BIDI
Parte 3
Bien, Bidi está
de nuevo con vosotros, tengamos, si queréis, un momento de silencio antes de seguir.
…Silencio…
Pues te
escuchamos.
Pregunta: ser
absoluto con cuerpo sugiere la Felicidad asociada con la Paz. ¿Ser absoluto sin
cuerpo supone un estado perpetuo y eterno de gozo?
Tal y como dije,
más allá de esta forma en el seno de este mundo, excepto por supuesto para todas
las zonas de ilusiones nombradas el “más allá”, creo que muchos Ancianos os han
expresado las condiciones de vida de aquellos que se encuentran en un cuerpo
sutil, en el alma, en el seno de los mundos llamados astrales. Más allá de este
mundo, sutil como físico, sea cual sea la forma, si estáis en vuestro cuerpo de
Êtreté no hace ninguna diferencia con el hecho de ser absoluto sin forma, es el
mismo estado natural.
Os dije muchas
veces que no existía ninguna diferencia fundamental entre una dimensión dada,
una forma y un cuerpo dados en el seno de un entorno dado, es un juego de la
conciencia ya que el estado natural más allá de este mundo está presente en cualquier
forma, en cualquier juego. No estáis localizados en el tiempo, ni en el
espacio, ni en las dimensiones, a pesar de la presencia de un cuerpo dado en un
entorno dado, en una dimensión dada; esto no hace ninguna diferencia con aquel
que no tiene ningún cuerpo de Êtreté y es absoluto, esta vez no sólo sin forma
sino que también sin cuerpo y sin dimensión, ya que más allá de este mundo la
conciencia es Una, sea cual sea la dimensión, sea cual sea la apariencia, sea
cual sea la emanación.
Absolutamente cualquier
conciencia es consciente, por así decirlo, de todos los demás juegos de su
propia conciencia. Sólo es desde el punto de vista ligado a este mundo que la
separación es tan evidente. En el seno de la Libertad, no hay ni división, ni
separación, ni tiempo, ni espacio. No podéis concebir, imaginar, incluso soñar
lo que puede ser una vida, la Vida, en el seno de una forma libre. Sólo podéis
pensar en ello, pero del mismo modo, a este nivel, si no lo habéis vivido, no podéis
hablar de ello. Y aunque lo hayáis vivido a través de las experiencias de
deslocalización de la conciencia, como fue el caso después de las Bodas
Celestes, no hay palabras ni conceptos que puedan expresar esta realidad, y es de
hecho por esto que no hay necesidad de lenguaje, porque nada está separado. Es
muy difícil de imaginar, de concebir, os es estrictamente desconocido. Del
mismo modo me expreso con vosotros, no desde un cuerpo estacionado en alguna
parte como lo hacen los Ancianos o las Estrellas, sino que os había estipulado
que lo que se expresa hoy es el Bidi viviente, en ultratemporalidad.
Así que es
imposible encontrar unas palabras, incluso aproximadas, que puedan describir o dar
testimonio de esta realidad. La única cosa que puedo decir, es lo que acabo de
deciros, y también que no hay ninguna diferencia
entre el Liberado viviente presente en un cuerpo y aquel que es libre en la
libertad total de manifestación de la conciencia como en la a-conciencia.
Cuando os digo que no hay ninguna separación real, a pesar de la presencia de unas
formas en unas determinadas dimensiones, hay una total permeabilidad que hace
que aunque juguéis a un determinado juego, como el de un Arcángel por ejemplo,
el Arcángel lleva en él la información universal del Amor-Luz que abarca todas
las demás conciencias sin ninguna excepción. Cuando os decimos aquí, los Liberados
vivientes de cualquier época, que todo es Uno, no es algo mental o algún
concepto encantador, es la estricta verdad, pero no podéis concebirlo ni siquiera
vivirlo, por supuesto, mientras sois unos Liberados vivientes en un cuerpo, aunque
hayáis vivido los mecanismos tales como la deslocalización o la
ultratemporalidad.
