BIDI
Parte 3
Marzo 2017
Bueno, Bidi está con vosotros y os saluda.
Vamos juntos, si queréis, a continuar expresando la verdad de lo que sois. Así
que espero vuestras preguntas.
Pregunta: ¿Puede extenderse sobre la vía de la devoción?
Ser devoto, ser un seguidor, no es la devoción. La devoción se impone
ella misma como un medio de olvidar, de hacer desaparecer a la persona y dejar
paso a la Verdad. Vosotros lo sabéis, la vida, donde quiera que esté, en
cualquier experiencia como en cualquier dimensión, es un juego. La devoción y
el servicio, son uno de los medios, y no el único, para avanzar en el
descubrimiento de la Verdad. La dinámica y el sentido del movimiento son
totalmente diferentes. En la persona normal todo se reduce al pequeño sí y se
inscribe en lo efímero.
La vía de la devoción consiste en olvidarse de sí mismo y colocar a
los demás como a uno mismo. El movimiento y el sentido de la energía no tienen
nada que ver. Dando todo, vuestra presencia, vuestro servicio, facilitáis de
alguna manera el descubrimiento de lo que sois, olvidándoos de vosotros mismos
y actuando no para sí, sino para el otro, para dar servicio. El camino de la
devoción es especialmente factible, para todos aquellos que no pueden
olvidarse, para todos los que quieren ir rápido y así, escapar del tiempo, de
su propio mental, de sus propias emociones, no como una huida sino devolviendo
la energía al otro y liberando así los programas memoriales, los programas
kármicos vinculados a la persona. La devoción es un medio poderoso, no solo
para olvidarse y desaparecer, sino también para acelerar el descubrimiento de
la Verdad.
Este camino, no es
para todos. Es preciso ser ya, portador de gran humildad, de gran simplicidad;
la devoción perfecta no puede acomodarse a ningún otro propósito de la vida.
Dicho de otra forma, la devoción no es el servicio que ofreces a una persona
sino a todas las personas de este mundo, sin distinción y sin diferencias.
Básicamente requiere que la humildad esté presente, aunque esté disfrazada por
la timidez o cualquier otro sentimiento de no estar cómodo con el entorno y con
los demás.
La devoción consiste
en poner al otro, delante de sí. Eso entraña necesaria y obligatoriamente, la
desaparición de todo objetivo en la persona y en el ego. El ego se achica por
el servicio y la devoción. Con la devoción alumbráis la Verdad y, sobre todo,
evitáis la precedencia del ego. Pero, repito, este camino no es recomendable
para todo el mundo. No podéis elegir la devoción, es ella la que os elige a
vosotros, por las características mismas de vuestra persona y de vuestro Sí. Se
requiere que el retorno de la energía y de la conciencia, hacia sí o hacia el
otro, sea efectiva y suficientemente nítida y clara para vosotros.
La devoción
auténtica no puede acomodarse a ningún objetivo de la persona, a ningún
propósito de ganar algo en el plano material. Distrayendo a vuestro mental,
derivándolo de vuestra persona, llegáis a olvidar la propia influencia de
vuestro mental sobre vosotros mismos, así como vuestras emociones. La devoción
es un camino que necesita una constancia, una permanencia en el don de sí, de
forma que no puede existir ninguna reivindicación relativa a la persona. La
devoción, dicho con otras palabras, no puede ser un acto de voluntad sino justamente
un acto de abandono de toda reivindicación personal, que os permite salir
rápidamente de la historia personal.
Pero para vosotros,
los Occidentales, debe reconocerse que todas las estrategias elaboradas por la
sociedad, no permiten a menudo ejercer la devoción con tranquilidad, porque las
leyes de las culturas occidentales, desde hace mucho tiempo me parece por ejemplo
que han eliminado el sentar al pobre a vuestra mesa. Las organizaciones, las
más prestigiosas como las más modestas, se han hecho cargo de ello, y os dan un
sentimiento de satisfacción al donar dinero. Pero no es el dinero lo que hay
que dar; la verdadera devoción es un don de sí y no está acompañada de ningún
don de dinero.
La verdadera
devoción es libre y espontánea en algunas almas cuando descubren el Sí, en
parte, las almas que respiran, antes de su disolución, un sentimiento de tener
que trabajar sobre la materia, sobre el perdón. El sentido del don, si aparece
en uno de vosotros la devoción, refleja la disolución del alma, pero una vez
más, no se trata de una regla general; todo depende de la coloración del alma,
de su polaridad y de su manifestación.
Más allá de la
devoción, el servicio, la acogida del otro se vuelve esencial porque el alma o
el Sí, descubren entonces que el otro no es más que uno mismo, en una forma
diferente, ciertamente, en una historia diferente, pero con una conciencia Una,
nacida y generada en el mismo lugar, que reposa (independientemente de las
apariencias) sobre el Único, sobre el Absoluto. En estos tiempos de
finalización de ciclo en que el ajetreo predomina por todas partes de forma
cada vez más visible, es mucho más fácil que antes, ver esta verdad. El otro no
es más que vosotros en una forma diferente, en una expresión diferente, pero
eso es la apariencia. En la devoción, las apariencias se desvanecen y
desaparecen. Repito, eso no depende de la voluntad, ni física ni espiritual,
sino del reconocimiento de la Vida y su Inteligencia y del mismo Absoluto,
aunque no se viva todavía.
La devoción hacia
otra cosa, por ejemplo, a un ídolo, a una representación de Dios, al hogar en
India, no es lo mismo. La devoción de la que hablo es una devoción a los vivos,
a los hermanos y hermanas, sea cual sea su condición, porque más allá de la
palabra “hermano” hay real y concretamente, la percepción directa del otro y de
sí, que solo son uno, a pesar de todas las apariencias, a pesar de todos los
discursos y sean cuales sean los antagonismos de las creencias o de las religiones.
