miércoles, 24 de octubre de 2012

BIDI 28 DE OCTUBRE DE 2012


Nisargadatta Maharaj
www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas



 
 
 
BIDI

28 octubre 2012



Bueno, BIDI esta con ustedes y los saluda, y vamos a proseguir, si a ustedes les parece bien, nuestros intercambios y conversaciones. Escucho pues vuestras preguntas.



Pregunta: ¿Cuando estamos a cargo de responsabilidades espirituales y materiales debemos dejarnos llevar por los últimos sobresaltos de la vida sensual de este mundo de carbono (a riesgo de olvidar a lo que nos hemos consagrado a lo largo de nuestra vida), o bien esas últimas pruebas están ahí para permitirnos verlas, para superarlas mejor?

Tu pregunta es múltiple. Considerar que hay algo que acordarse concerniente tu vida apela pues a un proceso de memoria o de recuerdo. Ni la memoria, ni cualquier recuerdo, concierne lo que Eres. Lo que ha aparecido un día, y lo que desaparecerá un día (y que llamas tu persona, tu vida) está inscrita, necesariamente, dentro de un efímero. Por otro lado, lo que nombras “prueba”, lo que nombras “responsabilidad” no concierne, justamente, más que este efímero y de ningún modo nada más. Solo la personalidad se coloca entre un principio y un fin, correspondiendo a la aparición y a la desaparición de la vida, dentro de la conciencia. La noción de prueba, la noción de responsabilidad, concierne solo a esta bolsa de alimento y a esta bolsa mental y, en ningún caso, lo que tú Eres. Reaccionar o no reaccionar, concernirá siempre el desarrollo de lo efímero. Yo te invito pues a considerar que el conjunto de las proposiciones concierne solo lo que es efímero y pues concierne solo la persona, dentro de una creencia en una evolución, de una creencia en las pruebas, de una creencia en la perennidad de la memoria o de un recuerdo. Tú no Eres nada de todo eso. Así no te hagas la pregunta de actuar o de no actuar, pero sí de mirar actuar o no actuar, porque no estás concernido por el actuar o el no actuar. Mientras hay implicación, a través de un efímero, no puede haber Absoluto.



Pregunta: Usted ha precisado que la perennidad de la memoria no tenía razón de ser. Ahora bien, ¿a través de vuestras intervenciones, usted utiliza su memoria?

De ningún modo. Porque tú consideras que existe un tiempo lineal y que lo que se expresa es la consecuencia de una o de las encarnaciones que esta conciencia ha tomado. Por otro lado, no es de ninguna manera cuestión de alguna perennidad, de alguna memoria. Considerar la perennidad de la memoria, te mantiene, de una manera o de otra (de este lado del Velo como del otro lado del Velo), en la Ilusión de un eterno. Ninguna perennidad de memoria puede ser eterna. A lo Eterno no le importa en nada la memoria. Lo que se expresa, hoy, trasciende lo que ustedes llaman las barreras del tiempo. Lo que yo expreso, en este instante, no es la continuación lógica de lo que yo expresaba, en un momento dado, pero se inscribe en el mismo tiempo, más allá de vuestro tiempo. Es muy difícil de concebir, para el intelecto, que lo que se dice, hoy, no es una continuidad o una perpetuación pero sí la misma expresión, la misma calidad, independiente de mi vida pasada, independiente de todo tiempo. Lo que es expresado (y ese fue el caso cuando, según vuestros datos temporales, yo estuve encarnado) no tiene nada que ver, justamente, con mi memoria, o alguna encarnación. Porque lo que expreso no es una continuidad, pero se inscribe en el mismo tiempo, más allá de nuestros tiempos y de vuestros tiempos. Toda memoria está en resonancia con la ley de acción/reacción. Ninguna memoria puede existir cuando no hay más acción y reacción, sino Etreté, o incluso Absoluto. Experimentar y establecerse en la Infinita Presencia, en el Etreté, o en el Absoluto, pone fin a toda memoria. Dentro de la conciencia, la memoria pertenece a lo efímero. La conciencia se apoya sobre la memoria, se apoya sobre la anticipación, pero memoria y anticipación pertenecerán siempre a la acción/reacción, a la dualidad y pues a lo efímero. No puedes apoyarte sobre ninguna memoria, ningún antecedente, igual que ninguna proyección, para ser lo que tú Eres. Eso cambia el punto de vista, cambia la mirada y te coloca, de manera irremediable, en lo que Eres, y no en lo que tú crees, y no como resultado de una memoria, o anticipación de una proyección. Lo más duro, para la persona, como para la conciencia, es, justamente, parar de creerse. Ninguna conciencia puede conducir a la a-conciencia. Ninguna memoria puede conducir al Etreté, a la Unidad, como a la Infinita Presencia o al Absoluto. Mientras la memoria exista, mientras haya una relación a un pasado, a una historia, te inscribes, dentro de la conciencia, en esta memoria y en esta historia, y no eres así pues Libre. ¿Qué queda cuando esta bolsa desaparece? ¿Qué se vuelve la memoria (que ustedes crean o no en cualquier reencarnación)? ¿Qué queda de lo que tú eras antes (que este antes sea ayer, un siglo o mil años)? Liberarse de la memoria, olvidar la memoria, es estar disponible para el presente. Si hay memoria, hay indisponibilidad para el presente.



