EL IMPERSONAL
Parte 2
Septiembre 2016
Mi amigo, mi amado, mi hermano, tras la evidencia del
Silencio vamos, tú y yo, estés donde estés, en cualquier tiempo y en cualquier
espacio que estés, a sumergirnos, si así lo deseas, juntos, en el Misterio de
la Vida, en el Misterio de la Verdad, a fin de que te libres de lo que aún
pueda, dentro tuyo, cerrarte el paso hacia la plenitud de la Eternidad. Entonces
aquí o en otra parte, en tu corazón como en todo corazón, nos fusionamos en el
indecible gozo del Amor incondicional revelado. Y tú y yo, en el mismo soplo,
más allá de nuestras formas y más allá incluso de lo Informe, nos encontramos.
En este Silencio sagrado de donde viene y a donde se
devuelve todo, en cada conciencia como en cada forma, nos sumergimos, nos
nutrimos, saciamos nuestra sed y nos instalamos en la Paz. El Fuego del
Espíritu, bautismo ígneo, despliega la vibración del Único acogiendo
espontáneamente al Espíritu del Sol. Nos dejamos, por igual, abrazar por la
compasión y abrasar por el Fuego de la Verdad.
Mediante el poder de los Cuatro Vivientes, mediante el
poder de Ehieh Asher Ehieh, desplegamos juntos el Espíritu de Verdad en el Amor
increado, fuente de toda vida, de toda animación, de toda forma y de todo
mundo. El soplo del Fuego, el soplo del Aire, el soplo del Agua y el soplo de
la Tierra se reúnen con el Éter en el corazón del Silencio y en el corazón de
la belleza. Juntos nos zambullimos en el Océano primordial y sin embargo no
nacido y que, sin embargo, jamás termina.
La vibración del Éter, del Fuego original no nacido, el
que jamás desaparece, realiza en cada uno de nosotros la fusión de la
tri-Unidad, activando el conjunto de las estructuras de Luz conocidas por
muchos de vosotros y experimentadas por muchos de vosotros. Ya sea en una de
las Coronas radiantes, ya sea en la Onda de Vida, ya sea en el Canal Marial,
acogemos al Paracleto que instala, en cada uno de quienes lo acogemos, el soplo
de la Eternidad. El Espíritu sopla cuando quiere y donde quiere. Se dan, sin
embargo, circunstancias, aquí y en otras partes, que obran como soportes
mayores para la manifestación del Espíritu del Sol.
Como Hijo Ardiente del Sol, como KI-RIS-TI, se
despliega en ti la quintaesencia del « Soy Aquel que soy », del
« Soy Uno », que viene a colmar los intersticios residuales de las
resistencias de cada quien, que no resultan de alguna retribución sino
únicamente de las circunstancias residuales del encierro en este mundo,
poniendo fin a las últimas líneas llamadas « de depredación »
susceptibles de subsistir todavía por costumbre o debido a la conciencia
colectiva y que permiten hoy asentar y exaltar tu papel, independiente de tu
persona, como sembrador de Luz en este mundo.
En este espacio experimentarás, de no ser ya el caso,
que la mejor de las acciones para servir a la Luz y el Amor que eres es
justamente la no-acción. Esta no-acción no es inacción, ni siquiera reposo. Es
certeza inquebrantable de lo que tú eres, aquello que llamé hace algunos
instantes Evidencia. Al desplegar así esta Evidencia en cada una de las
porciones de tu conciencia y de tus cuerpos, logramos reunir lo que te parece
no estar aún unido, lo que te parece todavía estar lejos de la verdad de lo que
tú eres y que quema, flexibiliza y pacifica lo que ha de serlo, en tu
conciencia como en tus cuerpos, de lo más burdo a lo más sutil.