Recordad que
mientras os declaréis “cristiano”, “budista” o “hinduista”, os comportáis de
manera violenta porque profesando eso, excluís las demás religiones. Desde el
momento en que decís: “soy francés”, “soy alemán”, ocurre lo mismo porque os
definís como pertenecientes a un tipo de comunidad que excluye de forma
violenta las demás. El ser dulce, el ser humilde, no puede ser violento; no
diferencia entre los creyentes, no diferencia entre el que está despierto y el
que está dormido, no diferencia según la ropa, la riqueza o la edad.
La devoción no puede
ser dirigida. En ese sentido os dije: “la devoción hacia los dioses, las
imágenes, tiene ciertos efectos, pero no os lleva nunca a encontrar la Verdad;
eso son paliativos”. Ellos alivian, tranquilizan; los dioses y sus imágenes
pueden responder a vuestras demandas, pero las demandas son siempre las de la
persona. La verdadera devoción se expresa, repito, naturalmente, cuando la coloración
de vuestra alma es la adecuada.
La devoción no puede
estar dirigida y en ese sentido también os decía: “la devoción no busca jamás
ningún tipo de ventaja y no puede haber ventajas más que en el plano denso; la
única verdadera ventaja se vivirá en la conciencia. La devoción también, como
he dicho, no puede ser calculada, sino que debe ser espontánea. La devoción
puede expresarse de manera muy puntual, por ejemplo, en casos de accidente al
ir en ayuda de un herido. No os planteáis ninguna cuestión; la naturaleza
humana, incluso personal, hace que vayáis espontáneamente a ayudar y dar
socorro.
La devoción no debe
hacer de vosotros un salvador o un salvavidas. El otro está al mismo nivel que
tú porque es el mismo, más allá de las apariencias, más allá de las costumbres,
de sus creencias o de su pertenencia a la comunidad que sea. Si establecéis una
diferencia, en ese momento la devoción no es pura, se desvía en función de las
formas y en función de la persona. Diría que la devoción más útil es la
devoción a la humanidad sin distinción. Todo lo demás frente a los ídolos, los
dioses, refleja necesariamente una desviación de la devoción donde la óptica
personal, camuflada por el ego, está presente. Tened en cuenta la noción de
espontaneidad que se expresa sin esfuerzo, donde el desinterés está ya
impulsado por la misma alma.
…Silencio…
Otra pregunta.
…Silencio…
Pregunta: En los
tiempos actuales, ¿existe otro camino?
Todos los caminos
son posibles; yo he dicho que la devoción concierne a ciertas almas -y
ciertamente no a todo el mundo. El Absoluto no requiere un camino, es
simplemente la revelación de la Verdad, sin búsqueda, sin movimiento, pasando posiblemente
a través del observador o del testigo, por la Última Presencia, por las
Vibraciones. Es un cara a cara, una superposición y una disolución, por fusión
de dos funciones a priori opuestas: la voluntad de vida, el fuego vital, y la
voluntad del Espíritu o Fuego Ígneo. Este Espíritu no es personal, no es
identificable a una forma. Creo que habéis recibido algunos elementos; la
diferencia es la que puede existir entre lo que se ha denominado “El Espíritu
del Sol” que está vinculado a una forma, y el “Impersonal” que no está
vinculado a ninguna forma.
Un camino será
siempre exterior a sí mismo. Recuerda que no hay nadie al que seguir, solo hay
que ser, descubrir el “yo soy” y dejar el “yo soy”, para dar paso al “yo soy
Uno”. Pero mientras consideres que hay un camino, estás en el exterior de ti.
No olvides que la persona y el ego, harán siempre todo mientras no hayan
claudicado, para haceros volver al exterior, distrayéndoos con las religiones,
con los gurús, con los maestros por lo que estáis en un proceso en este momento
de la expresión de la conciencia o incluso de la supraconciencia, pero, ¿te has
encontrado a ti mismo? No olvides que el investigador es lo investigado.
Mientras no hayáis comprendido eso, giraréis en redondo, en esta vida como en
el Samsara y en la reencarnación, justificándoos, diciendo que debéis mejorar.
Pero, ¿qué mejora? Quien dice eso es la persona, mostrando por ella misma que
estáis atrapados en esta ilusión.
No olvidéis que en
esta bolsa de comida en la que estamos sumidos todos, sin excepción, al mirar y
al juzgar al otro e incluso a la misma sociedad, si no os volvéis hacia
vosotros mismos para comprobar que sois independientes de todas las
circunstancias de vuestro cuerpo, de vuestra vida, de vuestra salud y de
vuestro dinero, ¿cómo queréis ser libres? Recordad que ser libres es estar
liberados de la persona y nada más. Eso requiere, no sabiduría, sino una
aceptación total, sincera e incondicional de no ser esta persona ni ninguna de
las personas que están dentro de la Ilusión.
Recordad que no me
dirijo a la persona, incluso en mis respuestas; me dirijo al que puede
comprender, porque es la misma cosa, aunque de momento no lo oigáis algunos de
vosotros. Ved más allá de las simples palabras lo que os ocurre frente a estas
palabras.
La Verdad no sufre
ningún compromiso, ninguna desviación. La Verdad es la Verdad, penséis lo que
penséis y viváis lo que viváis. No hay otra verdad, todo lo demás son
diversiones de las escenas de teatro en cualquier lugar, en cualquier plano, en
cualquier dimensión. Es vuestra libertad, por supuesto, pero recordad aquí en
la Tierra, que el velo del olvido vinculado a los maestros de la Ilusión, no os
permiten encontrar el resultado, en vuestra persona. No hay ni salvador ni
verdugo, solo vosotros. Mientras estéis seducidos por las formas, por los
pensamientos, por el placer, no sois libres, estáis encadenados.
La verdadera
felicidad no depende de ninguna circunstancia exterior, sea la que sea, no
depende más que de vosotros. Para eso debéis volveros al interior de vosotros
mismos, no para mirar y acariciar a vuestra persona sino, como dije en mi
época, para refutar todo lo pasajero. Vuestras emociones pasan, vuestra vida
pasa, vuestros recuerdos pasan, vuestro mental pasará cuando la bolsa de comida
desaparezca. ¿Qué os lleváis? Absolutamente nada de la Ilusión, ni progreso, ni
fracaso, ni mejora, ni evolución.