Me expreso con vosotros
hoy, que es tal día en vuestro calendario, pero estoy al mismo tiempo en mi
cuerpo y estoy recibiendo gente en el último piso. No es antes, es al mismo
tiempo. Si tuvieseis la posibilidad, aunque fuese sólo por un instante, de ver
las barreras ligadas a vuestra forma, de desaparecer, lo veríais con la misma
evidencia que lo estoy viviendo. El idioma ya no es un problema, ninguna
distancia ni ningún calendario puede impedir esto. Lo que nombráis las Estrellas,
los Ancianos, como tal vez sabéis, están en una zona intermediaria, es decir en
un espacio interdimensional que no es propicio a la vida sino que mantiene
ciertas estructuras que fueron establecidas, creadas, dentro de los procesos de
la historia de este mundo, pero es muy difícil de imaginar o de pensar, hasta que
no seáis libres, que no hay ni tiempo ni espacio, aunque tengáis la impresión
de un desplazamiento. No es propiamente dicho un desplazamiento tal y como lo
concebís o vivís en esta tierra.
Dicho de otra
manera, el Absoluto sin cuerpo es todos los cuerpos, pero la conciencia
fragmentaria que es la del individuo y de la persona no puede de ninguna manera
representarlo. Aunque fuese vivido, no habría ninguna palabra en el vocabulario
ni en ningún idioma que pudiera acercarse a la Verdad. El único testigo que
nunca cambia, es la alegría, la ligereza, la Felicidad, sea cual sea la ocupación
de un Arcángel, de un Anciano, o de un Arconte. No hace ninguna diferencia, pero
desde vuestro punto de vista esto es imposible. No puedo encontrar ninguna
palabra, ni ninguna imagen, ni ninguna representación que pueda acercaros a esta
verdad, de la misma manera que el Liberado viviente con forma, aquí en este
mundo, sólo puede traducir con su vocabulario la misma realidad que es, como
dije, una forma de travestismo.
Más allá de este
mundo, en la Libertad, que sea con forma o sin forma no cambia estrictamente
nada. De hecho tal vez lo sabéis, fue expresado también por los Arcángeles, a
saber que cuando sois libres, os comunicáis libremente por miles de millones de
canales en el mismo espacio-tiempo que no lo es. Veis la dificultad de explicar
esto, es sin embargo algo totalmente natural, también, más allá de este mundo,
y de hecho, para el Liberado viviente, no hay ninguna diferencia en que el
cuerpo esté todavía presente aquí o que haya lo que nombráis la desaparición
del cuerpo. Que sea por la Ascensión, por la transubstanciación o por la
muerte, no cambia nada, ya no hay ruptura, ya no hay división.
Pues no busquéis
tener una idea o una representación de esto porque es posible para vosotros, incluso
a pesar de esta forma, pero es evidente que aquel que es liberado viviente en
este mundo, sea cual sea su historia anterior, aunque por ejemplo tenga
previsto ir a visitar, explorar algunas dimensiones en una determinada forma, algunos
universos, sigue siendo absoluto con y sin forma ya que, os lo recuerdo, sois
anteriores a la conciencia. Entonces no merece la pena nombrar, decir
“Absoluto”, decir “Dios”, decir “la Fuente”, porque realmente y concretamente
para la conciencia libre, sea cual sea su tierra de elección, es decir de
origen, sea cual sea la dimensión, esto no hace ninguna diferencia.
Estáis
demasiado, y todos nosotros estamos demasiado acostumbrados en este mundo a la
identidad del cuerpo, a la identidad de la forma, a nombrar las formas, a volverlas
inteligibles, a conceptualizarlas, pero todo esto son unos artefactos, por así
decirlo. La verdadera realidad, es que sólo hay una conciencia expresándose billones
de veces de manera diferente. Cristo dijo: « Lo que hacéis al más pequeño de vosotros,
es a mí a quien lo hacéis. » Era la estricta verdad que experimentaréis y
viviréis más allá de este mundo, sea cual sea vuestra forma aparente, sea cual
sea lo que exploréis. Sois, en el mismo instante, la totalidad de las
conciencias, la totalidad de los mundos, la totalidad de los universos, la
totalidad de las dimensiones, la totalidad de las Madres genetistas, y la
totalidad de los Arcontes. Sólo la división os impide realizarlo de manera
completa y autónoma mientras estáis en esta forma densa, pero el testimonio de
la Felicidad, de la beatitud, del éxtasis, de este estado natural, es
exactamente el mismo, que tengáis un cuerpo, incluso el más pesado como ése,
que el cuerpo más etéreo.
