literalmente acceder en totalidad a vuestros potenciales y que implica
también resistencias que no están vinculadas –repito, como os he explicado-, a
anomalías de funcionamiento de vuestra conciencia sino a la anomalía de vuestro
cuerpo.
Todo lo
que conocéis hoy sobre el mecanismo de funcionamiento –no solo alimentario-, no
tendrá ya nada que ver si quedáis en un cuerpo de carne o incluso y razón de
más, si el cuerpo de carne desaparece, si permanecéis en la atmósfera de la
tierra.
Así
pues, las experiencias que os han propuesto y que os caerán encima también, va
a conduciros ahora, de manera radical, a perder los hábitos comportamentales de
la materia. Y eso afecta, por supuesto, como sabéis, no solo a lo que entra en
vuestro cuerpo o que sale, sino también a los ritmos más importantes relativos
a todo lo vinculado a los hábitos corporales o a las necesidades corporales,
sean las que sean, sin ninguna excepción. Algunos de vosotros ya lo vivíais.
Entre algunos liberados, ciertamente, hay una fuerza de vida eterna
omnipresente, lo que explica la ligereza pero no hay ya ninguna necesidad relacionada
con este cuerpo. Y eso afecta tanto a los alimentos como a cualquier necesidad
que concierna al mantenimiento de la vida en un cuerpo de carbono.
La
diferencia surgirá sobre todo, por la observación a lo largo de las experiencia
en vuestra conciencia ordinaria si está inmersa en la Supraconciencia y también
en el Blanco y allí no será solo cuestión de proceso vibratorio o de expansión
de la conciencia, sino de transmutación total de vuestra fisiología, de vuestra
apariencia, de vuestro cuerpo; y eso, en un tiempo muy corto. Es posible que
hayáis visto esos cambios en algunos de
vuestros hermanos y hermanas humanos que han comenzado desde hace unos 18 meses
y que se reflejan por ciertas cosas inhabituales. La fisiología será
transformada profundamente.
Y os
animo a que viváis estas nuevas experiencias de mandatos de la Luz, aunque
ahora puedan, en ciertos casos, impediros llevar normalmente vuestras
actividades. Eso no lo decidiréis vosotros sino la Inteligencia de la Luz. En
una determinada etapa de invasión de la Luz Blanca, cuando vuestra forma y
vuestra conciencia pierdan la forma y permanezcan en la Luz Blanca, entonces
encontraréis cambios muy significativos. No se trata simplemente de curación
como con los Gnomos. No se trata del Fuego del Amor de la mirada de los
Dragones. Tampoco se trata solamente de experimentar la Paz en vuestras
ciudades, sino ver de manera simultánea, que cuando más estáis en la Luz
Blanca, menos podéis interactuar en el mundo. Estos no son los mecanismos de la
pre-estasis. Es decir, la desaparición de la conciencia y retorno de la
conciencia, sino la persistencia de la conciencia ordinaria residual,
trasmutada y el cuerpo se trasmuta. Así que no os sorprendáis por la aparición
de ciertos mecanismos como la desaparición del sueño, la desaparición completa
de la capacidad de llevar correctamente ciertas actividades que no es un abandono
de la actividad sino un abandono del hábito.
Eso
también puede ocurrir en las parejas y también, en ciertas relaciones. Si eso
se produce, no busquéis las causas. Es simplemente el establecimiento de la Luz
Blanca y lo veréis en otros lugares. Y cuando estéis en la Luz Blanca, aunque
sea unos momentos en ciertas ocasiones, comprobaréis que vuestro cuerpo no
responde más. Eso será precedido por el sentimiento de oscilar y no de vértigo
como antes. Cuando sintáis ese balanceo de vuestro cuerpo de carne, os aconsejo
que os estiréis; es lo mejor. Porque aquí, no habrá desaparición, pero habrá…
Estaréis en la Luz Blanca. Y todo lo que está en vuestro mental, en vuestra historia,
la actividad que estabais realizando desaparecerá simplemente de vosotros.
Así que,
no descuidéis los mandatos de la Luz aunque no podréis descuidarlos, de todos
modos. Pero aunque en el transcurso de vuestra decisión de meditar, de
alinearos, incluso al escuchar a ciertos intervinientes, al reencontraros con
vosotros, si eso se produce, acompañad lo que sucede; no os resistáis, sea cual
sea la urgencia o la obligación que tenéis en lo efímero porque, como se ha
dicho, la Eternidad toma todo el lugar de lo efímero.