La libertad interior, como la libertad de tus cuerpos,
está por completo presente en cuanto nada buscas retener ni preservar. Con esta
fe y con esta inocencia se realizan las últimas alquimias conducentes a
completar y finalizar las diversas Bodas experimentadas durante los años recién
pasados. Así, bautizado en el Espíritu de Verdad, renacido nuevamente en la
Libertad del ser y del no-ser, se activan en ti las últimas Puertas
vibratorias, localizadas en tu sacro y alrededor del sacro, llevándote a vivir
tu propia Libertad y el cese de todo engrama residual, memorial o ligado a tus
miedos.
En este instante, aquí como en todas partes, la vida
te ofrece lo útil y necesario para perfeccionar y vivir lo que eres, más allá
de toda contingencia, de toda persona, de toda dimensión y de todo mundo.
En este instante - mientras el movimiento de la Tierra,
en su ciclo anual es de interiorización, de repliegue, iniciado y comenzado con
el equinoccio de otoño - permite reunirte en el corazón de ti mismo, en ese
espacio de Silencio, en ese espacio de Evidencia, en ese lugar que no es un
lugar y que sin embargo es necesario nombrar en cuanto la palabra se hace
Verbo. Así, al reunir la co-creación consciente del Masculino y del Femenino
sagrado en el seno del Andrógino Primordial, se realiza en cada uno de ti el
último enlace entre lo que no hace sino pasar y lo que es eterno. Ya no se
trata solamente de adecuar lo que tiene que ver con lo efímero con lo que tiene
que ver con la Eternidad. A través de tu posicionamiento, a través de tus
actos, a través de tu reflexión interior, has tenido, estos años, la
oportunidad de elegir, la oportunidad de vivir tu asignación, la oportunidad de
transformarla también, pudiendo así cincelar tu eternidad en adecuación
perfecta con tu esencia.
En estos últimos momentos de lo que permanece separado
y dividido, en ti como en todas partes de este mundo, esta alquimia última, más
allá de todas las apariencias como de todos los sufrimientos, te hace penetrar
plenamente en tu Morada de Eternidad, en tu Morada de Paz Suprema, allí donde
todo lo demás que forma parte de tu vida en este mundo, de tus memorias y
experiencias, deja de tener razones de existir, deja de tener razones para
presentarse en lo que eres o a través de lo que eres.
La invitación es – en el período de este tiempo
terrestre – a permanecer – más allá incluso de las llamadas de la Luz – en el
centro de ti mismo como espacio de resolución y de trascendencia total. Son
muchos los que experimentan esta última transubstanciación o salto de una forma
a la no-forma o a otra forma, como es el salto de la oruga a la mariposa. Más
allá de la metáfora y más allá de la imagen está la verdad esencial de la
mutabilidad de la vida así como de su permanencia, fuere cual fuere la morada
de tu preferencia.
Más allá de la evidencia del Silencio te invito,
porque es tu corazón quien te invita, a no elegir, a no ser asignado, sino a posicionarte, de manera
más y más evidente, en la Verdad y en la Libertad de tu conciencia y de tu
Espíritu.
Cada uno de ti está ahí en adelante. Que lo sepa, que
lo presienta o que lo ignore no cambia nada. En el plano de la Luz no hay ni
error ni atajo ni siquiera lentitud. Solamente está el despliegue de la Gracia
según lo preestablecido para cada uno de ti hace mucho tiempo, sin dependencia
de ningún ciclo y sin dependencia incluso de este ciclo terminal de la Tierra,
a fin de que te libres y quedes libre de lo que aún pueda parecerte traba o
resistencia. Que eso quede grabado en tu cuerpo, que eso quede grabado en tu
mente, que eso quede grabado en tus memorias, tienes en adelante, en cada
minuto, la posibilidad de ser regenerado y resucitado volando los últimos
límites, las últimas memorias, las últimas resistencias.
Por mucho tiempo los intervinientes te hablaron de
contactos con los Elementos, con los pueblos de la naturaleza, con los planes
multidimensionales. Todo ello no fue sino preparación para vivirte tú a ti
mismo en tu completud, sin maquillaje, sin resistencia y con pleno conocimiento
de lo que eres. Esto concuerda con lo
que fue explicado acerca de la Autonomía y la Libertad, actualizándose más y
más en cada una de las circunstancias de tu vida, de tu cuerpo, de tus afectos,
de tus cuerpos sutiles como de tu conciencia.