Pregunta: ¿El pasaje en esta Dimensión de dualidad encarnada no va a servir de nada, entonces?

No ha servido para nada, no servirá para nada y no servirá nunca para nada. Esta bolsa aparece un día, desaparece otro día. La conciencia va a creer que ella es una continuación de experiencias, delimitadas en un tiempo llamado “encarnación”, pero ¿qué queda de una encarnación a la otra? Nada. Lo que Eres no se ha movido nunca, no ha existido nunca, ha Estado siempre ahí y Estará siempre ahí. Solo la mirada de la persona y de la conciencia los conduce a considerar suposiciones que no se tienen en pie. Lo que tú expresas, a través de esto, es lo que desea la conciencia: es una forma de perpetuación, una forma de infinito, una forma de eternidad, que no puede existir. La conciencia sueña con una eternidad. La persona sueña con una perennidad. Eso no puede ser. Lo que tú Eres no corresponde a ninguna de esas proposiciones. Si lo que eres, hoy, dentro de esta vida, debía servirte para una post-vida, ¿por qué eso desaparecería cuanto tú aparecerías, de nuevo, sobre este mundo? ¿Cuál es el valor del olvido, con respecto a la memoria? Explícame eso. Todos los mecanismos de lo viviente, dentro de este mundo, pasan por los mecanismos que ustedes nombran “aprendizaje”. Lo que Eres no tiene necesidad de ningún aprendizaje, de ninguna educación, de ninguna sociedad y de ningún mundo. Aceptar esto (más allá de la creencia), es ya desplazar el punto de vista, desplazar la mirada y descubrirte tal como Eres. Mientras mantengas (para la persona o la conciencia) la ilusión de una memoria, de una progresión, de una evolución, de una transformación, te inscribes tú mismo en lo efímero, lo que tú no Eres.



Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre Absoluto y nada?

Para la persona y para la conciencia, el Absoluto es la nada. Para el Absoluto, la nada es una estupidez de la persona. Nada más. Mientras no puedas ser lo que tú Eres, porque existe una distorsión inducida por la persona, inducida por la conciencia, entonces estás en el error y consideras que el Absoluto es la nada. La desaparición de límites (resultante de la bolsa, de alimento como mental) crea la suposición de una identidad, de una delimitación y de un espacio limitado. Lo que tú eres, no es de ningún modo eso. ¿Cómo lo que es limitado (por las ideas, por los pensamientos, por las concepciones, por la forma misma, de la carne) puede pretender ser Absoluto? Para él, eso se llama la nada. Solo el que es Absoluto se da cuenta, de algún modo, por sí mismo, que la nada es una secreción de miedo de la bolsa. ¿Cuándo duermes, acaso el mundo está ahí? ¿Cuándo duermes, el “yo” está ahí? El Absoluto te hace ver que estás más allá de una historia, más allá de una persona, más allá de toda bolsa y más allá de toda conciencia. Pero mientras no lo hayas vivido, este Absoluto es un absurdo, una nada.