La vida y la muerte
no son más que un instante fugaz, así como este mundo que no tiene ninguna
importancia ni ninguna utilidad. Esto no quiere decir que neguéis la vida sino
justamente, como dije ayer, que estéis vivos. No podéis estar vivos y ser
vuestra vida, agarrándoos a ella. Mientras vuestra conciencia esté ligada al
cuerpo, mientras vuestra conciencia esté ligada a vuestra persona, a vuestra
historia, a la justificación de vuestra presencia o de vuestro cuerpo, no
podéis ser de verdad. Nada de lo que concierne a la persona, nada de lo que
concierne a cualquier historia, es lo que sois porque todo eso es pasajero.
Vosotros queréis la
paz, vosotros reclamáis la paz, queréis vivir la conciencia, las vibraciones,
el Fuego -y lo habéis experimentado la mayoría. ¿Qué esperáis para volveros
hacia vosotros mismos? ¿Qué esperáis para sumergiros? Sumergiros en lo que
sois, ahí, en el corazón del Corazón, como he dicho. No necesitáis a nadie,
ninguna referencia, ningún propósito. Despojaos de todo eso, sed verdaderos en
vosotros mismos. No disfracéis nada, no proyectéis nada ni interpretéis nada,
estad simplemente presentes, sin propósitos, sin ideas y sin objeto -y sin
sujeto. Solo podéis vivirlo. No os atéis a los conceptos, a las creencias o a
las historias; si no, no hay ninguna libertad.
El peso de vuestras
historias, el peso de vuestra persona es justamente lo que podrá impedir y
obstaculizar que os encontréis. Porque es mucho más fácil hoy, con esta noción
del tiempo que se os ha concedido realmente, para descubriros, no en una
historia, no en una conciencia de eso o aquello, sino en la Verdad. La Verdad
no es una conciencia, la Verdad no es ninguna palabra; hablo solo de la Verdad
que es única, eterna y que no pasará nunca.
Por tanto, sean
cuales sean los caminos que puedas tomar en un momento dado, debes aceptar verte
como eres, no en esta forma, no en esta vida, sino justamente verte más allá de
toda visión, es decir, el Parabrahman.
No podéis, repito,
apoyaros sobre ningún conocimiento, sobre ningún pasado, sobre ninguna
proyección. Es lo que llamáis en Occidente, “el instante presente”. No podéis
estar en el “instante presente” y proyectar algo, ya sea una meta o un objetivo
del tipo que sea. Repito, no os pido que me creáis, verificadlo por vosotros
mismos. Verificar no quiere decir investigar algo, sino reconocer la Evidencia.
Más allá de toda forma y de toda conciencia, vosotros sois tanto Dios, como yo,
como cualquier otro -y yo diría que el que llamáis “el Diablo” que no es otra
cosa que Dios.
Pero todo eso no son
más que palabras y toda palabra es una proyección; creo que estaréis de
acuerdo. Hay, lo que podríamos llamar la intimidad de la conciencia en el
corazón del Corazón que podrá probar que el Absoluto es la única Verdad. Pero
la prueba, la experiencia, no serán nunca el estado de Liberado. El Liberado no
necesita experiencia de ningún tipo, está simplemente presente en su humanidad
y en su eternidad, sin voluntad alguna de cambiar a quien sea o a lo que sea.
No tiene otro objeto, otra función ni otro punto de vista que manifestarse en
la forma sabiendo que no es esta forma y que, llegado el momento, saldrá de
ella.
La Vida no es un
impulso, la Vida es una Evidencia, incluso dentro de la Ilusión. La Ilusión no
es la Vida, vosotros sois la Vida. Cristo os dijo que vosotros sois “el Camino,
la Verdad y la Vida”. Vosotros también podéis decir: “Yo y mi Padre, somos
Uno”, pero ninguna persona puede decirlo. Por otra parte, no hay nada que
decir, nada que preguntar. Cuando sois libres, no os planteáis la cuestión de
la Liberación porque no la habéis buscado, ella os cae encima o dentro, más
exactamente, porque todos los velos de la persona que actúan en la forma, en
las pulsiones, en las relaciones, en las emociones, en el mental, en el causal,
simplemente ya no existen.
Diría entonces, que
cuando estáis liberados, la forma está vacía, sin embargo, vosotros os servís
de esta forma, no como una misión, no como un rol que cumplir, sino como la
única evidencia posible. No podéis hablar en este momento para toda la
humanidad porque debéis respetar la libertar y la ignorancia de cada uno, pero
hablad para aquellos que pueden oír, no con las orejas, no con la cabeza, sino
directamente con el Corazón.
El Absoluto no tiene
ningún camino porque el camino es ya una manifestación y vosotros sois
anteriores a toda manifestación como a toda conciencia. Mirad dentro sin ver,
porque no hay nada que ver, pero os daréis cuenta por vosotros mismos que no
sois realmente este cuerpo ni, incluso, esta conciencia que se expresa y que se
trata de vehículos. Todo cuerpo, toda forma, así como toda conciencia, son
únicamente vehículos del juego del Absoluto. No hay más que una conciencia. La
conciencia es mayor que el espacio, mayor que el tiempo, mayor que las
dimensiones y los mundos; por tanto, no es nada porque se basa en ella misma
sobre el Parabrahman.
Así que, en
definitiva y en verdad, solo hay una conciencia y un solo Absoluto.
Simplemente, cuando estáis encarnados, os manifestáis en una forma; las
palabras pueden ser diferentes, pero la experiencia es idéntica. ¿Cómo podría
ser de otra manera? Las palabras solo reflejan la cultura residual y el
contenido residual que existe en el cerebro, en las memorias.
…Silencio…
Continuemos.