Esta invitación no es una cita dada para un momento
preciso, ni programada para una fecha precisa, sino que es una invitación que
se ha vuelto permanente y que se extiende más allá del marco de la acción de
Gracia o del estado de Gracia. De ser necesario nombrarla se llamaría beatitud,
ahí donde la fuente de la alegría no es sino lo que eres, poniendo fin a toda
necesidad, a toda obligación de este cuerpo como de esta conciencia en este
mundo. Es hora ya de no elegir, de no decidir, sino de aceptar la evidencia. Eres
polvo y vuelves al polvo en toda apariencia como en toda forma, desnudándote, y
así será, tal como fue anunciado desde hace muchos cientos de años en esta
tierra bajo el nombre de Ascensión.
Cada uno de vosotros, esté donde esté en esta tierra,
vive a su manera este proceso. Ya sea a través del cuerpo, ya sea a través de
la salud o de la enfermedad, ya sea a través de la disminución o por el
contrario la expansión, el resultado es el mismo, llevándoos - para quienes hayáis
transitado por las etapas previas, ya sea las Coronas radiantes, ya sea la Onda
de Vida, ya sea la Shakti o cualquier otra estructura vibral manifestada y
experimentada en vuestro cuerpo – a realizar ya no sólo la Nueva Eucaristía
sino la activación franca y completa del Lemniscate sagrado, del Vajra o Fuente
de Cristal, implementando y activando la Merkaba interdimensional personal y
colectiva a la vez.
Como fue expresado e informado por María – quien
vistió cuerpo humano en numerosas oportunidades en este mundo – no queda nada
que esperar, no queda calendario que consultar. Los plazos – tales como fueron anunciados
el año pasado – ya pasaron. Vivir en la evidencia del Silencio proporciona gozo
pero ese gozo ya no sólo está desprovisto de objeto sino que no depende de
ninguna circunstancia. En este sentido lo llamé beatitud pues la beatitud se
experimenta sean cuales sean las circunstancias de vuestra edad, de vuestras
estructuras o de vuestros planos sutiles. Eso significa también que hay en cada
uno de ti la misma Evidencia, reconocida o no, pero se trata exactamente de la
misma Libertad, de la misma Gracia, de la misma Luz, del mismo Amor. Todo
depende de vuestra ubicación en el seno de la conciencia. Lo que fue llamado el
punto de vista es por supuesto diferente para cada uno de vosotros pues
dependiendo de la memoria, de la historia, de las resistencias o los apegos,
pero en definitiva, es la misma Evidencia, tapada todavía a veces por el ruido
procedente de vuestras propias resistencias, creadas por vosotros mismos en el
mismo seno del encierro y en lo que no hay ni culpabilidad ni siquiera
responsabilidad.
Cada uno de ti ha llegado ya a la hora no sólo de su
alineación, de su reconexión, sino más bien del estallido de la Verdad en este
mundo. Como cada uno de ti lo habrá notado, lo mismo ocurre con los
acontecimientos sucesivos, ya sea a nivel geofísico, ya sea a nivel cósmico, ya
sea en el seno de la conciencia global y colectiva humana.
En esta semana de este tiempo particular de la Tierra
en que se celebran a los Arcángeles, se celebran al mismo tiempo las etapas
últimas y finales de tu resurrección, de tu renacimiento y de tu Libertad. Recuerda
que no hay nada que preparar, que no hay nada que anticipar, que no hay nada
que prever en relación con el Espíritu, en relación con tu vida. No se trata
por ello de no enfrentar las responsabilidades efímeras de este mundo sino de
hacer que desaparezcan por sí mismas mediante la acción de la Gracia y mediante
la acción del Silencio, llevándoos a salir definitivamente – muchos de entre
vosotros – de todos los juegos de acción-reacción como de todos los juegos de
la causalidad. En la Luz, en el Amor, en la evidencia del Silencio, en la
Morada de Paz Suprema, no puede haber reticencia o resistencias, no pueden
haber cosas o elementos opuestos a la Luz.