Pregunta: ¿Qué diferencia hay entre Unidad y Absoluto?

En la Unidad, la conciencia está presente, se mira ella misma en un espejo particular, sin fondo, sin azogue: es un auto-espejamiento. La Unidad es una contemplación, un estado de la conciencia con diferentes etapas (nombradas “Samadhi”) correspondiente a la conciencia Turiya. El Absoluto no es una conciencia: es lo que Eres. La conciencia existe sobre la escena de teatro, en el sillón del que mira, en el teatro mismo. El Absoluto sabe que hay un teatro pero sabe también perfectamente que no es nada de lo que constituye el teatro: dualidad como unidad. El Absoluto corresponde a la a-conciencia. La Unidad corresponde a la conciencia total o, si prefieres, una conciencia absoluta. El Absoluto no está concernido en nada por los juegos de la conciencia. Constatar la Unidad, vivir la Unidad, es un estado de la conciencia. Ser Absoluto, es estar más allá de todo estado y sobre todo no una conciencia. El Absoluto se vive después de la Disolución o durante la Disolución. La Unidad se vive como Comunión de conciencia, de Sí a Sí, o de todo Sí a otro Sí. La conciencia es experiencia. El Absoluto no está concernido por ninguna experiencia, ninguna contemplación. La conciencia no puede apropiarse del Absoluto. Es el Absoluto que contiene la conciencia. Es el Centro presente en todo centro. La Unidad, es tener conciencia del conjunto de las conciencias, pero eso no es salir de la conciencia.



Pregunta: ¿El Absoluto se mueve?

Permite todos los movimientos. Sin él, no hay movimientos. Sin él, no hay conciencia. El Absoluto es a la vez previo a todo movimiento y es todos los movimientos, así como lo inmóvil. Pero, para el Absoluto, no hay diferencia entre lo inmóvil y el movimiento. Dar un calificativo al Absoluto se volverá, muy rápido, un absurdo, es por eso que el que es Absoluto no puede, como yo lo he dicho, de ninguna manera, traducir en palabras lo que es vivido. Lo que es vivido no es una experiencia de la conciencia, pero sí la cesación total de toda conciencia que hace aparecer lo que tú Eres. Lo que tú Eres podría ser nombrado “anterior a la conciencia” y sin embargo no es nada de eso puesto que es lo que contiene todos los posibles de la conciencia.



Pregunta: Así pues es el Absoluto que viene a nosotros. En ningún caso, ¿nosotros podemos ir hacia él?

Como yo les he dicho, mientras crean buscar el Absoluto, ustedes fracasarán. El Absoluto es lo que Eres. Lo que Eres, no puede ser ni buscado, ni encontrado, puesto que está ya ahí. Mientras busques, es la persona que busca. Mientras creas, es la persona que cree. Lo que crea la dinámica de la búsqueda es, a la vez, la conciencia y, a la vez, lo que es nombrado la separación. Lo que expresa bien que la persona está separada: ella se vive como tal, inscrita en un límite temporal nombrado el nacimiento y la muerte. Ella se crea, dentro de esta vida, historias (espirituales, sociales, materiales, afectivas) de responsabilidad. ¿Acaso esta noción de responsabilidad, esta noción de evolución, cambia algo a la desaparición de lo efímero? Cualesquiera sean las creencias de esta bolsa, cualesquiera sean las experiencias de esta bolsa, se terminará un día. ¿Qué queda entonces? Eventualmente, puedes responderme: “la conciencia”, si tu conciencia en sí misma, no está más limitada y separada y dividida pero tiene acceso a sus propias memorias.