Pero esto no es
comprensible, no puede ser representado de ninguna manera mientras tenéis este
cuerpo denso. No hace ninguna diferencia relajarse en la Fuente, explorar o
crear un mundo en tal dimensión, o situarse más arriba, por así decirlo, de la
manifestación de la conciencia. De hecho tenéis muchísimos testimonios de
hermanos y hermanas humanos que durante una experiencia mística, una experiencia
fuera del cuerpo, os describen este hecho de conocerlo todo, de saberlo todo, de
comprenderlo todo. No hay más cerebro así que no hay más filtros. Fuera de este
cuerpo y de sus estructuras de encierro, no hay ninguna diferencia entre ser
Metatrón, un Arcángel, la Fuente, el Absoluto, una Madre genetista y un Arconte,
pero no tengo ninguna palabra para evocároslo. Aquí también, sobre todo en este
mundo, la vivencia es irreemplazable, la vivencia y el instante presente, sean
cuales sean la forma o la dimensión. La misma Felicidad, el mismo estado
natural, el mismo Amor, únicamente la forma, la apariencia, y la proyección
cambian, pero no la Verdad.
Cuando estamos
encarnados, mientras no somos libres, todos nosotros tenemos la costumbre de
funcionar en una forma que la primera cosa que enseñé, hace mucho tiempo, fue
la identificación al cuerpo que lo bloquea todo, que os impide ser libre; ni
siquiera es el mental, ni las creencias. Digamos que el mental, las creencias,
tapan un poco el horizonte, mientras que la identificación al cuerpo denso, a
la historia, bloquea todo lo que es la Verdad. Todas las verdades que se viven mientras
no sois libres sólo son relativas. Como lo había explicado de una manera
perfecta el Arcángel Anaël, sólo hay una Verdad absoluta, hay una infinidad de
verdades relativas.
Es lo que puedo
decir al respecto pero seguirán siendo unas palabras porque este cuerpo, aunque
ya no estéis identificados a él, es un obstáculo por el hecho de las
costumbres, por el hecho de las creencias, que tal vez no son las vuestras pero
son de la totalidad de los soñadores. Es por esto que hizo falta, hace muchos
años, un mínimo de conciencias abiertas y libres para poder acabar con el sueño
colectivo. Es esto el proceso de la Liberación; no es la destrucción de un
mundo, esto no quiere decir nada, es la destrucción del sueño, de la pesadilla,
el despertaros, reencontraros. Pero decíroslo de esta manera no os moverá un centímetro
hasta que no lo hayáis vivido, y aunque lo hayáis vivido, os reto a encontrar
unas palabras para explicar realmente lo que pasa. Es imposible, no se puede
explicar con palabras, se puede entender con la emanación, con la emanación de
Amor, con la información pura, pero de ninguna manera a través de unos
conceptos y todavía menos a través de un cerebro, ni siquiera a través de un corazón
abierto, elevado.
Sea cual sea lo
que habéis podido vivir en el momento de las Bodas, en el momento de la
liberación de la Tierra, sólo fue un atisbo de la Verdad, pero el hilo director
siempre será el Amor, la Luz, lo Verdadero, lo natural ‒ que para vosotros no
es absolutamente natural mientras no estáis liberados, mientras estáis
identificados al cuerpo, a vuestra historia, a vuestras costumbres sean cuales
sean. No olvidéis que el juego en esta tierra está encerrado.
Es la historia
de la cárcel, como el pájaro que ha nacido enjaulado y no se imagina que puede
salir de la jaula, aunque abráis la puerta. No conoce el exterior que es la
Verdad, nosotros tampoco mientras no somos libres en encarnación. Querer representarlo
os pone en un objetivo, os pone en una espera, es por esto que todos nosotros insistimos
desde hace muchos años sobre el Aquí y Ahora en este cuerpo. Ya no necesitáis ninguna
prueba exterior ya que estáis de regreso en vosotros.