…Silencio…
Incluso lo que
llamáis “Vibral”, en definitiva, no es la verdad porque se trata de una
proyección del supramental. Volved
ahí. El Absoluto no puede
verse, puede vislumbrarse en sus primeras manifestaciones, pero no podéis
apoderaros de lo que vosotros sois, por supuesto; solo podéis vivirlo y,
constataréis entonces que no podéis apoderaros de nada. Vuestra vida, vuestra
conciencia dentro de esta forma como la misma forma, se convierte en una
ligereza, una armonía tal, que ninguna medicina, ninguna tecnología, puede
proporcionar.
…Silencio…
Y, por tanto, debe
haber necesariamente, un día u otro, una reversión de todo lo que ha sido
manifestado por la conciencia, hacia la no-manifestación, lo que la persona
llama “la nada” y las personas más torcidas, “la sombra”. No hay ninguna
entidad, no hay ni sombra ni Luz, eso son juegos de la conciencia. No hay
ninguna vibración; la Vibración es simplemente el medio de expandir la
conciencia hasta el supramental, pero el supramental no es la Libertad. Todos
los que están detenidos en el supramental o en el Sí, han elaborado siempre
proyectos para el futuro. Mirad al Comentador, mirad a
Sri Aurobindo. El único que ha escapado a eso ha sido Hermano K.
Hay, como dije, una multitud de maestros y de gurús, pero ¿quién fue
capaz de convertirse en satguru, es decir, liberado incluso de este papel o de
esta función? Que no necesita ningún adorno, ningún turbante, ninguna guirnalda
de flores, ningún decorado. Miradlo detenidamente: en cuanto haya un decorado,
en cuanto haya una indumentaria, hay una postura y hay una mentira. Daos cuenta
por fin de esto, giraos hacia vosotros mismos. Dejad de proyectaros en unas
vías, en unos caminos, en unas historias, sean cuales sean. Encontrad la Paz.
Sólo el Silencio lleva a la Paz, ninguna actividad de la conciencia puede
llevar durablemente a la Eternidad, sólo podéis experimentarlo.
Es por esto que hubo el Juramento y la Promesa de la Fuente para
despertar en vosotros lo que sois, porque incluso vuestra vida en este mundo,
sin siquiera hablar de los maestros de la Ilusión, puede en ningún caso estar
libre. Estáis sometidos a la influencia de los planetas, estáis sometidos a la
sociedad, estáis sometidos a todo tipo de radiaciones, estáis sometidos a la
historia. ¿Cómo queréis ser libres? Y cuanto más buscáis, menos libres estáis.
Entendedlo. El sufrimiento no está en ninguna otra parte que en la ignorancia
acerca de vuestra verdadera naturaleza y de quiénes sois.
Estáis seducidos por las apariencias, estáis seducidos por la
ganancia, estáis seducidos por vuestra vida, estáis seducidos por vuestros
encuentros, incluso los sutiles. Es perfecto, pero no os detengáis allí, estáis
a medio camino. ¿Lo entendéis? Y como siempre, ¿qué es lo que está delante,
incluso cuando se habla de amor? El miedo. La persona sólo existe por el miedo.
Toda la vida sólo es una adaptación y unas estrategias con los miedos. Entonces
algunos huyen en la meditación para no tener miedo, pero, no hay que huir, hay
que ser. Ser no se acompaña de ningún movimiento, el Jnani no necesita ninguna
experiencia de ningún tipo, ni de ningún consejo, es libre. Esta Libertad no
requiere ningún marco de referencias, ningún rol, ninguna función, ninguna
misión.
¿Queréis realmente ser libres o preferís el juego de la conciencia? No
habrá ninguna diferencia llegado el momento, que sea lo que llamáis vuestra
muerte o la muerte de este mundo. ¿Cómo es que la ilusión puede nacer o morir,
ya que es una ilusión? Reflexionad.
...Silencio…
Reflexionar no es pensar, es girarse hacia dentro, es soltar cualquier
interpretación, cualquier proyección, es permanecer en el instante. Es cierto
que hace años se ha hablado del Abandono a la Luz, ¿estáis listos a abandonarlo
todo por la Verdad? Es la única pregunta que vale la pena, y sois libres de
decir no, sois libres de decir sí, pero ya no podéis dudar. No es uno u otro, o
bien es el Todo, desde el Uno, o bien es el otro y nada. El otro siendo, por
supuesto, la persona, la historia. El éxtasis más importante manifestado por
nuestras hermanas orientales, una que conocéis muy bien, ¿cuál es su
importancia? El que ha entendido la Ilusión y la vanidad de este mundo, ¿va a
tener prisa de crear unas religiones, unas escuelas, unas enseñanzas? ¿Para qué?
¿Qué necesidad hay de hacer, en lugar de ser?
...Silencio
Hay urgencia pero tenéis toda la Eternidad, sois libres.
...Silencio
Otra pregunta.
Pregunta: durante vuestras intervenciones,
somos muchos aquí que desaparecemos o nos quedarnos dormidos. ¿Qué podría
decirnos en ese momento para acompañarnos, puesto que no estamos aquí?
Pero, es lo que hay que hacer para ser.
Pregunta: entonces, ¿por qué no pasa nada para
otros?
Pero, no puede pasar nada cuando desaparecéis.
Los que no desaparecen dejan el filtro de la persona. Una vez más, mis palabras
no están dirigidas a las personas, sino a lo que sois. Si intentáis comprender,
o si estáis molestos por la energía, por mí voz, ¿qué es lo que está molesto?
Vuestra persona. El que se queda dormido o desaparece está listo para la
Verdad, totalmente, sean cuales sean sus miedos, los ha visto. El que lucha
está en la persona y quiere comprender mis palabras, la energía y el Verbo,
pero no hay nada que comprender, al contrario.
...Silencio...
Puedes repetir el enunciado de la pregunta,
verás que la respuesta está en ella.
Pregunta: durante vuestras intervenciones,
muchos de nosotros aquí desaparecen o se quedan dormidos. ¿Podría darnos algún
consejo para desaparecer todavía más...?