Pregunta: ¿Por qué el Absoluto disfunciona, es decir nos sumerge en este sueño que no existe?

Pero no es el Absoluto que disfunciona, eres tú.



Pregunta: ¿Ser Absoluto con forma, está programado con antelación?

¿Estaría programado según qué ley, qué plazo, y qué calendario? Es imposible. El Absoluto es lo que tú has Sido, lo que Eres, lo que Serás, más allá de todo ser, de toda persona y de toda conciencia. La conciencia no puede programarse para Ser Absoluto: es, justamente, una desprogramación total de la conciencia. En cuanto a la persona, para ella, es la nada. Desde el punto de vista de la persona, el Absoluto no puede existir, no puede ser, y no puede aparecer. Yo recuerdo que no hay pasaje de la persona al Absoluto, como de la Conciencia a la a-conciencia. Es la detención de la búsqueda misma, la detención de la prosecución de un objetivo, la detención de toda creencia, de toda suposición, que revela (por la refutación, por la pesquisa, por la madurez) el Absoluto.



Pregunta: ¿Decirse “que la Liberación sea hecha” puede ayudarnos a salir de esta ilusión?

Desde el instante donde pronuncias esta frase, consideras pues que no estás Liberada. Pones así pues una distancia con lo que tú Eres. ¿Cómo, colocando, de entrada, una distancia con lo que Eres, puedes esperar encontrar lo que Eres? Inscribes, a través de esta frase, el Absoluto, como un objetivo, como una búsqueda, como una carencia. Es un error.



Pregunta: ¿El Absoluto, es el Amor y nada más?

Cuando dices “el Absoluto, es el Amor”, defines pues el Absoluto. ¿El Absoluto puede ser definido? Volver a añadir “nada más”, quiere decir que limitas, y delimitas, el Amor y el Absoluto. El Absoluto, desde luego, contiene el Amor, es el continente del Amor, el contenido del Amor. Pero no puedes decir: “el Absoluto, es esto o aquello”. Porque buscas localizarte, sobre una definición, lo que, para ti, es el Amor, en tu ideal, en tu conciencia, en tus proyecciones, en tus fines, en tus objetivos. Intentar definir, como esto, el Absoluto, te aleja. No definir más, no dar más calificativo, no buscar más una razón, un sentido, una explicación, una lógica (la capitulación de todos los aspectos de la persona y de la conciencia), te hace Realizar lo que tú Eres, de toda Eternidad. No hay otra posibilidad. Toda definición pertenece a la conciencia. El Absoluto no es la conciencia.



Pregunta: ¿Usted nos repite que no hay nada que hacer, pero nosotros vivimos todavía sobre esta Tierra donde se está pues obligado a hacer cosas, sabiendo que es Ilusión?

Pero no he dicho nunca de no hacer nada. “Permanecer Tranquilo” concierne la conciencia. El Absoluto no es ser holgazán. El Absoluto consiste en cambiar de mirada, de punto de vista, y de conciencia. Yo no he dicho nunca que no había que hacer lo que era para hacer para esta bolsa, muy por el contrario. La persona escucha siempre lo que ella quiere. Yo no he dicho nunca eso. Nadie les ha dicho nunca eso. Había sido especificado, por algunos Ancianos, hace algunos años, que había circunstancias de vida para cambiar, con el fin de despejar la libertad. Pero nadie les ha dicho nunca (y yo, todavía menos) que no había que hacer nada. Cuando digo “no hagan nada”, no hablo de las actividades de la persona, me dirijo a lo que ustedes Son. ¿En qué el Absoluto con forma debe rechazar la encarnación? El rechazo es una oposición de la conciencia, y no concierne en nada el Absoluto. A lo que tú Eres no le importa nada de lo que se hace, de cómo lo haces, o cómo lo realizas. Las obligaciones conciernen la persona, pero no lo que tú Eres. Creer que tu persona, extrayéndose de las obligaciones, va a encontrar el Absoluto, es un error. La persona no puede comprender el Absoluto, tú tienes la prueba. Ella interpreta las declaraciones según su punto de vista, es decir la persona por sí misma. Mientras razones así, y actúes así, eso muestra que no estás “Tranquilo”.