Y muy
pronto lo comprobaréis, si no es ya el caso, que no podéis actuar como antes,
lo queráis o no, lo aceptéis o no, os resistáis a la Inteligencia de la Luz o
no; no simplemente en tanto que experiencia o estado vivido en lo efímero, sino
en tanto que instalación de la Eternidad, incluso antes de la Llamada de María.
Así que,
independientemente de los síntomas que se produzcan en vuestro cuerpo, aunque
en ciertos casos puedan parecer inquietantes, no os alarméis; cuanto más crezca
la Luz Blanca, más resolutorio será al nivel de vuestro cuerpo así como de
vuestra conciencia. No podéis controlar nada, no podéis dirigir nada. Es decir,
que consiste en un abandono real de toda voluntad personal. No porque queráis
abandonarla, sino porque las condiciones de vuestra fisiología, de vuestra
conciencia, no lo permiten más. Habrá algunos que no podrán escuchar música;
otros, que no podrán mirar las imágenes en sus pantallas; otros, no podrán
trabajar más; otros, no podrán desplazarse. No os resistáis porque es lo que
debéis vivir para que la Llamada de María y vuestra Resurrección se desarrollen
en las mejores condiciones.
Os recuerdo
que la Resurrección, aunque seáis Liberados vivientes, os es totalmente
desconocida. Nunca la habéis vivido. Y la preparación está en curso ahora. Eso
ha sido llamado: “la Crucifixión”, y ser crucificado es sufrir mientras el
Espíritu se despliega. Y los sufrimientos no se deben simplemente a la
resistencia de la materia en sí o a ciertos miedos a desaparecer. Aquellos de
vosotros que habéis desaparecido, no tenéis ningún problema con los mecanismos
de la conciencia, pero también os animo a que respetéis vuestro cuerpo en lo
que os pide. Sobre todo, en los momentos en que la Luz Blanca sea vivida y en
el transcurso de estos estados que serán cada vez más extensos si se ralentiza
el tiempo respecto a la visibilidad de Nibiru o a la Llamada de María.
Así pues,
e incluso antes de la estasis, si una serie de eventos sucedieran en vuestra
vida, relacionados con vuestra intimidad, con vuestro país, con vuestra región,
no intentéis proteger nada. No tratéis de evitar nada, sino obedeced a los
mandatos de la Luz, que no serán ya desapariciones sino una curación en el
Espíritu, como en los momentos de reposo –que os he descrito-, o en los
momentos en que estamos en la ceremonia. No se trata de una Teofanía perpetua,
sino verdaderamente, la instalación de la Eternidad más íntima en vuestro
cuerpo de carne. Es eso lo que causa los cambios, lo cual ha llevado hasta
ahora, los mecanismos de resistencia y los ataques de vuestro cuerpo físico.
Hoy comprobaréis sin ninguna excepción, que si la Luz Blanca aparece y se instala,
no podréis continuar como antes. Y esos períodos serán cada vez más largos.
Además, se me ha dicho, que la Estrella que debe intervenir, os contó hace
muchos años cómo ocurrió eso para ella. Y eso pasará de la misma forma para
vosotros, pero dejaré que esa Estrella exprese lo que tenga que deciros
respecto a su experiencia humana.
Se me ha
pedido que haga simplemente correlaciones con nuestra experiencia porque
nosotros vivimos eso, os recuerdo, a cada minuto, cada día, en cada ocasión. Es
decir, que podemos libremente dejar nuestra forma, en todo momento y dejar que
desaparezca y nuestra conciencia no se apaga. Y, en ese momento, penetramos
directamente en conciencia en otra conciencia mientras esperamos que la
gestación se realice, si se hace como vosotros, para ciertos pueblos. Hay un
reparto de un cuerpo, no una posesión sino la demostración real de que podéis
estar en cualquier forma, tanto una forma que se crea como una forma de más
edad, eso no cambia nada, ya que la forma no es inmortal, ni el vehículo, sino
la conciencia. Y esa conciencia no desaparece nunca.
Recordad
que, se produzca lo que se produzca, en este período previo de pre-estasis –que
afecta ahora a toda la humanidad, en todo caso las almas humanas o los humanos
con alma como decís-, tendrá una intensidad que no podréis ignorar. Estad
alerta para no resistir en la circunstancia que sea. Estad alerta para
diferenciar entre vuestras obligaciones que se os permiten hacer y los mandatos
de la Luz, de vuestra propia Eternidad que suprimen ciertos elementos, ciertas
personas, ciertas actividades, ciertos funcionamientos fisiológicos de vuestra
vida porque están totalmente de acuerdo –aunque no lo aceptéis-, con lo que
debe suceder en vosotros. Recordad que se os ha dicho a menudo: que erais la
Vida pero no vuestra vida. No es un juego de palabras ni una broma, es la
estricta verdad. Y experimentando y viviendo eso directamente, por la
instalación de la Luz Blanca, es decir, lo que denomináis, el fin del sí.