El aparente combate que tiene lugar en ti entre tus
dos partes – efímera y eterna – como lo que tiene lugar ante vuestros ojos, en
vuestro mundo, no es sino el resultado de aquel ajuste final de repliegue y de
despliegue de la Eternidad desde el Corazón del Corazón.
Las circunstancias de tu vida, ya sea en tu círculo
cercano como a escala planetaria, no están, una vez más, pese a las
apariencias, sino para permitirte experimentar tu Libertad y experimentar tú
Eternidad. Más que nunca, hoy, digo a tu corazón, estés donde estés: no
busques nada, acoge simplemente la Evidencia, acoge. Toda la dinámica de la
Ascensión, de la Merkaba interdimensional, de la Onda de Vida, del Canal
Marial, de tus Coronas radiantes está hoy bajo efecto de la acción de Gracia y
de la evidencia de la Verdad. Nada tienes que preparar, nada tienes que
trabajar, nada tienes que mejorar, nada tienes que erradicar, solamente tienes
que estar con fe y con confianza total en la acción de la Luz más allá de tu
persona.
Ningún elemento perteneciente a tu efímero puede
frenar en adelante lo que comienza a manifestarse y a desplegarse. Entonces,
más allá de las frases usadas por el Comendador de los Ancianos en relación con
el miedo o el Amor, diría que – hoy en día – incluso el miedo ya no está en
condiciones de resistirse al Amor. Incluso si crees todavía en algunos miedos
que vienen a manifestarse en tu conciencia y en tu persona, estos miedos ya no
pueden nada. Te empujan a una sola decisión, la de orientarte por completo
hacia lo que eres. Todo ha de salir de ahí. El bálsamo de vida será aplicado
sin que tú mismo tengas que actuar sobre esos elementos aún discordantes.
Déjate simplemente habitar por lo que eres y por
completo. Busca cada vez menos una explicación en este mundo en relación con la
razón o la lógica. En otras palabras, confía en tu corazón, no sólo en la
respuesta del corazón sino que, más allá de la respuesta positiva o negativa del
corazón en relación a cualquier interrogante, déjate llevar por lo que hace
tiempo fue llamado la Fluidez de la Unidad. Déjala operar. Sé el fiel
observador capaz de desaparecer incluso ante la observación de sí mismo. Entonces
demostrarás ante ti mismo y demostrarás ante la Inteligencia de la Luz que has
llegado a ser esa Luz que tanto has buscado.
Ésta es la hora de la Resurrección, la hora de la
Llamada de María, la hora de la Liberación y la hora de la Libertad.
El conjunto de los acontecimientos y de las
circunstancias por suceder ante vuestra conciencia como a escala del sistema
solar está sucediendo en este mismo momento ante vuestros ojos. Lo que fue
inscrito dentro de un ciclo dado, entre 2005 y 2012, período de siete años,
explicado de diversos modos por diversas voces, ya sea en relación con la
reabsorción de Mercurio en la protosfera solar, ya sea en relación con la
desaparición de la luna, ya sea en relación con los movimientos geofísicos y
los innumerables vuelcos de la conciencia colectiva como de tu propia
conciencia – efímera como eterna – está ocurriendo en este período.
Los cambios se dan – para muchos – ya sea a nivel
corporal, ya sea a nivel de vuestra vida. Tales cambios no han sido decididos
por vosotros, ni siquiera decididos por el entorno o por las presiones del
entorno sino únicamente por la presencia de la Luz y del Amor en todas partes
de este mundo.
Hace muchos meses el Comendador de los Ancianos os
había comentado acerca de la densificación de la Luz adamantina, de los Agni
Deva en el seno de las estructuras llamadas Puertas y Vórtices en el seno de
vuestros cuerpos pero ahora y en adelante de un modo tangible y palpable en
todas partes de este mundo.