Pregunta: ¿Hay un cambio de conciencia dándose cuenta que todo eso es de la ilusión?

Ningún cambio de conciencia conduce al Absoluto. Lo que dices es una primera etapa que pone en marcha el cambio de punto de vista. Pero si rechazas la ilusión, oponiéndote, vas a reforzarla necesariamente.



Pregunta: Yo creo que…

Lo que tú crees no tiene ninguna importancia: es lo que tú Eres, que es importante. Creer o no creer, no cambia nada a lo que tú Eres. Creer es una dinámica de la acción, del movimiento, y de la ilusión misma.



Pregunta: ¿Desinteresarse de las experiencias a vivir revela un cambio de punto de vista?

Los dos son posibles: o hay una holgazanería, o hay Absoluto. Pero solo tú conoces la respuesta. Como lo he dicho, el que es Absoluto no se hace más pregunta sobre el Absoluto. No puede hacérsela. Del mismo modo que el que hace una salida de su cuerpo, sabe que existe fuera de este cuerpo: no se hace más la pregunta de la existencia, o no, de algo después de este cuerpo, puesto que lo ha vivido. Pero el que no lo ha vivido podrá hacerse todas las preguntas del mundo, creer todas las creencias del mundo, todos los pensamientos del mundo, eso no serán más que abstracciones, porque no lo ha vivido. Mientras no estén muertos a sí mismos, no pueden Vivir lo que Son. Pero ustedes no pueden matar la persona.



Pregunta: ¿Abandonar todo esfuerzo y contentarse de vivir lo que la vida propone, día a día, es eso lo que conviene hacer?

No hay nada que hacer. Mientras consideres que existe un estado previo (a través de una búsqueda, a través de “vivir el día a día”), eso concierne la bolsa y la conciencia, pero no lo que tú Eres. Para algunas bolsas, ese modo de vida es lo que es propuesto por la Inteligencia de la Luz. Entonces, hazlo. Realízalo. Pero date cuenta que lo que haces, o lo que realizas, no te ha ni alejado, ni acercado de lo que tú Eres: ahí, está la madurez. Al Absoluto no le importa nada tu grado de actividad o de inactividad. Al Absoluto no le importa nada tu grado de evolución, de iniciación, o de cualquier otra cosa que fuera (como tu edad, o tu sexo, o no importa qué otra cosa). Ahí, está la Verdad. Te recuerdo que el Absoluto sobreviene durante la capitulación de la Conciencia. Esta capitulación no es ni un hacer, ni una acción, ni incluso un estado de ser: es espontáneo, inmediato. Desde el instante donde, de algún modo, te has extraído (sin quererlo, sin desearlo) de las ilusiones y de todo efímero, eso no pone fin a tu efímero, eso no pone fin a las responsabilidades de esta bolsa: eso es totalmente independiente. Para algunos, eso va a ser eso. Y, para otros, la Inteligencia de la Luz los pone frente a los desafíos. Lo uno como lo otro son, muy exactamente, lo que les es propuesto. Pero les recuerdo que, cualquiera sea lo que les proponga la Inteligencia de la Luz, ella está destinada a conducirlos al Sí, a la Unidad, incluso a la Última Presencia o Infinita Presencia. Pero el mecanismo Último (si puedo decirle así) sobreviene, de algún modo, cuando, incluso, todo eso es soltado, en totalidad. Es el momento donde la conciencia no reivindica nada más, incluso ni siquiera a sí misma (en el Sí o en la Unidad) emerge, en cierta manera, lo que tú Eres.