Y es así
como encontraréis la Paz. La Paz incluso de este cuerpo, cualesquiera que sean
los sufrimientos y los ataques. En este momento desaparecerá de forma natural,
el primer miedo que está vinculado a la pérdida del cuerpo, estéis liberados o
no. Y eso cambia también vuestra forma de vivir, de pensar, de dialogar y como
comprobaréis, de entrar en resonancia con nosotros los Elfos o cualquier otro
pueblo de la naturaleza. De alguna manera, la Resurrección vinculada a la
Llamada de María y a la estasis, por tanto, a la detención de la rotación de la
Tierra y no al basculamiento de los polos que se hará en una segunda fase,
cuando ninguna persona pueda estar aquí para verlo, por supuesto, excepto los
que permanecerán en la tierra en un cuerpo de santidad. Y, esencialmente, los
que tienen un origen y los que lo desean, un linaje Élfico, para encontrar y
vivir como conciencia libre dentro de una forma Élfica, que es una experiencia,
pensamos, muy agradable al mismo nivel que las otras dimensiones más etéreas.
Así
pues, en los momentos en que la Luz os llama al reposo… Y eso será perceptible
no por una debilidad, sino especialmente por la actividad percibida, sentida o
no para los que no sienten nada. Pero incluso los que no sienten nada, deberán
captarlo, por una forma de presencia o de dolor de cabeza situado en una zona
muy restringida alrededor de la pequeña Corona. Allí donde se encuentran las
cuatro fuentes de los elementos que se despliegan en vuestra frente, detrás de
vuestra cabeza y encima de las orejas. Es el Éter. Ese punto ER del Éter y las
cuatro fuentes de los elementos que están alrededor os llaman por impulso
Metatrónico… ¡Tan pronto como lo
sintáis, preparaos para la Luz Blanca!
Los que
no lo perciben, descubrirán simplemente que no están enfermos sino que todo
está confuso. Ya sean los cinco sentidos, ya sean los pensamientos, ya sean las
percepciones del cuerpo, si os sucede eso, no hay nada que valga la pena,
ninguna obligación, ninguna responsabilidad. Depende de vosotros verlo. Pero en
esos momentos, no podéis posponerlo. Si persistís en el error respecto a la
petición de la Luz, deberéis asumir las consecuencias, afortunada o
desafortunadamente porque el cuerpo permitirá eliminar eso. Ciertamente
doloroso en algunos casos como algunos de vosotros lo habéis vivido durante
algunos meses, aquí como en todas partes.
Por
tanto, cuando el impulso al reposo está ahí… -porque de momento podéis decidir,
pero diría que los primeros impulsos no dependen de vosotros ni de cualquier
alineamiento, ni sueño, ni vibración-… en ese momento necesitaréis si vuestra
conciencia ordinaria funciona, donde os enfrentaréis al dilema de asumir
vuestras responsabilidades o asumir la Libertad, ¡no hay medias tintas!
Algunos
de vosotros permaneceréis tranquilos hasta la estasis. Para eso, continuad
viviendo vuestra vida de la forma más simple y más humilde, tal y como se os ha
explicado. Por el contrario, si los mandatos de la Luz os llaman al reposo, no
resistáis de ninguna manera. Es ahí donde os demostraréis a vosotros mismos si
la Luz y lo que sois ha sido un entretenimiento o si es la Verdad. No hay
ninguna obligación en relación a eso, al contrario de lo que muchos de vosotros
os preguntabais todos estos años.
Pero, no
toméis la iniciativa. Una vez más, no porque algo pese en vuestra vida, debéis
decidir cómo liberaros de ella. La liberación, en ese caso, la hace la Luz y no
por voluntad personal. Pero no podéis tergiversar las cosas, es decir, no
podéis vacilar. ¡Eso será franco, claro y preciso!
Os he
dado las primicias y creo que un Arcángel os ha dado los diferentes síntomas
que podían manifestarse, que van a volverse cada vez más extensivos para los
síntomas que viviréis, otros aparecerán y otros desaparecerán. Pero, en todo
caso, habrá una modificación importante del funcionamiento de vuestro cuerpo y
de sus energías, para aquellos que las sientan, pero también, de la Luz misma,
en vosotros.