Lo requerido por la misma vida – hoy en día – es la
confianza en la Luz y no una confianza en vosotros o en vuestra vida. En cuanto
experimentáis ya no sólo lo llamado Abandono a la Luz sino muy real y
concretamente la presencia de la Luz, todos los elementos de vuestra vida, como de vuestra conciencia, ocupan su
lugar dentro vuestro con evidencia.
Más allá del miedo o del Amor, solamente son dos los
movimientos: el de la densidad, el de la liviandad. Un movimiento llamado
« hacia abajo » y un movimiento llamado « hacia arriba”. Nadie
podrá quedar a mitad de camino en un pseudo-equilibrio entre lo efímero y lo Eterno.
Recordad
que nada hay que elegir. Recordad
que no hay más asignación sino simplemente la evidencia, ya no sólo la
evidencia del Silencio sino la evidencia – en el plano de la 3era dimensión de
este mundo – de lo que habéis emprendido, de lo que habéis vivido, de lo que
habéis soltado o no.
La confianza en la Vida y la confianza en el Amor,
aunque en vuestro camino de vida en este
mundo os parezca estar desprovistos de amor, eso no es verdad. Sea cual sea
vuestra percepción, sea cual sea vuestro genio, más allá de todos esos juegos
está la Verdad y su Evidencia. Como ya dije, abierta para cada uno de ti tan
pronto como aceptas no seguir actuando según tu voluntad, no seguir actuando según
tus deseos, no seguir según lo que llamas o llamarías todavía tu evolución,
sino más bien rindiéndote sin condición ante esta Eternidad, no solicitándola,
no rogándola, no evocándola, sino desapareciendo de todo juego personal.
Recuerda que no es necesario para ello aislarse, no es necesario para ello
dejar a quien sea ni lo que sea, sino simplemente estar disponible en recepción
de la Luz. Ya no sólo para experimentar el efecto de la Luz, ya no sólo para
ascensionar o ser liberado, sino para ser muy simplemente lo que eres desde
siempre, sea cual sea tu forma, sea cual sea tu camino, sean cuales sean tus
creencias o sean cuales sean tus vivencias.
Al aceptar eso – y no se trata de una aceptación a
nivel mental sino de una aceptación procedente del corazón, donde la fe y la
confianza en la Luz se tornan no sólo omnipresentes sino realmente inexorables
– entonces, fuere cual fuere tu estado vibratorio, fuere cual fuere el estado
de tu conciencia, fueren cuales fueren las estructuras vibrales presentes o
ausentes, manifestadas o no, dejas de depender de eso, tampoco de la vibración,
tampoco de la conciencia, tampoco de la mejoría de alguna circunstancia que fuere,
ni de ningún cambio contemplado, deseado o negado.
Simplemente conviene vivir la fe en su sentido más
noble. Conviene aceptar ver las últimas creencias, para cada uno de ti,
desdibujarse tan pronto como dejas de aferrarte a ellas, tan pronto como eres
capaz de verte actuar en el seno de la persona como en el seno de tu eternidad.
Nada
de dificultades. Nada de esfuerzo. Nada de trabajo. Es exactamente todo lo contrario, es decir parar la
voluntad, parar la búsqueda, tal como lo expresó extensamente un tal Bidi hace
muchos años.
Durante muchos años os fue explicado y demostrado el
conjunto de las estructuras vibrales que muchos habéis experimentado, ya sea de
un modo progresivo, ya sea de un modo brutal, intermitente o permanente. La vida,
en adelante y de manera más y más manifiesta y evidente, te dará para vivir
precisamente lo que te corresponde vivir para estar vivo más allá de este
mundo.