Pregunta. ¿Por qué el Sí, tan narcisista, renunciaría a sí mismo?

No puede. La conciencia no renuncia nunca a sí misma. La proyección acarrea proyección. La creatividad acarrea creación. La experiencia acarrea experiencia. Porque el conjunto de lo que es acarreado, implica una comparación: conciencia Unitaria, conciencia dualitaria, etc. Etc. Pero lo que tú Eres no está de ningún modo concernido por eso. No es del Sí que se realiza el Abandono del Sí. No es un acto de voluntad, no es un acto ligado a una práctica (todavía menos a una ascesis, todavía menos a una moral) pero sí esa famosa nada del Sí, o de la persona, ese cataclismo final de la conciencia misma, que te hace descubrir lo que Eres. De la misma manera que, cuando la mayoría de Hermanos y Hermanas humanos viven experiencias fuera del cuerpo (o de cercanía de la muerte), hay un traumatismo (cualquiera sea), una ruptura de la continuidad, y así pues, esta forma de discontinuidad que conduce a Ser lo que Eres, pero no antes. Voy a retomar otro ejemplo, que les es familiar porque fue utilizado, muchas veces, por el Comendador de los Ancianos (ndr: O.M.AIVANHOV). La Conciencia, que ustedes buscan, les parece alejada. Esta Conciencia, es el cacahuete en el frasco. Cuando ustedes ven el frasco y los cacahuetes, hay que meter la mano en el frasco, para tener los cacahuetes. ¿Qué sucede en ese momento? La mano no sale más del frasco. Conviene pues superar el cacahuete, el frasco, y la mano. Pero mientras consideres que existe un frasco, los cacahuetes, y una mano para tenerlos, no hay solución. La consideración de las refutaciones (llevadas o no, por ustedes, hasta el presente) estaba destinada a hacerlos cambiar de punto de vista. Era una forma de lógica que se dirigía a la persona y al mental. Ninguna otra actividad mental (de la persona o, incluso, de la Conciencia la más ampliada) no les es de ninguna utilidad. Realizar el Abandono del Sí, no es una Realización: es una Liberación. Eso no es un objetivo que realizar, es, muy por el contrario, algo que soltar. Pero ese algo que soltar no debe ser confundido con el hecho de no hacer nada. La conciencia es la que tiene. La a-conciencia es la que ha soltado. Lo que ustedes tengan (con la conciencia, con las ideas, con las creencias, con las memorias, con las proyecciones), mientras tengan lo que sea de eso, no son Libres. El que es Libre no ha borrado sus memorias: ellas están siempre ahí, pero no lo afectan más. La persona como la Conciencia, el ego como la Conciencia Unificada, están siempre en búsqueda de una experiencia, de un objetivo, y de un fin. Ningún objetivo, ninguna experiencia, y ningún fin, conciernen al Absoluto.



Pregunta: ¿La percepción de un movimiento aunque todo esté tranquilo revela el Abandono del Sí?

El movimiento es un proceso Vibratorio. Todo depende si ese movimiento ha nacido en algún lugar en esta bolsa, o si toma toda la bolsa de un golpe. El movimiento, la impresión de movimiento, o la percepción de un movimiento, pueden estar relacionados a una de las etapas últimas de la conciencia misma. Incluso si no existe pasaje, hablando con propiedad, entre la Infinita Presencia (o Abandono del Sí, realizado totalmente) y el Absoluto, entonces se puede decir que son las primicias, los testigos, si prefieres, que el punto de vista está cambiando. Del mismo modo que las experiencias de Comunión, de Fusión y de deslocalización los han preparado. Del mismo modo que el contacto con otros Absolutos, por el Canal Marial, los han preparado. La Onda de Vida es también un movimiento. Cuando la persona se borra, y cuando la conciencia para de observarse a sí misma (incluso en el Sí), entonces la Onda de Vida se alza. El Absoluto está entonces presente. Eso es vivido, y eso es enteramente consciente, porque ustedes tocan vuestra naturaleza, más allá de la conciencia misma. Es lo que ustedes Son.