No es la misma pregunta.
Pregunta: ya he olvidado la pregunta que
hice...
Entonces es perfecto, siguiente pregunta.
Pregunta: es verdad que vuestras respuestas,
con vuestra voz atronadora, es como un bálsamo.
No estoy seguro de que todo el mundo esté de
acuerdo con esto aquí. Pero está muy bien.
Tengo que hablar en voz alta para atravesar la
persona, porque así os sacude, y lo dije ayer, sobre todo si rechazáis lo que
digo, está muy bien. Estoy seguro entonces que os ha alcanzado, o que os
alcanzará, si no ha sido ahora.
...Silencio...
Pregunta: ayer, gracias a usted, he
experimentado un estado de choque que me permitió empezar a experimentar algo.
¿Puedo utilizar la grabación de vuestra voz para ir al final de la experiencia?
Por supuesto. Después, sólo quedará el
martillo. Mis palabras, lo decía cuando vivía, lo vuelvo a decir, no pueden
fallar, porque mis palabras no provienen de ninguna experiencia, sino sólo de
lo que soy.
...Silencio...
Y como has dicho, lo que os digo no tiene que
ser creído, y sin embargo no podéis evitar el impacto, más allá de vuestra
persona, aunque no percibáis nada. No busco ningún adepto, ninguna adhesión, no
busco nada. Simplemente os llevo, si es el momento, a veros de verdad, mediante
todas las máscaras, todas las historias, todas las experiencias.
...Silencio...
Otra pregunta.
Pregunta: nos dice que hay que girarnos,
¿tiene algún consejo?
Pero, girarse no necesita ningún consejo, ni
ninguna técnica. El único consejo es acercarse al Silencio, a la inmovilidad, a
la vacuidad. Recuerda sobre todo que no hay que hacer nada. Es precisamente
cuando dejas de hacer, de querer comprender algo, que la Verdad estalla. Así
que, mientras sigas queriendo girarte, no va a pasar nada. Deja que la
reversión se haga. Cuando digo: “mirad dentro”, de esto se trata. Dejad de
mirar lo que emerge: vuestros pensamientos, vuestras emociones, vuestras vidas,
vuestras historias.
...Silencio...
Cuando os habéis revertido, cuando veis lo
Verdadero donde no hay nada que ver, entonces el cuerpo desaparece, al igual
que la conciencia. ¿Qué más queréis? Constatáis por vosotros mismos, si no se
ha hecho ya, cómo se comporta vuestra persona al volver. Desapareciendo,
durmiendo, aunque no traigáis nada... y de hecho, ¿qué queréis traer? ¿Unas
experiencias? No. Traéis lo que sois, es decir, un estado permanente, estable.
No hace falta ninguna otra experiencia. Mirar dentro no es un movimiento, es
una reversión sin movimiento. Es sobre todo cesar, no por voluntad propia, sino
por el abandono, las historias, las ideas, los pensamientos. Pero acordaos que
el liberado viviente, evidentemente, él también tiene unos pensamientos, pero
sabe pertinentemente que no vienen de él. Los que son interesantes, puede
usarlos para entregarlos, y los demás, fluyen espontáneamente. En el Liberado, nada
se engancha.
... Silencio...
La Verdad es Paz eterna. Es la palabra que más
se aproxima a ello.
... Silencio...
Cuando sois Absoluto, este cuerpo, aunque
efímero, se vuelve hasta su desaparición, la Morada de la Paz Suprema. El saco
de carne y los jugos que lo componen, cambian sus propiedades; la proporción de
los tres gunas cambia. No sois vosotros quienes decidís, es la materia de
vuestro cuerpo que se conforma a la Verdad, sea cual sea la edad.
... Silencio...
¿Algunas preguntas?
Pregunta: siento fuertemente la noción de
despojo al escuchar las palabras que nos martillea.
Es exactamente eso. No necesitáis ningún
adorno, no necesitéis ningún decorado, ni siquiera necesitáis un cuerpo. Este
cuerpo ha aparecido, ¿tuvisteis algo que ver al respecto? Sí, los Maestros de
la Ilusión os han hecho creer que sí. Intentad recordar algo antes de vuestro
nacimiento, cuarenta días antes de que vuestra conciencia empezara a estar
allí. ¿Dónde estabais? ¿Qué estabais haciendo? ¿Quién puede decirlo? Es
imposible decirlo. Porque ahí donde estabais todo era perfecto: ninguna
necesidad de conciencia, ninguna necesidad de cuerpo, ninguna necesidad de
manifestación, ninguna necesidad de contar historias. La dificultad es que en
este mundo, más allá del olvido, al igual que ha olvidado toda la humanidad,
habéis creado colectivamente unas creencias, unas religiones, unas sociedades,
para hacer frente a vuestros miedos. Todos lo hemos hecho, pero ¿dónde está la
libertad en eso?
De hecho, ¿qué es la Libertad? No podéis estar
libres sin la verdad, y sólo hay una. Todo lo demás sólo son unas quimeras y
unas ilusiones que solo pasan, entonces no es eterno. El principio puede ser
eterno, pero la manifestación nunca. Mirad a Cristo, mirad a Buda, mirad a
Milarepa, mirad a Krishna en las escrituras, mirad a Arjuna, mirad a vuestros
profetas. Pues sí, es desnudarse, desprenderse, no hay más necesidad de
adornos, de decorado, de historia. Esta Verdad os llena, más allá de cualquier
compostura y de cualquier historia. Así que, si os sentís despojados y
desnudos, os digo: “Está muy bien, vividlo” y después, como decía cuando vivía,
volved a casa, vivid vuestra vida. Sabéis, no intelectualmente sino por la
experiencia, y a veces por el estado estable.