Previamente a que la libertad interior se torne
también libertad dimensional, es preciso que tu fe, tu confianza, tu conciencia,
comprueben ser libres, de no ser el caso todavía. Ten presente simplemente que
no se trata de esfuerzo, que tampoco se trata de trabajo, sobre todo
espiritual, porque el Espíritu es perfecto y es esto que se revela ante ti y en
ti. Al revelarse ante ti y en ti esto te aporta no la comprensión sino la
intuición directa de lo que eres, a través de tu vivencia pero también de
modificaciones, también finales, en tus capullos de luz, en especial a nivel de
lo que fue llamado el cuerpo causal.
Hace muchos años que se realizaron numerosos pasos por la Puerta de la
garganta, inicializados en particular durante el año 2011 por el arcángel
Uriel. Hoy, todo lo que debía haber regresado, ha regresado. Todo lo que podía
ser activado al nivel de las estructuras vibrales nombradas Puertas o Estrellas
está realizado. Así como lo sabéis, no puede haber cuenta atrás excepto en el
momento en el que las Trompetas resonarán de manera global sobre la Tierra
antes de la Llamada de María. La única conducta que hay que tener es
simplemente de soltar lo que debe ser soltado. Las llamadas de la Luz no se
hacen más desde ahora en adelante en algunos momentos, algunos días, se
realizan de manera permanente, de manera progresiva y cada vez más vasta y amplia.
Acoger la Luz de Cristo en Unidad y en Verdad, como se ha realizado durante
las Bodas Celestiales, hoy no se realiza más por citas, no se realiza más según
los momentos queridos por la Luz o por vuestra persona, sino que se realiza
bajo forma iterativa en frecuencias y cadencias cada vez más cercanas, de
manera cada vez más tangible, perceptible, percibáis las que percibáis a nivel
de la sensibilidad vibral o energética.
Lo que vivís unos y otros, o lo que no tardará en vivirse, corresponde a
esta Evidencia, a esta fe y a esta confianza, y al Silencio. La majestad de la
Luz, la grandeza del Amor, son cada vez más efectivos y tienen acciones, por
supuesto, a la vez sobre vuestro cuerpo y sobre vuestras estructuras sutiles.
Recordad que cuanto mejor soltéis toda pretensión de acción, toda
pretensión de mejoramiento, mejor realizaréis la perfección de vuestra
Eternidad. Porque ninguna Eternidad depende de vuestra persona. Vuestra
persona, vuestra historia no puede en ningún caso ser de cualquier utilidad
para acceder a la evidencia del Silencio y a la beatitud.
Así como tal vez ya lo observasteis en cada uno de ti, existe una capacidad
cada vez más visible para desaparecer o, a la inversa, a resistir. No ved allí
ni progresión ni regresión, sino simplemente un proceso de ajuste cada vez más
fino, cada vez más preciso entre la conciencia limitada, la supra-consciencia y
el Absoluto.
… Silencio…
En este Silencio, más allá de la Evidencia, más allá de la Paz y de la
beatitud, más allá incluso del Amor y de la Luz, hay lo que no puede llevar
palabras, de este principio, que pueda pronunciarse, este Parabrahman del que
nada puede ser dicho, que sólo puede ser experimentado, probado y vivido. No
tendréis más certezas aparte de esto, porque todas las certezas exteriores os
devolverán la noción de causalidad, de bien y de mal y entonces de dualidad.
Vuestra capacidad para ser lo que sois depende en definitiva hoy, que de
esto. Aceptad de no comprender nada. Aceptad que ninguna fecha, incluso la más
próxima y más inminente, os podría contentar. Aceptad que la única satisfacción
sólo puede venir de la evidencia del Silencio, allí donde todo es comprendido,
allí donde todo es potencia, allí donde todo puede actualizarse. Esto, lo que
acabo de decir, se aplica por supuesto en este marco preciso de este tiempo de
la Tierra, donde cualesquiera que sean vuestros deseos, cualesquiera que sean
vuestros programas, cualesquiera que sean vuestras decisiones, no sois más los
amos a bordo. Es vuestro ser eterno quien se pone en sintonía y en fase con la
Luz Una y el Amor.