Pregunta: ¿Tener la mirada que no ve nada más y que salta, refleja un cambio de punto de vista?

No, porque lo que es visto, en ese momento, es visto por la conciencia misma. En efecto, diferente de la de la persona, pero sí ligada a la conciencia personal, de todas formas, cualesquiera sean la clase de visión y la forma de visión. El Absoluto no es una visión. El Absoluto no es un estado. Pero, desde luego, existe, dentro de los últimos estados de la conciencia, previos al Abandono del Sí (incluso si eso no es una finalidad), la manifestación de un cierto número de elementos Vibratorios que les son conocidos pero que solo permanecen más, para el Absoluto, una ilusión. La identificación de la conciencia con las Vibraciones conduce a la expansión de la conciencia hasta la Unidad y hasta la Infinita Presencia pero nunca al Absoluto puesto que el Absoluto es la desaparición de la conciencia misma. Ahora bien, ¿cómo la conciencia que Vibra, que se expande, podría desaparecer? Eso es una experiencia de la conciencia. La verdadera mirada es, efectivamente, sin los ojos, sin discriminación, sin ninguna sensorialidad, sin ninguna percepción, sin ninguna concepción, sin ninguna lógica aparente. El mejor testigo es la Onda de Vida, que es una propagación y un movimiento, que, como ustedes lo saben, apunta a superar algunos obstáculos de la persona, y de la supervivencia de la persona, y luego está destinada a favorecer el Corazón. Estos mecanismos son los testigos de la puesta en acción, inconsciente, de la confrontación de la conciencia misma (que tú percibes), con el Absoluto. Pero eso no es todavía el Absoluto. Eso no es más que un previo, porque si empleo la palabra previo, vas a considerar que es una etapa que sobreviene, pero esta etapa no es de ningún modo indispensable, ni incluso necesaria. Ella está quizá más adaptada a las condiciones de Luz actual, ahí donde ustedes están. En mi encarnación, eso no era necesario.



Pregunta: ¿Habrá muchos Absolutos con forma antes del fin?

Puedo responder diciéndote que habrá muchísimos Absolutos con forma, como sin forma, después del fin. El fin no existe para el Absoluto.



Pregunta: ¿Qué hacer esperando el fin?

Empujo más lejos tu razonamiento. Cuando estás en edad de concebir que eres una persona (después de los tres, cuatro años), sabes íntimamente, en ese momento, que lo que apareció, dentro de esta forma (este cuerpo, este campo de conciencia) tiene un fin. ¿Sin embargo, tú decides, desde la edad de cuatro años, no hacer nada? El sentimiento de un fin, si debe conducir a un desinterés, no te lleva a ninguna parte porque se tratará siempre de una huida. El que es Absoluto no está concernido, ni por el comienzo, ni por el fin (de sí mismo, como del mundo). No hay ninguna actitud mental satisfactoria para el Absoluto porque si tú te dices que en tantas semanas, es el fin, y que esperas este fin, te equivocas. Mira: generalmente, cuando se anuncia a una bolsa de alimento que va a partir de una enfermedad grave, ¿qué sucede? Generalmente, esas personas están más vivas que antes. Ellas disfrutan cada minuto, cada día y cada hora. Es independiente de la actividad o de la no-actividad. Es, yo diría, una atmósfera Interior. Es como si, sabiendo que eres una persona (a los cuatro, cinco años) que terminará un día, te dices: “ese día siendo ineluctable, ¿para qué sirve dejar vivir esta bolsa?”. Ahora bien, el rechazo de la Ilusión mantiene la Ilusión. Del mismo modo, toda espera (incluso justificada, incluso real) de un acontecimiento real testimonia lo que tú eres. La espera pone una distancia con lo que tú Eres. Esperar que el fin de lo que sea te permita ser Absoluto, es un error. El fin de lo que sea te recuerda, simplemente, lo que Eres, más allá de la persona. Eso se llama la Liberación. El que es Absoluto, es Liberado Viviente. No tiene necesidad de esperar un eventual o un real, fin de lo que sea, para Ser eso. Preocúpense de no colocarse nunca, ustedes mismos, en un sentimiento de expectativa porque el sentimiento de expectativa (como la espera o la esperanza) pone una distancia. Hay una trampa. Como se ha dicho, vivan cada minuto, ahí donde estén, plenamente, enteramente, como si fuera el último porque, de todas maneras, apareciendo en una persona, hay la certeza y la inevitabilidad del fin de esta persona.