La solución está
ahí. Nunca podréis vivir la verdad del sin-forma, aunque conocieseis todas las
historias de la tierra o de los mundos, mientras estáis en esta forma, ni
siquiera los liberados vivientes. Es por esto que hice esta distinción entre el
Liberado viviente, con cuerpo, y el Liberado sin cuerpo, pero fundamentalmente
es la misma cosa a partir del momento en que no tenéis más este cuerpo ‒ de
manera definitiva, por supuesto, no por experiencia, por deslocalización por
ejemplo, sino a partir del momento en que no tenéis más la posibilidad de
reintegrar un cuerpo de carbono, lo vivís a cada minuto.
Es por esto que lo
más importante es únicamente y exclusivamente vivir el Corazón del Corazón,
todo lo demás sólo son unas charlas, unas suputaciones, unas ilusiones. No necesitáis
esto para ser libres, sólo necesitáis reencontraros, regresar al centro, dejar
de proyectar la conciencia y seguir con vuestra vida hasta los últimos minutos
de vuestra vida, no rechazar nada. Refutar y rechazar no son lo mismo.
La única puerta
de salida, tal y como se habló tantas veces, es el Corazón. Os recuerdo que en
las estructuras efímeras nombradas chacras, en el chacra coronal tenéis la imagen
del corazón. ¿Por qué razón? Porque la cabeza sin el corazón no lleva a la
Verdad. El corazón está presente en cada chacra pero de un modo privilegiado a
nivel del chacra coronal, del sahasrara. Si no, sin el corazón no existe
ninguna libertad, digo bien, ninguna. No hablo de la libertad de ir y venir en
este mundo o de comprar lo que queráis, hablo de la libertad de lo que sois y
no del que juega; que es una falsa libertad.
Aunque tuvieseis
todas las posibilidades, financieras, técnicas, de hacer lo que os gusta en el
seno de este mundo en totalidad, os cansaríais muy rápidamente porque os faltaría
lo esencial. Es en este sentido de hecho, que existe una forma de travestismo
en la espiritualidad de aquellos que se paran a nivel del alma, a nivel del Sí,
porque están convencidos de haber llegado. De allí provienen todos esos pseudo-maestros,
todos esos gurús en ropa amarilla, o blanca, o de otro color, todo proviene de
esas ilusiones que llamáis de la nueva era, la nueva era que supuestamente llegaría.
E incluso
algunos Ancianos, encarnados hace muchos años, también fueron engañados porque
es inconcebible que seáis todas las conciencias y todas las dimensiones, y que
seáis anteriores a la Luz. Es estrictamente inconcebible, incluso para un
maestro, porque si no dejaría de ser un maestro. Cristo os lo dijo, y fue
repetido por numerosos Ancianos: « Estáis en este mundo pero no sois de este
mundo ». Vuestro cuerpo, sí, proviene de este mundo, pero de ahí a decir que
vuestro Espíritu está vinculado a este mundo, es falso. Este cuerpo, este alma,
este médium que es el alma, están asociados, incluso en vuestra estructura
genética, a Sirius, pero no vuestro Espíritu.
Lo que habéis
nombrado las Madres genetistas, son unas creadoras de experiencias, de formas,
libres. No os sobrecarguéis la conciencia, la mente, las emociones con todo
esto, permaneced alineados en el Corazón, en el Amor, en la Luz. Todo lo demás,
sin ninguna excepción, incluso las religiones más desarrolladas, sólo son unos
pasatiempos, unos juegos. Entonces por supuesto, al igual que el Comendador os
lo ha dicho muchas veces, hay otros escenarios de juegos que necesitan
reencontrarse también, pero cuando sois el Corazón, incluso a través de esta
forma, sois omniscientes. Sabéis, porque lo vivís, que no hay ni tiempo, ni
espacio, ni dimensiones, no hay ningún sitio para esto en la Verdad, sean
cuales sean los juegos de la conciencia, que son libres.
Es justamente
porque hay lo que sois, este estado natural, que el juego de la conciencia es
posible en la dimensión que sea. Cambiáis libremente de pantalla de juego, pero
sabéis permanentemente que no sois ningún juego ni ninguna forma. Aunque
juguéis en una forma dada, en una función dada, es un juego. No puedo encontrar
unas mejores palabras que se acerquen a esta Verdad. Entonces por supuesto,
cuando se habla de juego con lo que vivimos en la tierra, el juego resulta un
poco amargo, pero cuando lo veáis más allá de esta forma y de este mundo, sólo
podréis decir la misma cosa: es un juego.