De hecho, lo que os estoy diciendo,
más allá de los detalles técnicos, es sobre todo por el simple hecho de vuestra
capacidad de ser más a menudo, testigo y observador, de lo que sucede, por el
impulso de la Luz. Pero el nuevo impulso Metatrónico ya no permite eso. Porque
en un momento dado, comprenderéis que hay una antinomia en vivirlo, entre… todo
lo relacionado con lo efímero –que está todavía en el orden de vuestra
responsabilidad-, no se mantendrá más ante la llamada de la Libertad. Y ahí, os atañe posicionaros. Y no hay
mejor experiencia para elegir, que ver lo que sucederá. Porque os puedo
garantizar a todos, sin ninguna excepción, que resistiréis.
Y aduciréis que tenéis una familia que
mantener, que tenéis un trabajo que cumplir, que tenéis cosas que hacer. Y
cuando veáis lo que sucede en ese momento, tendréis que rendiros ante la
evidencia. No
puedo decíroslo mejor. Porque esas experiencias necesitan también, alguna forma
de sorpresa, como la
Llamada de María y como el choque de la humanidad. Ahí está vuestro choque
personal. Estéis donde estéis y con quién estéis. Tanto si estáis despiertos,
liberados vivientes o no resistís nada, por el momento, no cambiará nada. Por
eso me pidieron que os avisara.
Nuestros
momentos de descanso, son totalmente libres. Por supuesto, a veces, nuestra
estructura y nuestra forma de Elfo, puede a veces llamarnos al orden y pedirnos
un descanso. Pero el nuestro nos dura unos segundos. Porque en ese momento el
Espíritu que está siempre presente, viene a vivificar espontáneamente y de
forma natural, por cese de la actividad, como habréis comprendido, o por una
ceremonia eventual. En este momento vosotros
no estáis regenerados en lo que nos concierne, pero sí vivificados.
Por otro
lado, se trata de una regeneración. Y esta regeneración puede pareceros
sorprendente, especialmente para aquellos de vosotros que ya tenéis la
sensación de que no viviréis en este cuerpo. Sin embargo, es la mejor manera de
vivir la estasis -no la Llamada de María que todos reconoceréis-, sino los tres
días de estasis. Porque nosotros os lo hemos dicho en muchas ocasiones; incluso
siendo liberado viviente, que existe, a pesar de todo, el hábito de la
conciencia ordinaria a un cuerpo. Por supuesto, la Supraconciencia ha
modificado las cosas de forma considerable, la Inteligencia de la Luz también y
el impulso Metatrónico final, antes de la liberación de las últimas claves, os
permitirá vivir eso con intensidad.
Entonces,
os repito que es mejor vivir el mandato de la Luz Blanca en la naturaleza o en
nuestros lugares, que en el sitio de trabajo. Y como dije, no será de golpe
porque habrá señales precursoras. El sentimiento de balanceo, el sentimiento de
tener todo vuestro cuerpo como vestido con otra prenda, hormigueo y vibración.
La aparición, incluso con los ojos abiertos, de la Luz Blanca o tan pronto
cerréis los ojos, seréis invadidos por la Luz Blanca.
Así que tenéis que experimentar y
decidir. Tratad de continuar llevando vuestras actividades, vuestros
pensamientos, vuestro trabajo, vuestras obligaciones y tratad de soltar todo. Y
veréis rápidamente que vuestra vida efímera se verá como un peso. Estaréis
vivos en ese momento. No estaréis en la negación de la vida, al contrario,
completamente vivos. Y veréis además, este cuerpo y vuestra vida, como algo que
no tiene ningún sentido. Y cuanto más perdáis eso, más estaréis en la Alegría.
Por supuesto, esto no afecta a la
totalidad de la humanidad, sino a una proporción muy importante, Y cuantos más
días transcurran sin la Llamada de María y sin la visibilidad de Nibiru, más se
abrirá este proceso. Obviamente, esto es algo muy útil. La oportunidad de lo
que llamáis “el tiempo”, os permite así afinar lo que sucederá, adelantar lo
que sucederá durante la estasis. Y, además, si aceptáis la Luz Blanca, el
impulso Metatrónico, en ese momento estaréis en esa Dicha sin nombre que os
acercará etapa tras etapa, día tras día, a la instalación definitiva.
Esto es
lo que tenía que entregaros, como preámbulo a la intervención de una Estrella.
Creo que después de mi venida vendrá también un Dragón para tratar de explicar
su punto de vista y su experiencia en relación con esto.