Pregunta: ¿Amar la ilusión, es decir amar la naturaleza, amar las flores nos aleja del Absoluto?

Pero todo depende de lo que llames amar. Hay tantos seres humanos como definiciones del amor. Si amas sin apegarte, no hay ninguna razón de que la naturaleza te aleje de lo que Eres, puesto que la naturaleza es Absoluta, más allá de la apariencia. Todo depende de lo que tú ames. ¿Es el color, es la forma, es el olor, es la apariencia o es la esencia? Toda la diferencia viene de ti, pero no de la naturaleza. Nada puede alejarte, nada puede acercarte. Hay justo circunstancias que refuerzan la ilusión, que la mantienen y la conservan. Y hay circunstancias que te Liberan. Pero las circunstancias son Interiores: no conciernen el cese de una actividad o de una responsabilidad. El hecho de estar en la naturaleza o en un departamento, en Absoluto, no cambia nada. Pero, desde luego que la naturaleza y lo que es natural permite, de manera mucho más amplia, a priori, expandir la conciencia. Pero no hay que confundir las manifestaciones de un objetivo cualquiera con el Absoluto.



Pregunta: Usted ha dicho que la naturaleza es Absoluta. ¿Puede desarrollarlo?

Más allá de la forma, de la apariencia, los olores y los colores. ¿Cómo lo que está bajo vuestros ojos podría escapar a ser Absoluto? Mientras consideren que el Absoluto es un objetivo, una meta, una finalidad, una práctica, ustedes no lo son. Un árbol es Absoluto. Hay una conciencia en el árbol. El Absoluto no hace diferencia entre una brizna de hierba, un árbol, una galaxia y un universo. Él los contiene, todos, de la misma manera. El árbol, como todo elemento de la naturaleza, obedece a un proyecto, el proyecto de la Vida: nacimiento, crecimiento, descenso, y muerte. Más allá de esta apariencia, más allá de sus movimientos, de sus formas diferentes, hay el Absoluto. ¿Acaso el árbol se hace la pregunta de ser una entidad, una conciencia o un Absoluto? No, es todo eso a la vez. Solo el mental humano es quien crea la distancia. Un árbol no puede crear distancia.



Pregunta: El cerdo que se degüella o la paloma o el pato que Hildegarde de Bingen recomienda comer, ¿cómo se sitúan con respecto al Absoluto?

De la misma manera que tú, sea un cerdo, la paloma o tú, eso no hace ninguna diferencia. El Absoluto no es dependiente de una forma de vida o de otra forma de vida. Tú buscas juicios de valor o definiciones a lo que no las tiene. El que es Absoluto con forma ve las diferentes formas, concibe que un cerdo no es una paloma, que una paloma no es tu persona, pero eso no cambia nada. Quieres reducir al Absoluto en tu campo de comprensión, en tu campo de percepción, en tu campo de experiencia, pero eso es imposible.



No tenemos más preguntas, le agradecemos.



Bueno BIDI los saluda, y les da cita una última vez, y les dice pues hasta pronto.