¿Qué más necesitáis para mantener la ilusión
de la mejor manera que podáis mientras vuestra forma esté presente, respetando
la vida, respetando la conciencia, incluso la más obtusa?; es su juego. ¿Con
qué derecho vais a parar el juego de alguien que está en su experiencia en una
verdad fragmentada? Sólo el juego de los grandes ciclos, como es el caso ahora,
vuelve a poner los contadores a cero, incluso para los obtusos, lo quieran o
no. Pero, ¿esto depende de vosotros? Salvo actuar sobre las condiciones de la
persona, la vuestra como la de cualquier otro, ¿qué más podéis hacer? Nada. No
podéis suicidaros, si no estáis atrapados.
Vivid la vida de la forma en el instante y en
el estado. Tranquilos, sois perfectos. ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Quién es
el alma que os ha hecho creer lo contrario, si no son los Maestros de la
Ilusión que son todos unos asnos, y que sin embargo amamos? Porque en
definitiva, sea cual sea el juego que jugáis, eh bien, un día acabaréis de
jugar. Para esto, debéis descubrir quiénes sois. No estáis inscritos en ninguna
historia, nunca os habéis movido, nunca habéis nacido, nunca habéis muerto. No
sois ninguna forma, no sois ninguna dimensión, sois la pura Verdad, de la cual
no se puede decir nada, porque tan pronto se dice algo, es travestido y
alterado.
Podéis hablar, filosofar sobre todo lo que no
es Absoluto, pero no podéis decir nada del Absoluto. No hay nada que decir, ya
que no está manifestado, ya que no hay ninguna conciencia. ¿Quién podría decir
algo? Y es lo que sois. Todo lo demás, como he dicho, sólo son unos adornos y
unos decorados de teatro, incluso la conciencia. Es una distracción, un juego,
es la naturaleza misma de la conciencia.
¿Alguien quiere dar su testimonio o hacer unas
preguntas?
Pregunta: quisiera simplemente expresar mi
gratitud por la gran felicidad que siento.
¿Más?
Pregunta: desearía, si es posible, volver a
hablar sobre lo que viví ayer.
Con mucho gusto.
Pregunta: el estado de gran vacío que sentía,
era vivido a la vez como una plenitud que no quería parar.
Ahí está, lo has entendido todo y lo has
vivido todo. Vas a ver, a partir de este momento, la futilidad de la persona,
la futilidad del juego. No es posible volver atrás, no hay vuelta atrás, es
perfecto. El vacío está lleno, sólo la persona ve la nada, la oscuridad. Cuando
la persona ya no está, este vacío es efectivamente plenitud, que ninguna
plenitud de la conciencia o de cualquier mundo puede alcanzar.
Pregunta: pero al mismo tiempo, tengo la
sensación de no haber ido al otro lado de la orilla.
Esto, es la persona quien lo dice, pero te
aseguro que todo ha cambiado. La plenitud que describes no puede ser comparada
con ninguna otra plenitud inscrita en la historia humana. ¿Puedes confirmarlo?
Pregunta: sí, absolutamente.
Eso es. Mientras no se ha vivido, sigue siendo
un vacío, la nada, un agujero negro, la “oscuridad”, para aquellos que se
regodean de su persona y de su historia kármica. Es un despojo, es el momento
en el cual no podéis aferraros a nada. Pues efectivamente, en el umbral de la
Infinita Presencia, hay una sensación de vacío, de nada, de oscuridad, pero una
vez atravesado, ¿qué puedes decir del otro lado? Nada. Sólo puedes dar
testimonio de este preciso instante durante el cual la conciencia vuelca en la
a-conciencia: es lo que vives. A partir de ahí, la historia ha terminado. No
puedes ser engañada. Vives tu vida con normalidad. Nada puede interferir.
Si me hubieses dicho que habías visto algo al
otro lado, te habría tratado de mentirosa. Visto lo que me dices y lo que veo,
evidentemente es la Verdad, no hay otra. No eres la conciencia, no eres la
forma, es esto lo que has descubierto. La búsqueda ha finalizado. Mientras no
sois nada, no podéis ser Todo, es simple. Ser nada, es ser Todo, es el despojo,
es el fin del motor de sufrimiento, es el fin del Samsara, es el fin de las
reencarnaciones.
En esta plenitud, ¿todo es perfecto? Sólo
puedes contestar que sí. Entonces, ¿a qué esperáis para soltarlo todo? No hablo
de soltar vuestra vida, vuestra esposa, vuestra profesión, es una actitud
interior. No os aferréis a nada, soltad, y descubríos. No hace falta ninguna
coartada, ningún decorado, ninguna historia, el Amor está más allá de cualquier
historia.
¿Algún testimonio más? ¿Alguna pregunta? ¿O
quieres añadir algo?
Pregunta: no, muchísimas gracias. Pensamos que
es complicado y es muy simple.
Es lo que dicen todos los Liberados. Y sin
embargo, era simple y evidente, pero para aquel que se niega, es extremadamente
complicado, por supuesto. ¿Cómo queréis que sea simple, con todas vuestras
historias, todas vuestras formas, todos vuestros pensamientos, todas vuestras
emociones? Reflexionad. Y por supuesto, mientras sigáis en la persona,
independientemente de lo que habéis vivido, siempre os va a resultar
complicado. Pues sí, es complicado para la persona, es imposible. El único
momento en que la persona desaparece, mientras tengáis esta forma, es el sueño
y el Absoluto. Todo lo demás sólo son unos obstáculos que os impiden ver. Como
decís a menudo: “Todo a lo que os apegáis, os ata” Cuando no estáis apegados a
nada, eh bien, descubrís la Verdad, es horriblemente simple. Es de una
simplicidad horrible.
¿Algo más que decir al respecto?
Pregunta: cuando lo vivimos, no hay nada más
que decir.
Está muy bien.
Pregunta: gracias por el martillazo.
Tengo varios tamaños disponibles, para
atravesar vuestra persona, para dirigirme a lo que sois. De momento, es con el
Verbo, pero puedo usar un tamaño más grande.
Pregunta: cuando quiera.
Hoy no. Si la ocasión se presenta volveré, con
otro martillo. Pero para que tengáis una idea, una pequeña idea...
...Silencio...