… Silencio…
En los tiempos más que reducidos que vivís, no hay mejor conducta, si puedo
decir, a adoptar. De vuestra capacidad, hasta de lo intolerable, deriva vuestra
capacidad de resiliencia, que no depende de un esfuerzo de vuestra persona,
sino únicamente de la capacidad para ver y para vivir la Gracia en acción. Lo que
puede parecer, en el seno de vuestra persona, como alejado u opuesto a la Luz
es en definitiva, desde el punto de vista del Espíritu, los últimos procesos de
purificación y eliminación.
Por vuestra acción, por vuestro comportamiento, por vuestras decisiones,
por lo que la vida os envía, o lo que la vida os toma, se demuestra en vosotros
mismos vuestro emplazamiento en lo efímero o en la Eternidad, no llamando a
ningún juicio, a ninguna condena, porque no puede haber error, a priori y sobre
todo si algo, o algún elemento os parece erróneo o falso. Decíos bien que más
allá de las apariencias hay obligatoriamente la acción de la Luz, que no
depende ni de vosotros, ni de las circunstancias incriminadas.
Estar conforme con la obra de la Luz, no para edificar nuevas estructuras
vibrales, ni incluso para afianzar vuestra Merkabah interdimensional personal,
no es desde ahora de cualquier utilidad. Si les parece necesitar ayuda,
muletas, o de estabilizar un cierto número de elementos, tenéis por supuesto,
como esto ha sido explicado, al conjunto de los pueblos de la naturaleza.
Tenéis herramientas cuyo último comunicado ha sido la «Liberación memorial»,
que corresponde a la persona.
Puedo decir que en estos días, y de manera cada vez más sorprendente para
cada uno de vosotros, todo esto no será más de ninguna utilidad en cuanto que
seréis establecidos en la verdad del Silencio, en esta Evidencia. Esto no
quiere decir que si sentís la necesidad, que no haya que aliviar más o mejorar a
la persona. Lo que quiero decir aquí, es que el conjunto de las circunstancias
de tu vida, cualesquiera que sean, sólo representan el último trabajo de la
Luz. Felices los simples porque el Reino de los Cielos les pertenece, hoy más
que antes, y hoy menos que mañana.
La capacidad de cada uno de ti, de ver estos mecanismos y estos juegos es
una llave esencial, no para corregir lo que sea sino para dejar todavía más,
incluso si os parece necesitar de técnicas cualesquiera que sean, de dejar cada
vez más a la Luz actuar por la Gracia, y también por la evidencia de la Luz. Lo
que debe morir o alejarse de vosotros, no es ni de vuestros hechos, ni de
vuestras decisiones, sino directamente nacido de la Inteligencia de la Luz.
El conjunto de los mecanismos en marcha por la Inteligencia de la Luz sobre
esta tierra no tienen nada que hacer, si puedo decir, de vuestra pequeña
persona, de vuestras preocupaciones afectivas, sociales o de salud. Su único
fin es de restituiros a vosotros mismos, cualquiera sea que, si puedo decir aquí
también, el precio a pagar. Cuanto más el precio es importante, más la
Evidencia se instalará. Más allá de todas las situaciones que puedan seros
dadas a vivir, según vuestro entorno social, pero también según vuestro entorno
geofísico, dondequiera que estéis sobre esta tierra, se vuelven primordiales.
No para castigaros, ni retribuir, sino simplemente para permitiros de ser lo
que sois integralmente.
Más que nunca hoy, como ha sido el caso durante estos numerosos años, os es
pedido, por la Luz misma, por vuestra Presencia eterna, de dejar esta Luz
eterna ser, de entrar en manifestación, de entrar en encarnación y de entrar en
despliegue, más allá de todo interés personal, más allá de todo acto de
comprensión, de toda lógica o de toda razón.