Creo que Osho, aparte
de la pereza, os habló también de la ligereza, que nada puede ser serio. La
seriedad pertenece al ego, pertenece también a las reglas de funcionamiento dentro
de un sueño común. Cuando jugáis a un juego, respetáis las reglas del juego,
pero si el juego es falseado, tenéis que reencontrar la Verdad, si los dados están
trucados, y si hay unos tramposos. Todo está hecho para que olvidéis que estáis
en un juego, y ha funcionado muy bien. Queda por romper las costumbres, ni
siquiera hablo de vuestra historia, sino de la costumbre a la forma limitada.
Todo, en este
mundo que hemos pisado, es una superchería. Sólo la Vida es Verdad, y a partir
de ahí, es cuando el « Yo soy » no es la finalidad. Es un obstáculo, aunque
haya que encontrarlo, aunque después se haya hablado del sacrificio, porque incluso
en este estado del Sí estáis soñando. Es lo que pasó con todos esos maestros a
principios del siglo XX, que creían haber llegado y han querido manejar el alma
a través de unas enseñanzas ‒ pero ellos no conocen el Espíritu.
Unos y otros podemos decir:
“Perdónalos, no saben lo que hacen”. Ellos son limitados, cualquiera que sea su
énfasis, cualquiera que sea su vestimenta, cualesquiera que sean esas
enseñanzas superfluas sobre las radiaciones, sobre el alma. Conocer el alma, no
os hace vivir el Espíritu, al contrario, porque el alma aquí en la Tierra, está
girada hacia la materia. El alma sirve de justificación a este mundo; más aún,
en el encarcelamiento, es el alma colectiva humana la que se ha dejado atrapar,
en lo que se ha llamado, creo, el sistema de control del mental humano.
Siempre estáis convencidos de que los
chicos malos son los que actúan; no, ellos interpretan su papel, no necesitan
pensar. Creen que la mesa de juego es la única realidad; lo creen
sinceramente. Pensar eso, simplemente demuestra una ignorancia total del
Espíritu e incluso algunos Ancianos, no hablo de los “walk-in”, que os han
hablado de cuando ellos estaban encarnados, vislumbraron la Verdad, pero no
fueron capaces de vivirla. Por eso os digo que no tengáis en cuenta ninguna
palabra, ningún maestro, vividlo, pero no aceptéis nada. No tiene sentido
seguir a Cristo, si en vuestra vida efímera hay el menor rastro de “no-Amor”;
no haréis más que reforzar a las religiones y al encierro. Es lo mismo,
dondequiera que volváis la mirada, incluso en el hinduismo.
Hoy,
debéis despertar, no por la refutación ni por la Onda de Vida ni por el Canal
Marial, sino por la Aceptación incondicionada e incondicional. No tratéis de
entender la Aceptación (Acogida). No tratéis de comprender la pereza, no
añadáis conceptos, vividlo. Vivir no quiere decir buscar, es hacer silencio, y
no volveré sobre ello. Ser nada es ser todo; no ser ni esto ni aquello, os
conduce por supuesto a la trascendencia de “ni esto ni aquello” que es también
“esto y aquello”. Nada está excluido, solo hay un olvido. Habéis olvidado que
jugáis, porque este cuerpo sufre, resiste, es su naturaleza, aunque no tengáis
creencias. El nivel de densidad en la Tierra es tal, el sueño es tal que para
la mayoría de los seres humanos solo hay creencias -en el paraíso con vírgenes,
en el reencuentro con Krishna, en otros mundos-, pero eso son simplemente
conceptos. Ahora, debéis estar en la esencialidad, debéis despojaros, podar, no
por un acto, sino permaneciendo tranquilos, perezosos, en Recepción.
Tenéis
muchas más oportunidades, encontrándoos en la naturaleza, que escuchándome,
pero podéis vivir lo que digo, más allá de las palabras, sin comprender nada.