Bien, volvamos a la
talla inferior. Continuemos.
...Silencio …
Pregunta: a propósito
del despojarse, esto me hace pensar en la defunción de una persona que estaba
muy vinculada a las cosas, que se fue sin nada y además, por la cremación.
¿Existe una única
forma que puede irse con lo que sea, si no es la historia, los remordimientos y
las heridas? Es por eso que el modo en el que morís es extremadamente
importante, e incluso si para vosotros soy una abominación, cambiareis de
opinión en el momento de vuestra muerte. Sólo eso me importa, si puedo decir.
Pero por supuesto que
se trata de una muerte, la de la persona, del personaje, es exactamente eso, y
de regreso, vuestra forma está aquí, hay que asumirlo, pero sabéis que esto
sólo tiene un tiempo. Entonces vivís, asumís vuestras responsabilidades; si
tenéis hijos, debéis ocuparos de ellos; si estáis casados, os tenéis que cuidar
uno del otro. Pero esto no cambia nada, visteis el juego, visteis el decorado,
os despojasteis y estáis seguros de que en el momento de la muerte, de este
mundo o la vuestra, como decís, esto se pasará sin problema alguno.
Todos los que fueron
al otro lado – sin incluso hablar de Absoluto, sino que simplemente salieron de esta forma, y que han
visto la Luz – cuando vuelven, vuelven a un cadáver. Este saco de alimento no
es nada más que sólo un cadáver, en prórroga. Porque lo alimentáis, lo
oxigenáis, lo mantenéis, pero hagáis lo que hagáis, él desaparecerá. Incluso la
Fuente, cuando sintetizó su cuerpo, luego desapareció. Sólo existe una única
forma que tenía por vocación de no disolver su forma por las puertas de la
muerte. Bien evidentemente la conocéis, aunque en Oriente la llamamos de otro
modo. Los Chinos la llaman por un nombre preciso, Kwan Yin, la llamamos de otro
nombre, y vosotros, la llamáis María y la Asunción. Incluso las otras dos
formas que fueron Enoch y Elias, que fueron llevados con sus cuerpos, acabaron
por abandonar este cuerpo.
...Silencio …
Te escucho.
Pregunta: ¿quién
decide la hora de la muerte?
El saco de alimento.
En el seno de las personas de la tierra, hay por supuesto formas que
sobrepasaron su forma, es decir que eran Absolutos, que fueron capaces de
anunciar el día de su muerte. Sin eso, nunca seréis informados sobre eso. ¿Pero
qué importa para el que es liberado? El final del mundo o el final de tu
cuerpo, la muerte no te concierne ya que estás plenamente vivo. Sois vosotros
quienes murieron, por vuestras historias que son tanto unos pesos inútiles,
como embarazosos.
Pero una vez más,
sois libres de conservar lo que queráis. Hasta tal punto que hasta si vuestra
forma va a desaparecer, por vuestra muerte o la muerte de este mundo, os
reencontrareis según lo que sois. Si necesitáis de forma, si necesitáis de
materia, de otro saco, os será dado sin problema alguno. Pero pasareis
necesariamente por el recuerdo de quienes sois, a fin de ser libres cualquiera
que sea vuestra forma.
...Silencio …
¿Acaso todo el mundo
ha desaparecido?
...Silencio …
Pregunta: nos habló
de cuarenta días antes de la concepción y nos dijo de que nada más existía
entonces, y que así somos libres.
Nunca dije esto. Dije
simplemente: «¿Quién es capaz de decirme donde estaba cuarenta días antes de la
concepción?» Nadie. ¿Podéis hacer regresar los recuerdos de vuestras vidas
pasadas, de vuestras muertes pasadas, pero en ningún caso, lo que sois antes de
esos cuarenta días que preceden a la concepción – ni del nacimiento –, quien es
capaz de decirme sobre esto lo que sea? Nadie...
Pregunta: ¿por qué?
Pues porque erais
Absolutos, incluso encerrados en el seno del astral; es indispensable. Sin eso
ninguna conciencia puede mantener ninguna forma, ni incluso en este mundo, ni
incluso crear la menor forma a través de los líquidos de los padres.
Pregunta: Siendo Absolutos,
¿por qué escogimos volver al encierro?
Porque estabais
encerrados en el Absoluto con forma, que era el cuerpo astral. Era una
pseudo-libertad, como aquí necesitáis de dormir. Cuando dejáis este plano de la
Ilusión de la Tierra, antes volvíais sistemáticamente a la Ilusión del astral.
Y en esta Ilusión del astral, teníais un cierto tiempo que dormir, para
desaparecer, cayendo en la trampa a pesar de todo de la forma astral para
obligaros a reparar en alguna parte unos errores. ¿Pero qué errores? ¿El error
de la persona que ha pasado, y que murió? ¿Veis el disfraz del karma? ¿Veis la
ilusión de todo eso que no es otra cosa que el miedo de la muerte, el miedo al
vacío? Lo que muere es simplemente la forma, no lo que sois.
Pregunta: ¿la trampa,
es de habernos adherido?
Sí. Estabais
tranquilos, sin experiencia, vuestro cuerpo astral estaba mantenido por los
maestros de la Ilusión. ¿Cuánto dormís como mínimo, después de vuestra muerte,
en este cuerpo astral, durante cuánto tiempo? Pues nacéis sistemáticamente en
el signo en el cual os fuisteis, en el ciclo de los renacimientos. ¿Entonces
cuánto tiempo dormís? Casi un año. Es un sucedáneo del Absoluto, como el sueño.
Habiendo guardado el cuerpo astral, y atrapados, endosáis las heridas pasadas, pero
no sois eso vosotros.
Pregunta: ¿había un
medio de escapar de eso?
¿Cuántos escaparon?
¿Cuántos gurús? ¿Cuántos verdaderos maestros que no quisieron jugar un papel
cualquiera, existieron sobre la tierra? No hay otro medio que el de
desaparecer.
Pregunta: ¿y cómo se
escapó de ello?