En resumen, cuanto menos os parezca de haber solución o de decisión, más
entráis en intimidad con la Luz, diga lo que le diga vuestro cuerpo, diga lo
que diga vuestra persona. Si aceptáis esto, si vivís la experiencia, entonces
vuestro camino, el que tengáis que recorrer en este mundo, en cualquier
obligación o responsabilidad que sea, os
parecerá y será realmente de una ligereza como nunca conocida. Esto corresponde, pero a otro
nivel, a lo que fue llamado el estado de Gracia. La fusión del Masculino y
Femenino sagrado, a través de todo lo que ha sido desarrollado concerniendo a
su manifestación y constitución, os llama también hoy a reunificar esto.
Reunificar esto, no es, ni la acción ni la inacción, no es ni la pasividad ni
la actividad, no es ni el bien ni el mal, es la Unidad en manifestación, en
encarnación total e íntegra para vuestra conciencia individual, cualquiera que
sea, como para la conciencia colectiva de la Tierra.
Cada acontecimiento de cada una de tus vidas está allí sólo para esta forma
de concienciación de la Verdad y de la Evidencia. No hay ni lección que sacar
ni lo que sea que tenga que ser mejorado, simplemente dejar el Espíritu
revelarse en su totalidad y su magnificencia. La acción, mediante vuestra persona, incluso antes de
la Llamada de María, y pues en el período que vivís, os mostrará y demostrará
la futilidad y la inutilidad de creer que sois quienes decidís, que sois
quienes escogéis, quienes hacéis las cosas. En definitiva el Espíritu, cuando
es reconocido, reconoce perfectamente que no es la persona quien actuó o que
quiere actuar. Reconocer esto, esto es volverse libre, si aún no lo sois; estar
conforme con esto, esto es quitar todos los pesos, dondequiera que estén
situados, que parecían limitaros en la plena conciencia de la Libertad.
… Silencio…
Y hasta en el Silencio y sin palabras se expresa todo lo que acabo de
decir. Es la expresión de la Luz misma.
Todo lo que acabo de decir se alumbra, dándoos una claridad nueva, una
Unidad asumida y manifestada en este mundo dual en este fin de historia.
Entonces sí, a cada uno os digo: « Ama y haz lo que te gusta », no lo que gusta
a tu cuerpo, no solamente lo que le gusta a tu persona, sino habiéndote hecho
Luz, lo que gusta a la Luz. Lo que le gusta a la Luz es la Libertad, el Amor,
la Alegría, la Ligereza, cualquiera que sea tu edad, cualesquiera que sean tus
problemas, cualesquiera que sean tus dolores o cualesquiera que sean tus
alegrías. Sé verdadero, se espontáneo y percibirás que todas las respuestas no
están en la reflexión, en la lógica, ni en tu mental, sino únicamente en tu
espontaneidad.
… Silencio…
He aquí pues el marco, y los elementos que os tenía que transmitir respecto
a este tiempo de la Tierra.
… Silencio…
El único acontecimiento – mayor – no es solamente todo lo que se celebra en
la Tierra, en sus cielos o en la colectividad humana. Lo esencial está aquí, en
lo que acabo de expresar en estas pocas horas. Hay pues, si puedo decir, ejercicio
práctico de todo lo que vibrasteis, de todo lo que vivisteis, de todo lo que os
ha sido explicitado respecto a la conciencia, como de las vibraciones.
La Luz os quiere en totalidad. No hay media tinta o media porción, hay
totalidad. No puede ser de otro modo en la Unidad manifestada y en despliegue
sobre este mundo.
… Silencio…
Aquí está lo que se vive y vivirá cada día con cada vez más intensidad.
Ya no es hora de elección, ya no es hora de asignación, es la hora de la
manifestación, sin a priori, sin reticencia, sin miedo por la mirada del otro,
sin miedo de la mirada, sin miedo a los convenios sociales o morales.
… Silencio…
Te saludo más allá de tu forma.
Te saludo en la Libertad y en tu Espíritu.
Te saludo finalmente, en toda fraternidad. Y te saludo también en tu
humanidad.
A ti que me leíste, a ti que me entiendes, a ti que me escuchas o que me
escucharás, te quiero.
Hasta la vista.
* * *