Siempre lo he dicho. Por supuesto, en la naturaleza hay pueblos, hay entidades,
pero hay también Libertad, independientemente de toda entidad, especialmente en
los bosques. Eso no lo tendréis en ningún templo, no lo tendréis cerca de
ningún santo, vivo o muerto. Ya es hora de entrar en la verdadera Viva; la
verdadera vida no está en los libros y en la frecuentación de los santos o de
un supuesto ser. Así os lo han dicho, de forma poética, nuestras hermanas
Estrellas, algunas de ellas que tenían las palabras, las frases relativas a
eso, pero ya no tenéis necesidad de eso que está superado. Estad en silencio
dentro de la naturaleza sin propósito, sin objetivo, deteneos, acoged. Y
veréis, y viviréis. No hay ningún ritual, no hay ninguna forma de proceder,
solo estar, ahí también, en la espontaneidad de la Aceptación; hoy no
necesitáis nada más.
Dejad
ir, todo lo farragoso de las religiones, de las energías, de las vibraciones,
todo el desorden de la conciencia en este mundo; es la única forma de
encontraros en la conciencia liberada. En otras palabras, no os apoyéis en
nada, situaos y encontraros en el santo de los santos. Por lo demás, continuad
viviendo, sed la Vida, vivid las experiencias que se os han propuesto, pero no
las busquéis, aceptad también lo que se produce, pero no proyectéis nada, para
crear algo. La co-creación llamada “consciente”, la Androginia primordial,
todas esas palabras que os han trasmitido, son para vivir y no para acumular.
El mejor marcador, como os ha dicho y repetido de todas las formas posibles el
Comendador, es: “el miedo o el Amor”; yo os diría simplemente: “la Alegría o la
no Alegría”, porque el Amor es Alegría, la Luz es Alegría, la Luz es Amor. Este
Amor no depende de ninguna contingencia, de ningún cuerpo, de ninguna forma, de
ninguna historia, de ninguna devoción. Debéis atreveros; atreveos a ser
temerarios, atreveos y dejar venir a vosotros lo Desconocido.
La mayoría de vosotros estáis
aturdidos por las creencias, aturdidos por la muerte, aturdidos por el final,
pero vivid vuestro final ahora, no es preciso esperar al colectivo, sed libres
desde ahora. Respetad vuestra vida, vuestras obligaciones; eso no puede ser
ningún freno, penséis lo que penséis. El
sufrimiento, las obligaciones incluso las apremiantes son precisamente las que
necesitáis para encontraros. Eso es también la Aceptación, aunque no lo
comprendáis; no podéis comprenderlo, es imposible, solo podéis vivirlo. No
hagáis conjeturas ni suposiciones porque os alejaréis del instante presente.
Tan pronto haya un concepto, tan pronto os parezca existir un requisito, de
salud, de posición, de ausencia de ruido, de silencio, os engañáis. No hay
prerrequisitos, sobre todo hoy.
Es
eso lo fundamental, incluso diría que lo más esencial, de todo lo que habéis
tragado, de todo lo que habéis sido capaces de experimentar en vuestra vida;
tanto si ha sido antes o más recientemente, o ayer, no lo mantengáis, dejadlo
ir y quedad disponibles. No conceptualicéis nada, no penséis en mañana, solo
debéis pensar en mañana, para lo que tenéis que hacer en vuestra vida ordinaria,
cotidiana; planificar a ese nivel, sí, es obligatorio. No tenéis que huir de
nada, a no ser de vuestros conceptos y de vuestras ideas. Hoy, no hay
absolutamente nada que os impida estar en este estado natural. Ya os he dicho
que la liberación era posible antes, por la Onda de Vida, por las vibraciones,
por el Canal Marial, ¿Y por qué no? Por los pueblos de la naturaleza y no os
pido que os detengáis, debéis vivir lo que tenéis que vivir, pero no pongáis
una meta o un objetivo. La meta y el objetivo sois vosotros, no está en el
exterior; Cristo está en vosotros, aunque haya existido históricamente.