Repitiendo las
palabras de mi gurú durante tres años: « No soy este cuerpo, no soy esta
historia, soy la Verdad ». Era más que una profesión de mi fe, era el martillo
de la talla más grande. Eso no puede fallar. Pero en cuanto os apropiáis, de lo
que sea, no sois libres. Pero hoy, esto ha sido explicado, estáis al final del
ciclo, entonces todo es más fácil. Como os decía, es horriblemente fácil,
horriblemente simple.
Pregunta: entonces el
que no lo logra, es que no lo quiere.
No hay nada a querer,
es vuestra libertad, de querer conservar una forma. No olvidéis que el Absoluto
nunca puede ser una meta, es una revelación. Entonces, quererlo, no tiene ninguna
repercusión: es la ignorancia, es el peso de los conocimientos, que es responsable
de esto. No podéis quererlo, porque en cuanto lo vivís, sólo puedes decir: «Es
muy simple, y todo lo demás ya no existe. Estoy en casa, no tengo ningún lugar,
ninguna forma. No necesito nada, ni de jugar con la conciencia, ni de nada
más.»
Pregunta: lo que me
parecía complejo, ayer, pero no tan difícil, era de mantener el estado.
No puedes mantenerlo.
En cuanto quieres entenderlo, se escapa. Simplemente puedes quedarte tranquilo,
él está ahí. Tan pronto quieres lo que sea, se va.
Pregunta: es lo que
yo quería decir, porque sentía que el ego hacía tentativas para apropiarse del
momento.
Por supuesto, porque
el ego sabe que está muriendo. Él descubre que es mortal, y que no es la
autoridad. ¿Qué quieres que haga, aparte de hacerte tomar vejigas por farolas,
y de querer entender este propio estado que has vivido? No lo escuches. No
tienes que hacer nada para revivirlo, ni el recuerdo de ayer, ni la experiencia
de ayer, ni el estado de ayer. No busques nada, y verás que todavía está allí,
por supuesto.
...Silencio …
En este día y en este
instante, que vosotros estéis aquí o que me leías en otro momento, sólo pueden
existir dos posiciones: la desaparición o la desmoralización. Esta muy bien.
Porque estar desmoralizado, es reconocer sus errores y es cuando agotas todas
las puertas de salida, todo lo que podéis retener, que aceptéis soltaros para
ser realmente lo que sois, no antes. El único obstáculo, en definitiva, no son
los maestros de la Ilusión, ni del encierro, sólo es vuestra persona y nada
más. Incluso si hubo un principio de encierro, os lo arregláis muy bien para
encerraros solos. Todo está hecho, en el mundo, para distraeros, para ocuparos,
para encontrar placer, alegrías, y olvidáis lo esencial: que no sois nada de
todo esto. Y sin embargo os apoyáis en todo esto para esperar reencontraros.
¿Veis la estupidez de esto? Recordad: el Absoluto, lo Desconocido, no puede ser
conocido desde lo conocido. Nada os sirve, ni el karma, ni conocer a vuestra
persona, eso simplemente os ayuda a poner una tirita – y la tirita le pone aún
más obstáculos a lo que sois.
¿Puedes contarnos
otra cosa de tu experiencia de ayer?
...me sentí en tal
estado de plenitud que no quería que se terminara nunca, pues eso lo contenía
todo. Quería que fuese infinito y con eso me bastaba por siempre.
Ese es el caso, en
cuanto esta forma desaparezca. Y comprobarás, si el tiempo es dejado también,
como este estado va, poco a poco o brutalmente, a emerger en el seno de la
persona y de tu forma – sin esfuerzo, ahí también. No procures reproducirlo y
sucederá, porque no depende de ti. Pero el hecho de haberlo visto, de haberlo
vivido, afirma que no tienes nada más a hacer.
Pregunta: esta noche,
no dormí y encontré un poco ese estado, vi todas las estratagemas que el ego
empleaba para seducirme.
El Liberado en vida
ve todo esto; lo viste, no puedes más ser engañado. Puedes jugar el juego para
satisfacer a los demás, porque tienes un papel en el seno de esta forma, pero
viste todas los estratagemas, todas las historias que te cuenta el ego, todas
las seducciones que pone en marcha, para no perder el control. Entonces todo
está cumplido. Mora tranquilo, deja llegar hacia ti lo que eres. No hay tampoco
ninguna dificultad. Pero por favor, reencuentra este estado, porque incluso si
hoy te parece un recuerdo, en realidad siempre está allí. Y lo comprobarás
además en tus meditaciones, en tus noches – no siempre pero cada vez más a
menudo.
Pregunta: ¿cuál es la
siguiente etapa?
Cuando pierdas tu
cuerpo. No serás nunca más atrapado, ni por el alma, ni por lo que sea. Podrás
tomar todas las formas que quieras, pero ellas serán definitivamente libres. La
Resurrección no es una resurrección de la forma, sino la resurrección del
Espíritu. Cuando veo la inepcia de la resurrección de los muertos, de algunas
religiones, esto muestra realmente que toda esta gente no tiene nada ni en la
cabeza ni en el corazón, están únicamente en la razón. Todas las religiones
están edificadas en el miedo, sin excepción alguna, incluso los textos védicos.
Ningún escrito puede
traducir la Verdad, sólo hay lo que sois que podía vivirlo, y a veces
traducirlo, con vuestras propias palabras. Eso es todo. Cuanto más este estado
se instale de manera clara, más comprobarás que las necesidades de tu forma no
existen más, que el miedo no puede instalarse más. Como el ego ha sido visto,
entonces no puedes estar más seducido. Vive tu vida y sé Libre.
Pregunta: vamos a
festejar.
¿Cuándo?
Pregunta: en seguida.
Entonces festejemos.
¿Tengo tiempo?
Pregunta: sí, veinte
minutos.
Entonces festejemos
veinte minutos.
… Silencio…
Entonces Bidi y
nosotros, todos juntos, vamos a hacer una pausa. Os saludo. Hasta luego para continuar.