Si tengo
la oportunidad, os daré unos minutos para que hagáis preguntas relacionadas con
lo que acabo de decir. Pero, por favor, no me preguntéis que revele otros
elementos relacionados con la Llamada de María o la estasis o el elemento
final. Pero, respecto a lo que he dicho, si necesitáis más, os escucho.
Pregunta:
En general, ¿cuánto tiempo puede durar ese efecto de niebla cuando tenemos que
acostarnos?
En
general se os dejará suficiente tiempo para cambiar de actividad. Y, además,
aparecerá de manera muy ligera y se reforzará en el espacio durante unos
minutos o unas horas para otros. Pero veréis esta progresión, de forma rápida o
lenta, seréis capaces de saber cuándo no podréis resistir más.
Algunos
de vosotros os beneficiaréis de estas señales y síntomas de advertencia, por el
contrario, si tenéis la oportunidad de acostaros y tenderos, hacedlo de
inmediato, en la naturaleza o en el hogar. Pero recordad que en la naturaleza,
aunque el clima no se preste a ello, es aún más agradable. Cuando digo
“extenderse”, no os quedéis con que es necesario “acostarse” imperativamente.
Por el contrario debéis estar en el interior de vosotros. Es decir, si es
posible, instalaros en Teofanía o Endofanía o, en todo caso, en alineamiento,
si no sentís nada y, si es posible, en la inmovilidad. Además, comprobaréis
también, después de las oscilaciones del cuerpo, que tendréis algunas
dificultades para desplazaros. Ellas no están relacionadas con una morbilidad o
enfermedad, sino únicamente con este mandato Metatrónico, que sentiréis, os
recuerdo, antes de los signos precursores como una presencia por encima de la
cabeza, pero en contacto con la pequeña Corona. Lo que se ha denominado: el
“impulso Metatrónico” o el “Cubo Metatrónico”.
Así que,
no os preocupéis por los signos precursores porque cuando los viváis, sentiréis
perfectamente, si tenéis un minuto o una hora para obedecer. Como regla
general, siempre tendréis tiempo de acuerdo con la Inteligencia de la Luz, para
finalizar una actividad que está en marcha, un viaje en curso o algo que está
sucediendo. Pero después, es preferible que no planeéis nada. En cuanto a la
duración de este estado, va a ser cada vez más extensivo, no puedo hablaros más
que de la duración de las primeras veces. Porque obviamente la duración será
diferente según haya un apego a la materia y a las costumbres o no. Lo que
quiere decir que aquellos de vosotros que no tenéis hábitos y los que no tenéis
más obligaciones respecto a la sociedad sois más propensos a experimentar eso
con más libertad que aquellos que estáis en edad de actividad y
responsabilidad. Pero recordad que está abierto a todos.
Pregunta:
¿Es que el proceso es gradual en varias veces?
En
general es preferible, aunque os parezca, durante ciertos estados, ciertas
mediaciones, vivir esta pantalla totalmente Blanca. Pero efectivamente, la
repetición y la intensidad de estas experiencias aumenta y la frecuencia
también es un elemento importante. Dudo mucho que incluso para el Liberado
viviente, que prácticamente no tiene hábito corporal, se pueda hacer en el
espacio de un instante, os recuerdo que la estasis durará 72 horas. Aquí está
la cuestión de algunos minutos, de algunas horas y para algunos, de algunos
días, en función de las necesidades. Os recuerdo que no sois vosotros los que
decidís. Os recuerdo también que no es una entidad de Luz exterior a vosotros
mismos la que decide, sino simplemente la Inteligencia de la Luz que está
presente en vosotros al nivel de vuestro cuerpo de Eternidad.
Además,
para aquellos que están atentos, aquí o en cualquier lugar, escuchando o
leyendo, debéis sentir a priori, la pequeña Corona de la cabeza. Pero recordad
que la pequeña Corona de la cabeza es un signo precursor. Los verdaderos signos
precursores ocurren después. De ahora en adelante, se hará en este orden:
oscilación, niebla de los sentidos, no desaparición como antes.
…Silencio…
Creo que
va a ser el momento para mí, de volver a mi pueblo. Repito además que después
del solsticio de invierno e incluso en este mes, ya no organizaremos más
ceremonias, no obstante, la Luz está omnipresente y también se refuerza.
Soy
Eriane, Reina de los Elfos del pueblo de Eridan y bendigo cada uno de vuestros
Corazones.
Hasta
pronto.
Os
agradezco la calidad de vuestra acogida y sobre todo vuestra escucha.
Gracias
a vosotros.
* *
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