Esto
es un cambio de punto de vista radical, porque la conciencia hoy, es vibración
en totalidad, porque la conciencia seguirá lo que penséis, lo que creáis, para
manifestar sobre la pantalla de vuestro efímero, vuestros miedos, vuestras
proyecciones, vuestras creencias, vuestros ideales, vuestros sueños de
evolución. Pero detened todo eso. Vivid vuestra vida diaria, aprovechad las
reuniones entre vosotros o con la naturaleza, pero no pongáis un objetivo. El
objetivo si lo hubiera, es únicamente vosotros a solas.
Hoy,
a partir de hoy, todo lo demás os aleja de la Verdad; eso os ha acercado por la
vibración, por las Puertas, por las Estrellas, por las experiencias de la
conciencia, pero hoy no es necesario. Y si no habéis vivido nada, tanto mejor,
sois vírgenes. Y, además, se os ha repetido: “Los primeros serán los últimos,
los últimos serán los primeros”, porque no tiene nada a priori el que no cree
en nada, el que solo cree en lo que ve, lo que ve en la simplicidad más
elemental, con sus alegrías y sus penas ordinarias. Es más probable que se
descubra a sí mismo que el que ha acumulado conocimiento y experiencia.
Las
experiencias son útiles, pero nunca serán una finalidad de nada. Aceptad que no
hay ninguna finalidad, ni siquiera al final de vuestra vida o de este mundo; no
cambia nada. ¿Es que cuando dormís, os preocupáis de este mundo, de vuestro
cuerpo o de algo?, ¿dónde estáis cuando dormís?, ¿dónde estáis cuando
desaparecéis? No necesitáis ver, vosotros lo vivís, pero los efectos se notan
en la vida ordinaria. Si no notáis nada en lo cotidiano de vuestra vida, en
vuestro estado de ánimo, en vuestra forma de hablar, en vuestra liviandad, eso
quiere decir que lo que vivíais era falso, era una proyección. El tiempo de las
proyecciones se acaba, la Luz está por todas partes. Creo que los Ancianos os
han hablado de una sucesión de acontecimientos; vosotros los vivís en este
momento, en vosotros como en todas partes donde miréis. Por supuesto habrá
siempre hermanos y hermanas en la negación; para ellos no pasa nada.
Encontraos,
no necesitáis apoyos, no necesitáis soñar, no necesitáis un plan, un proyecto,
ninguna evolución. Aceptad que sois perfectos, no la persona, sino lo que sois
en Espíritu y en Verdad; es todo, y dejad que se desarrolle lo demás. Sed
perezosos, actuad en vuestra vida de acuerdo con vuestras obligaciones. También
os señalo, que en lo que he vivido como cada uno de vosotros, cuando comencé a
Despertar, consideré dejar la mujer, los hijos y la profesión, para retirarme
como un santo, pero todo eso es falaz, es la coartada del ego y del Sí. Debéis
estar plenamente presentes, incluso en vuestro sufrimiento, incluso en vuestras
dificultades, incluso en todas las alegrías efímeras; no debéis privaros de
nada.
Si
aceptáis hoy esa verdad esencial, si estáis en el observador, veréis que la
pregunta: “Y eso, ¿para qué sirve?”, ese interrogatorio incesante, no podéis
perseguirlo porque se reforzará. Dejadlo ir, no os ocupéis de los resultados,
Estad plenamente presentes en vosotros mismos, en el eterno presente; eso es
suficiente. Y si tenéis la impresión o si es real que no os habéis
reencontrado, es que no estáis en el instante presente, digáis lo que digáis.
No basta con cerrar los ojos, quedar en silencio, eliminar los ruidos y los
movimientos para estar en el instante presente.
Si
estáis en el instante presente, hayáis vivido lo que hayáis vivido, al nivel de
las Puertas, de las Estrellas, de las energías, de las vibraciones, si os
sumergís realmente en el instante presente, seréis libres de forma instantánea
y lo veréis alrededor de vosotros. En otras palabras, hoy, tenéis más
posibilidad de ser liberados fregando los platos, que rezando o meditando. Las
Teofanías, tal y como se las ha denominado, son accesibles permanentemente, así
que, ¿cuántos de vosotros continuáis luchando y tratando de comprender? “Buscad
el Reino de los Cielos en vosotros”. Estando dentro de vosotros, no tenéis que
buscar, sabéis dónde está, y ahí está localizado aquello de lo que hablo,
anatómica, energética y vibratoriamente. No es el corazón de la cabeza; por eso
se eligió la expresión: “Corazón del Corazón”. No fue para que se viera bien,
sino en previsión de que los pensamientos y la energía, están dirigidos por
vuestros propios pensamientos.
¿Cómo
queréis ser libres si pensáis permanentemente: “soy libre, estoy en Paz”?
Ocupaos de lo que tenéis que resolver concretamente en este mundo, pero lo que
eres, no tiene que ser solucionado, hay que encontrarlo; es muy diferente.
Pero
bueno, creo que en el escenario cronológico que se os comunicó, del final del
Kali Yuga, todos pasaréis por esa Puerta estrecha; no hay otra posibilidad,
pero no os atasquéis con mayor peso, con más pruebas y más experiencias. Tenéis
todo el tiempo, tenéis la Eternidad para vivir todas las experiencias, como la
ausencia de experiencias.
Hoy
es realmente crucial, esencial y vital, situarse en el Corazón. Os pido que no tratéis
de comprender lo que significa “estar en el Corazón”, porque la conciencia va a
seguir vuestro pensamiento, aunque no sepáis lo que quiere decir “situarse en
el Corazón”. No necesitáis saber, solo podéis vivirlo, no necesitáis ni
explicaciones ni comprensión. Y si eso parece complicado, difícil, arduo, es
simplemente porque el peso de las costumbres no os permite que os instaléis
completamente en el eterno presente. No hay otro obstáculo que vosotros mismos.
Sobre
todo, no dependáis, en este período, de lo que se ha llamado “el fin de los
tiempos” porque ponéis una distancia, os desalineáis. Hay suficientes signos,
suficientes evidencias, para el que quiere ver, no para estar interesado en
ello, de lo que es esencial. No esperéis la Llamada de María o lo que sea.
Tenéis
la oportunidad de reencontraros, como he dicho, fregando los platos, paseando
por la naturaleza, escuchándome, durmiendo, aunque no hayáis retenido o
comprendido nada -es todavía mejor. No me dirijo a los que me escuchan, me
dirijo a los que me oyen más allá de la escucha, más allá de vuestra persona.
Además, si tratáis de anteponer a vuestra persona y la veis más claramente
durante la conversación siguiente, podéis tener dolor de cabeza, más que el
fuego del Corazón; como decís, es lo uno o lo otro.
La
Libertad no es complicada hoy, la Liberación, todavía menos, pero fijaos lo que
alimentáis en el espíritu. No hablo de vuestra vida diaria, sino de las
cavilaciones. Mirad con claridad, jugad al observador. ¿Qué es lo que buscáis?,
¿la experiencia o la Libertad? Buscad la Libertad, las experiencias os serán
ofrecidas después.
Podemos
continuar.
No hay más preguntas escritas
y hemos llegado al final del tiempo asignado.
Entonces,
solo quiero comunicaros lo siguiente: en relación con el próximo intercambio,
os aconsejo, aunque no tengáis ideas hoy, que cada uno de vosotros exprese una
cuestión, incluso para decir: “no tengo pregunta”. No os pido preguntas
personales, no os pido preguntas sobre vuestras heridas, ni históricas de este
mundo. En el próximo intercambio, dejad expresarse la espontaneidad, no
preparéis nada, al contrario de esta entrevista. Atreveos. Atreveos a decir
simplemente: “No quiero plantear una pregunta”, pero no me digáis todos eso
porque cada uno de vosotros tendréis la respuesta que os corresponda. Habrá
tantas respuestas diferentes como individuos presentes, porque las respuestas
estarán adaptadas. Por supuesto, los que escuchen, los que lean, podrán
encontrar en ciertas preguntas que la respuesta no es colectiva sino más íntima
para sacudir las últimas posturas, para desnudaros y, para reconoceros sobre
todo en la Alegría. No puedo hacer nada desde el exterior hasta que me hayáis
acogido en vosotros porque yo soy vosotros, cada uno de vosotros; lo veréis
mañana, lo viviréis.
Entonces
Bidi se calla y os dice, hasta la siguiente.
***